Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Reciclar los plásticos y convertir los residuos en materia prima que sirva para la generación de nuevos productos es la premisa de este nuevo paradigma que se propone salvar el mundo del Cambio Climático. Conoce más en esta nota.

La situación de los residuos en general en todo el mundo, pero principalmente de los plásticos desperdigados por las industrias a nivel mundial, es una de las preocupaciones más urgentes para reducir el impacto ambiental de la actividad económica. Para eso no solo es imprescindible avanzar hacia la reducción de este material y su posterior tratamiento, sino también poder “alargar” la vida útil de los mismos. 

La premisa es simple, antes que nada es necesario que todos los ciudadanos revisen en sus hogares: “¿Es necesario tirar los plásticos o pueden reutilizarse?”. Hoy en día es normal que las personas utilicen este tipo de materiales en sus hogares, ya sea con botellas como macetas o floreros o frascos de vidrio como vasos para tomar. Por otra parte, hay quienes se encargan de juntar todos los envases plásticos dentro de botellas para hacer los eco ladrillos o simplemente llevan las tapitas a los centros de recolección más cercanos. 

Esto es parte de diversas estrategias impulsadas por Organizaciones No Gubernamentales (ONG), gobiernos nacionales y organismos internacionales que buscan impulsar un nuevo paradigma económico: la Economía Circular

Según expresaron desde la Red Pacto Global Argentina,  “se trata de una nueva forma de encarar las relaciones entre el medio ambiente, los consumidores, las empresas y los organismos públicos, y presenta un gran potencial para la economía global y el desarrollo sostenible”. 

Además, los primeros apuntados por este nuevo paradigma económico son las empresas que deben modificar las formas de producción actuales a partir de modelos innovadores que conlleven a una industria más justa, e inviten al cliente o usuario, a comportarse de forma diferente.

En palabras de Luis Lehmann, especialista en la materia, a Utopía Urbana se trata de un “nuevo paradigma en la gestión de los recursos que intenta primero, a partir del diseño evitar que existan residuos y que estos materiales se queden dentro del proceso productivo la mayor parte del tiempo posible alargandola posibilidad de generar valor”. 

En ese sentido se relaciona directamente con algunas legislaciones que se han empezado a brindar en todo el mundo, principalmente en Europa, pero también en casos como Argentina, la Ley de Envases o de responsabilidad ampliada del productor que proponen que los productores mantengan un grado de responsabilidad por todos los impactos ambientales de sus productos a lo largo de su ciclo de vida, desde la extracción de las materias primas, pasando por la producción y hasta la disposición final del producto como residuo en la etapa de posconsumo. De esa manera podrían articular con recolectores y recicladores para poder extender la vida útil de los mismos. 

En el caso del plástico, pero muy  común en gran parte de los residuos generados, hay que tener en cuenta que se trata de un material no regenerativo y de alto impacto negativo en todas las etapas de su ciclo de vida, ya sea producción, transporte y posterior consumo. Por esta razón es sumamente importante regular la gestión de los mismos. 

Para entender mejor la situación en números, un país como Argentina  genera 1,15 kg de basura por persona en Argentina, lo que se traduce en 52 mil toneladas diarias. De este número, un 65% se dispone en rellenos sanitarios y el 35% restante se dispone en basurales a cielo abierto -se estima que hay más de 5.000 basurales de este tipo en el país-. Estos sitios de disposición final irregular representan un riesgo para la salud de las personas de los centros urbanos circundantes y un foco de contaminación ambiental.

El objetivo principal es aumentar la cantidad y variedad de materiales recuperados de los productos y minimizar el impacto ambiental de los residuos, alentando a los productores a asumir las responsabilidades extendidas de recolección, reciclaje y diseño de productos y envases con mayor nivel de reciclabilidad, mediante distintos incentivos. De esta manera, se intenta prevenir y reducir el impacto de los envases sobre el ambiente y la salud de las personas.

Sin embargo, las empresas no son las únicas responsables de reducir el impacto ambiental de los plásticos. Aquellos que los consumen y los utilizan son quienes siguen en esta cadena de responsabilidades para reducir la contaminación provocada por los mismos. 

Si estamos hablando de sostenibilidad ambiental, económica y social la economía circular a partir de los modelos de negocio y de sus herramientas es la que puede permitir lograr esta meta de la sostenibilidad. De igual manera la sostenibilidad es un punto de llegada, la economía circular es el medio para lograrla”, sostuvo el especialista. 

La Economía Circular toma impulso en la región

La intención de este tipo de economía es ampliar el concepto de la materia prima y comprender que lo que hasta hace algunos años era tratado simplemente como basura, hoy tiene una nueva oportunidad aportando una solución al Cambio Climático y a la contaminación ambiental al mismo tiempo que reduce la huella de carbono. 

En pocas palabras, la Economía Circular se encarga de tomar aquellos descartes de la sociedad, siendo un caso muy representativo el de los plásticos, para reconvertirlos en objetos nuevos y así alargar su vida útil. En ese sentido muchas organizaciones al marcado el norte. Como ejemplo de esta práctica puede citarse el de Tapitas x Patitas, la ONG que combina el reciclaje con la ayuda animal o bien el de Mutan, que utiliza tapitas de botellas para fabricar anteojos y otros elementos

¿Sabés qué es la #EconomíaCircular?

Desde el sector público también buscar dar impulso. En ese sentido, desde el Gobierno Nacional han elaborado diversos planes que buscan impulsar este tipo de paradigma. Uno de ellos es el  Programa Nacional de Fortalecimiento de la Economía Circular, Inclusiva, Comunitaria y Local (RECIPLO) que busca contribuir al Desarrollo Sostenible con inclusión social e igualdad de género, mejorar la sustitución de la tracción a sangre mediante la implementación de herramientas que mejoren el trabajo de las y los recuperadores urbanos.

A su vez esperan aumentar la cantidad de materiales reciclables recuperados y mejorar su calidad al mismo tiempo que buscan fortalecer las cadenas de comercialización. Esto favorece ampliamente a las cooperativas y recolectores urbanos, que se ven beneficiados por este tipo de políticas. Para conocer más acerca de este Programa, haz click aquí

Un número a destacar son los datos elaborados por el Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (Ceads), que aseguró que, si bien es incipiente, en la pre pandemia un 40% de las empresas relevadas (unas 80 en total) instrumentan al menos una arista del enfoque circula 

Ciudades como Córdoba (Argentina) ya  han empezado a tomar la Economía Circular como una política de Estado y hasta han organizado la Cumbre Mundial de Economía Circular con referentes de talla mundial. Allí enfatizaron sobre uno de los efectos secundarios de la implementación de este nuevo paradigma que ya está empezando a ser adoptado cada vez más por las ciudades argentinas, que es la generación de numerosos empleos verdes, como el caso de recicladores urbanos, compactadores y emprendedores, como los mencionados anteriormente. 

Córdoba, por su parte, también está haciendo lo propio e incluso han llegado a conseguir un récord mundial de material reciclado por medio de la implementación de la EC. 

Otro caso es el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde han empezado a plantear políticas públicas que impulsen este tipo de Economía como la Ley de Economía Circular, que busca diseñar una estrategia transversal a todas las áreas de Gobierno y en articulación con los distintos actores de la sociedad civil y el sector privado, en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la agenda de Carbono Neutral 2050 y demás compromisos asumidos en la materia.

Para conseguir este objetivo es fundamental no solamente quedarse en la intención del reciclaje, sino también empezar a pensar en alternativas viables y no contaminantes a la hora de producir industrialmente. Para ello ya han empezado a aparecer diversas variables que incluyen el Eco Diseño, como por ejemplo la fibra de cáñamo, con el que se puede suplir desde el plástico hasta la fibra textil. 

Si bien ya se ha generado cierta conciencia sobre la temática y la importancia del reciclaje, aún falta que gobiernos y empresas empiecen a tomar a la Economía Circular como una política propia que permita avanzar y articular a los distintos actores y factores de la sociedad. Teniendo en cuenta que los principales contaminante provienen de la acción de las ciudades, la necesidad de implementar este tipo de sistema económico en las grandes capitales del mundo es el factor fundamental de cambio para lograr cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en pos de disminuir el cambio climático y la temperatura ambiental. ¿Vos ya sos parte de la Economía Circular?

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