A partir de diversas notas de Utopía Urbana venimos manifestando la importancia de la Economía Circular (EC) y cómo busca transformar las matrices productivas de las ciudades para obtener una mirada completa y ambiental sobre la materia prima empleada por las industrias locales.
Es en ese sentido que los distintos gobiernos comprendieron la necesidad de avanzar hacia este modelo y así poder obtener un doble beneficio: por un lado reducir los niveles de contaminación de los plásticos, telas, papeles y otros insumos y productos; mientras que por el otro ampliar la oferta laboral de aquellos que se abran camino en esta nueva industria.
Si bien hemos visto casos locales como el de Córdoba, sede de la Cumbre Mundial de Economía Circular que ha roto un récord en Argentina en la implementación de la EC con más de 7 mil toneladas de material recuperado durante el 2020, hoy nos detendremos en el caso particular de la ciudad de Amsterdam, situada en Países Bajos. (Para conocer más de la EC y su implementación en América Latina haz click aquí).
El gobierno de esta ciudad europea ha impulsado algo trascendente: se ha comprometido a implementar al 100% la Economía Circular para el año 2050, cambiando totalmente su concepción de los recursos, de la basura y de la manera de producir.
Sin dudas es una estrategia vanguardista que se predispone a avanzar sobre una temática fuerte en la actualidad y en el futuro cercano y hoy, desde Utopía Urbana veremos cómo planea conseguirlo.
Amsterdam, innovación circular
Si bien este año se conoció la ambiciosa noticia de este gobierno local neerlandés, ya en el 2020 se habían pronunciado al respecto presentando su primer plan circular (Estrategia Circular de Amsterdam 2020-2025). Ahora, tras pasar la fase inicial de conocimiento y concientización, esperan aprovechar los emprendimientos emergentes y la cantidad de profesionales que se abocaron al sistema.
Esto les permitió, por ejemplo, ser finalistas del premio Earthshot que distingue a los mejores proyectos para mitigar el cambio climático, sino que también posicionarse como una de las ciudades protagonistas en el mundo circular y por ende un ejemplo a seguir.
Este trabajo fue realizado en conjunto a Circle Economy, una organización internacional que ayudó a los funcionarios neerlandeses a diseñar la hoja de ruta a corto plazo en Amsterdam. Ilektra Kouloumpi, alta ejecutiva de la organización se refirió al respecto: “No solo empleamos soluciones técnicas para ver cuál es la mejor manera de trasladar los materiales, también buscamos que las ciudades sean inclusivas y justas para todos respetando los límites planetarios”, explicó y remató: “Esa es la nueva visión de Amsterdam para el futuro”.
Gracias a este plan se ha consolidado un sistema de triple impacto en la ciudad que alberga a recicladores y recolectores como también a los emprendedores dedicados a regenerar los materiales para convertirlos en nuevos bienes.
A su vez, estos se han asociado con las estrategias municipales que buscan articular con ellos tercerizando servicios vitales para el desarrollo circular de la región. De esta manera, por ejemplo, una persona allí tiene diversas opciones con los materiales que ya no utiliza.
En el caso de querer tirar una remera, puede acceder a ciertos planes de gestión para evitar que se convierta en basura. Por ejemplo han establecido talleres locales de reparación textil donde pueden acceder los ciudadanos e incluso ofrecen descuentos para los residentes de barrios marginales.
Los diversos emprendimientos también ofrecen alternativas que se suman a esta estrategia. Por ejemplo existen tiendas que aceptan como parte de pago prendas viejas o descartadas, ya que son materiales nuevos para su producción.
En caso de que la persona ya no desee hacer nada con esta prenda por su estado irrecuperable, el gobierno ha instalado contenedores exclusivos para el uso de residuos textiles que luego son transformados en hilo por medio de otro emprendimiento neerlandés.
Además, desde el gobierno buscan reducir a la mitad la utilización de las materias primas no naturales y utilizar en su lugar alternativas biodegradables o compostables. Por ejemplo, descartar los plásticos de un solo uso o emplear materiales con origen vegetal.
“Cuando se desarrolla una nueva innovación, tratamos de asegurarnos de que se pruebe en un entorno real lo antes posible”, explicó la especialista en ese sentido.
Construcción sustentable neerlandesa
Saben muy bien desde el gobierno de la ciudad que el reciclaje y la recuperación de los materiales no alcanza si se siguen empleando productos y materiales altamente contaminantes. Por eso mismo decidieron atacar uno de los sectores que más materia prima utiliza a nivel mundial: la construcción.
Se estima incluso, que es uno de los principales consumidores de materias primas ya que el 40% de lo que se extrae a nivel mundial se destina a la construcción de edificios. Por esta razón la aplicación de la economía circular al sector de la construcción es una de las obsesiones de Amsterdam.
Para 2025, al menos una quinta parte de las nuevas construcciones deberán usar madera para reemplazar el acero, el concreto y otros materiales intensivos en carbono. Un caso similar en esta línea se dará en Francia, con la construcción de la próxima Villa Olímpica de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Por otra parte, desde el gobierno también buscan poder reutilizar los materiales de los edificios viejos, con necesidades de mantenimiento o en demolición. Por esta razón han establecido proyectos de reciclaje de los materiales de la construcción. Durante el 2022 desmantelaron un edificio de 14 pisos y reutilizaron los materiales en nuevas construcciones.
Estrategias de participación
Parte fundamental de la estrategia gubernamental está en las mediciones de las huellas de carbono de sus emprendedores, por eso mismo ofrecen de manera gratuita y realizado por especialistas todos los análisis y mediciones de ese tipo a las empresas locales.
De esta manera no solo se aseguran de tener empresas alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos por las Naciones Unidas, sino también una ciudad más saludable para sus habitantes actuales y futuros.
Un caso de estas empresas ya estudiado por Utopía Urbana es el de Fairphone, la empresa de telefonía neerlandesa que ofrece a sus clientes servicios de reparación y actualización de sus dispositivos en vez de tirarlos o descartarlos.
“Ya no es un debate sobre si sucederá, simplemente una cuestión de cómo y cuándo vamos a enfrentarlo. Uno esperaría que la perspectiva de quedarse sin recursos naturales sea suficiente para hacer este punto, pero parece que se requiere la presión del gobierno antes de que las personas y las empresas se den cuenta”, concluyó la especialista.
Si querés conocer más sobre Economía Circular, te recomendamos algunas notas:
- Especialistas: Luis Lehmann, Blonda Verde
- ONG´s: Fundación para el Desarrollo Sostenible, Recidar
- Sectores: moda, café, construcción, celulares, cerveza
- Ciudades: Turku (Finlandia), Bilbao (España), Córdoba (Argentina)