La transición hacia un mundo inteligente en Latinoamérica ha avanzado a gran escala durante los últimos años y uno de los puntos más altos en este proceso se encuentra en el centro de Argentina. Allí, desde el Municipio de Córdoba bajo el mandato del intendente Martín Llaryora se han puesto como objetivo lograr convertirse en una ciudad inteligente de referencia para la región.
En esta oportunidad, en un nuevo ciclo de entrevistas de Utopía Urbana nos dimos el lujo de hablar con una de las funcionarias que más ha avanzado en la temática a nivel latinoamericano. Alejandra Torres, Secretaria de Planeamiento, Modernización y Relaciones Internacionales de la ciudad, reconocida por su gran labor modernizando al municipio-antes a la provincia-, dejó algunos títulos para comprender un poco más de qué se trata la conversión digital e inteligente de la administración pública, centrada en el ciudadano y combinada con una visión sustentable.
Proveniente de la Secretaría de Modernización provincial, con el cambio de gestión en 2019 se propuso, junto a su equipo técnico, convertir Córdoba en una Smart City por medio de la gestión mejorada de los recursos y la inclusión de la Economía Circular, pero también a través de la optimización de los procesos realizados por la administración.
Desde su llegada, el municipio recibió varias distinciones, como la de Ciudad Inteligente 2021 y el segundo puesto en el concurso de Innovadores Locales 2021, mientras que simultáneamente puso en marcha el Fondo de Córdoba para una Ciudad Inteligente.
¿Qué hay detrás de la gestión inteligente del municipio? ¿Cuáles son los puntos más altos de esta nueva forma de vivir la administración? ¿Cómo se avanza tras las numerosas distinciones que han recibido?
Todo eso y más en esta entrevista exclusiva con la funcionaria de referencia en la temática de la región. Una ciudad que se propone modificar la gestión pública desde la raíz y que cuenta con la ayuda de organismos internacionales.
-¿Cómo se encuentra la ciudad de Córdoba en medio de esta transición hacia ciudad inteligente?
Iniciamos la gestión en diciembre de 2019 y encontramos una ciudad bastante abandonada y muy alejada de los parámetros de una ciudad inteligente e inmediatamente empezamos a trabajar. Yo vengo de un cargo análogo de la Secretaría de Modernización que buscaba lograr esta actividad dentro de la administración pública provincial y habíamos sacado la Ley 10618 que promueve la modernización en todas las jurisdicciones.
En función de esto habíamos hecho muchos avances apoyados por Naciones Unidas, que nos convocó a la Asamblea Anual de las Naciones Unidas por el mérito que tuvimos y demostramos en la gestión. Fuimos la única provincia invitada para mostrar los avances en materia de modernización. Cuento esto porque esto nos dio el pie para entrar a una municipalidad que poco había hecho en modernización y, por lo tanto, no conocía mucho lo que se venía haciendo en la provincia. Yo por mi parte si las conocía y eso me permitió acelerar el proceso de cambio en la municipalidad.
“Una ciudad inteligente trata de tener los menos desechos posibles y tratar de cuidar los recursos para evitar comprometer generaciones futuras con el uso ineficaz de los recursos naturales”.
Todo esto motivó a que, para mitad de año del 2020, en plena pandemia empezaramos un proceso de evaluación con el BID Lab y la consultora Deloitte para analizar el grad o de avance que tiene una ciudad para convertirse -o no- en una ciudad inteligente y nos calificó como Ciudad Emergente, un peldaño anterior al de ciudad inteligente.
Ahí nos marcaron las observaciones y los comentarios de los cambios que deberíamos efectuar con las priorizaciones correspondientes para alcanzar ese punto. Claramente, frente a una metodología técnica y aprobada podemos decir que independientemente de todo lo que nos falta estamos en un peldaño previo. Nuestro plan de trabajo es avanzar, ya tenemos la ruta crítica avalada por el intendente y el Concejo Deliberante para llegar a ser la ciudad que queremos.
-¿Cómo se dio este avance desde el comienzo de la gestión?
Hemos avanzado de manera rápida y profunda durante el último tiempo gracias a que veníamos con una dinámica de la gestión pasada en la provincia y el mismo equipo me acompaña en esta gestión municipal. Cuando tenés un equipo preparado con conocimiento de las herramientas, con un equipo técnico que sabe adónde ir y comprende la filosofía de lo que uno trabaja y tiene a su vez un liderazgo de un intendente que está convencido que tenemos que transicionar hacia una ciudad inteligente.
Ajustar la ciudad al nuevo modelo de administración pública que hemos asumido no es un tema fácil, es un tema que implica muchos obstáculos y rigideces. Hay muchos funcionarios que se oponen porque los están sacando de su lugar de comodidad o porque tienen miedo de que los saquen de su trabajo. También es importante por cuestiones de transparencia, porque ser una ciudad inteligente implica revisar los procesos, tratar de digitalizarlos o por lo menos eliminar el aspecto burocrático que puede permitir nicho de corrupción.
-¿Se encontraron con una infraestructura acorde al objetivo de convertirse en una ciudad inteligente?
Vos tenés el primer paso que es relevar todos los procesos que una municipalidad o cualquier organismo tiene a su cargo. Una vez que haces ese relevamiento lo que decimos es que “hackeamos” los procesos. Estamos en un tablero de ajedrez y tratamos de entender por qué se dan los pasos ahí consignados, ver si son necesarios o no son necesarios.
“El modelo de gestión que implica ser una ciudad inteligente tiene como eje de la administración pública darle al ciudadano los servicios con la mayor eficiencia, simplicidad y es el ciudadano el eje de nuestra gestión”.
Hay que recordar que las administraciones públicas, especialmente las de América Latina son administraciones que se han creado en una burbuja, con una mirada muy interna donde los agentes públicos tenían la idea de que la administración es más beneficio entre ellos y no un beneficio al ciudadano.
El modelo de gestión que implica ser una ciudad inteligente tiene como eje de la administración pública darle al ciudadano los servicios con la mayor eficiencia, simplicidad y es el ciudadano el eje de nuestra gestión. Eso cambia mucho y no es fácil. La primera cosa que hay que hacer es acomodar primero la base de datos para tener información de cómo están las cosas internamente.
Segundo, relevar estos procesos, volverlos a analizar, conversar con los agentes públicos, dialogar y preguntar por qué se hacen las cosas y muchas veces nos damos cuenta que hacen las cosas por una costumbre, no se piensa en la manera más fácil de gestionar. No hay un proceso manualizado, o cuando está manualizado son procesos en un proceso muy distinto.
Muchas veces la administración pública o los registros civiles no conciben una herramienta digital. Cuando vos tenés que cambiar esa lógica es algo muy profundo. Es muy común que si te quieres casar lo primero que te piden es la partida de nacimiento, pero es algo que el Estado debería tenerlo, se supone que el registro ya tiene estos datos actualizados. Tienes que hacer, en un solo lugar, varias filas para pedir el acta actualizada. Ese cambio de visión y de entender lo ilógico que resulta todo no es fácil, de hecho es bastante complicado.
-¿Cuál es la base para estas políticas de modernización llevadas a cabo?
Nosotros siempre pensamos en un proceso de modernización integral y necesitamos tener referencias claras para que la gente entendiera porque queríamos hacer estos procesos de modernización. Por eso queríamos mostrar los indicadores del Doing Business, una evaluación que hace el Banco Mundial que servía para mostrar que, en materia de gestión administrativa, Argentina estaba muy mal y cada vez vamos retrocediendo en nuestro lugar.
Este estudio analiza 10 dimensiones, muchas de ellas son de jurisdicción nacional, muchas más provincial y otras de jurisdicción municipal. Dentro de las municipales tenés el pago de impuestos, habilitación de negocios, conciliaciones, autorizaciones de obras y lo que hicimos fue ajustar este Doing Business para los procesos de Córdoba y así tener una herramienta que nos permite ir monitoreando cómo vamos avanzando en este proceso de modernización para ponerle un número y poder demostrar con documentación por qué avanzamos en estos procesos.
“Si los organismos fueran inteligentes y eficaces y ordenaran la información para tenerla ya trabajada de manera virtual, la gente no tendría que hacer colas o necesitar ciertos documentos que podrían estar digitalizados”
No solo porque nos gusta tener todo dentro de un proceso intelectual, sino porque en realidad cada ineficiencia en la gestión pública implica un daño mucho más alto de lo que uno se imagina. Si hoy Argentina está discutiendo un tema de déficit, más allá de la macro, en realidad el déficit mayor pasa por la mala gestión que tiene el Estado, que tiene un problema muy serio de gestión. Hay mala administración de las jubilaciones, de los programas sociales, autorizan mal las obras, entonces hacerlo bien implica ahorrar recursos, ser eficientes para que el ciudadano no pierda tiempo, evitas corrupción porque es mucho más transparente.
Muchas veces si los organismos fueran inteligentes y eficaces y ordenaran la información para tenerla ya trabajada de manera virtual, no haría falta que la gente haga colas o necesite ciertos documentos que podrían estar digitalizados. Nosotros en Córdoba lo hemos implementado por ejemplo con los jubilados y pensionados y ya no tienen que someterse a esa cola para ir a dar prueba de que está con vida y continuar recibiendo la prestación.
Todo eso es un costo del banco, del ciudadano que tiene que trasladarse y colocarlo en una situación de peligro. Cada acto que hace el Estado, si no lo hace bien es un costo implícito muy importante. Si no te entrego la habilitación para construir tu negocio o tu complejo en un plazo prudencial de 30 días tu emprendimiento o tu casa se demora y eso tiene un costo. Te suben los insumos, tenés personal contratado que quizás no podes utilizar. Hay que establecer una impronta de modernidad que te exigen en los países más desarrollados.
-¿En qué consiste el plan Córdoba Smart City y cuales son sus pilares?
Las definiciones de Smart City han sido bastante ambiguas o laxas, depende de cada interlocutor. Nosotros adoptamos la posición del Banco Interamericano cuando habla de los ejes. Uno de ellos es el de la sostenibilidad, es decir una ciudad inteligente trata de tener los menos desechos posibles y tratar de cuidar los recursos para evitar comprometer generaciones futuras con el uso ineficaz de los recursos naturales.
Una ciudad inteligente es aquella que pone en el eje de su trabajo al vecino, no es una ciudad que se mira a sí misma sino que mira la calidad y eficiencia de los procesos a favor del vecino. Es una ciudad que permite la construcción de sus procesos a través del diálogo permanente que tiene que tener con sus vecinos. Esto se puede dar de distintas formas, ya sea por medio de asambleas públicas o a través de organismos vecinales. O simplemente de la calificación que el vecino nos da por medio de un proceso digital a disposición.
“Las políticas de gestión se basan en la Economía Circular, para promover el cuidado del medio ambiente por medio de eliminar, recuperar o reparar desechos”.
Una ciudad inteligente es aquella que genera negocios de calidad y en la cantidad suficiente como lo demanda la ciudadanía donde estemos presente a través de la competencia y la innovación que son dos pilares fundamentales y básicos de una ciudad inteligente porque justamente la innovación en la renovación de los procesos juega un papel central.
Por último, una ciudad inteligente obviamente tiene sus datos a disposición de la ciudadanía y del público en general para poder compartir y trabajar usando las herramientas tecnológicas para la mejorar de la calidad de vida de la ciudadanía.
Nosotros esas variables las tenemos presentes en nuestro plan, el intendente ha decidido que sus políticas de gestión se basan en la Economía Circular (EC), que es promover el cuidado del medio ambiente por medio de eliminar o recuperar desechos o repararlos.
“Otro eje fundamental es la modernización para hacer los procesos más fáciles, más dinámicos y menos burocráticos”
Cuida mucho esta temática por lo que hemos habilitado centros para que se trabajen los materiales reciclados para procesarlos y que sean nuevamente insumos. La EC es reducir la palabra basura para que esta denominación se transforme en insumo.
El otro eje fundamental es la modernización, es justamente esto hacer los procesos más fáciles, más dinámicos, menos burocráticos. No pedirle al vecino lo que la administración pública puede conseguir. Los procesos deben ser ágiles y no estancarse.
-¿Cuál es el rol que tuvo la Guía de Soluciones para Ciudades Inteligentes?
El Banco Interamericano ha sido una ayuda permanente y un organismo muy inspirador. Empezamos este proceso con un libro que cuenta un poco el dolor de cabeza que es para un ciudadano tener que hacer un trámite en la administración pública que se llama “El fin del trámite eterno” y justamente en eso el BID había hecho un relevamiento muy interesante del funcionamiento de las principales administraciones públicas de Latinoamérica y el Caribe y había detectadoel promedio del tiempo que perdía un ciudadano en hacer un trámite: 5 horas de su vida.
En Argentina, el 20% de esos trámites lamentablemente debía concurrir tres veces como mínimo a la misma ventanilla para poder resolver el trámite. Imaginate que en tu vida estés perdiendo ese tiempo para hacer un trámite, tenés que dejar o de trabajar, o de hacer deporte o de estar con tu familia. Es un tiempo muerto para el ciudadano por no ser ágiles.
Esta ruta nos sirve porque nos permite una reflexión y un análisis. Ellos nos observan las cosas que tenemos que mejorar, como por ejemplo la base de datos. Además nos dijeron que era necesario que fortalezcamos más la coordinación porque se trata de un área transversal y no todos pueden entender la lógica de la modernización de la misma manera.
-En medio de la transición hacia una ciudad inteligente ¿Cuál es el rol del CorLab?
Es nuestro Laboratorio de Innovación. Córdoba tiene un núcleo de emprendedores tecnológicos muy importante. Muchos unicornios han salido de acá al igual que otros emprendimientos nacionales. Después de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires somos la ciudad con más emprendedores digitales o startups del país y la número 13 en todo el continente.
El CorLab hizo un relevamiento de todos estos emprendimientos, los clasificó y dialogamos permanentemente con ellos. Nos nutrimos con su innovación y ellos de nuestras demandas.
Hemos decidido que nuestra política para llegar a ser una ciudad inteligente es buscar la respuesta que el sector privado nos puede dar porque es mucho más dinámico, mucho más innovador y se ha adaptado mucho más rápido a cuestiones que dentro de la administración pública no hemos logrado.
Esta conexión con emprendedores digitales del sector privado le permite a la administración pública enriquecerse y nutrirse y a ellos les permite tener la mirada de una administración pública que obviamente es diferente a la de la administración privada en algunas cosas. De vez en cuando contratamos los servicios de estas startups y tienen que adaptar sus tecnologías a las exigencias de una administración pública y a satisfacer la demanda de la población.
“Somos únicos en Iberoamérica en tener un fondo de ciudad inteligente que es un fondo que va a permitirnos enlazarnos con emprendimientos digitales”
La importancia del CorLab está en hacer ese monitoreo permanente de estos emprendimientos. De hecho hoy nos vamos a reunir con la comunidad ángel, es decir con aquellos que invierten en estos emprendimientos porque entienden que en el futuro van a ser exitosos.
En el diálogo que podemos tener con esta comunidad de inversores ángeles sumado a nuestros emprendimientos tecnológicos seguro podemos extraer un montón de información y tecnología nueva que podemos aplicar a la velocidad que requiere la administración pública en nuestros procesos.
Somos únicos en Iberoamérica en tener un fondo de ciudad inteligente que es un fondo que va a permitirnos enlazarnos con emprendimientos digitales para no solo tomar respuestas a las demandas de la administración pública, sino también para potenciarlos y ser socios de ellos en el éxito que pueden tener en el futuro.
Una ciudad inteligente para nosotros también es asociarnos con estos emprendedores porque entendemos que ellos están más abiertos a los cambios y a la innovación que lo que podemos estar nosotros desde nuestros escritorios en la administración pública.
-¿Cómo se sigue después de un año tan bueno con tantas distinciones y reconocimientos en el continente? ¿La vara está más alta?
Si, la vara está mucho más alta. Primero lo tomamos como un mimo para seguir adelante porque todavía hay mucho por hacer y todavía lo tenemos claro y muy monitoreado, con lo cual vamos a continuar avanzando porque también hay apoyo del intendente.
“La vara es alta pero vamos a poder seguir”
Creo que tenemos las herramientas para hacerlo. La vara es alta, pero tenemos muchos aliados que nos están apoyando, por ejemplo BID LAB nos va a contribuir con U$S 800 mil para financiar el Fondo de Ciudades Inteligentes y para estudiar cuestiones nuevas de innovación como la compra pública de innovación.
Además tenemos a la CAF que está todo el tiempo viendo como funciona el Cor Lab porque entienden que estas herramientas son fundamentales para el desarrollo de las ciudades inteligentes. Somos como su conejillo de indias porque saben que tenemos voluntad política y creo que estamos bastante capacitados. La vara es alta pero vamos a poder seguir.