Avanzar hacia hábitos sustentables es una de las formas ineludibles y determinantes para poder conservar el medio ambiente y mitigar el calentamiento global y el Cambio Climático. Las pequeñas acciones son las que, tarde o temprano, terminarán orientando el futuro.
Ha quedado demostrado que el camino de la sustentabilidad depende, en gran parte, de la conciencia civil a la hora de administrar los recursos, gestionar los residuos y elegir los patrones de consumo. Y con ese respaldo, también es clave exigir a los gobernantes la adopción de políticas de este tipo.
Sin embargo, países como Argentina y la gran mayoría de los latinoamericanos, aún no han logrado instalar un proceso efectivo que permita a los ciudadanos impulsar este camino a gran escala.
De esto y de la importancia de disponibilizar información a la ciudadanía habló Agustina Legasa, más conocida como Blonda Verde por su gran trabajo de concientización y difusión en redes sociales. Desde su rol de influencer ambiental, la mujer ha impulsado diversas campañas y charlas que ponen el foco en el reciclaje, su importancia y en las acciones ambientales en curso implementadas en diversos niveles de gobierno.
Además es economista con un máster en reciclaje realizado en la Universidad de Barcelona y ha tenido experiencia en el área de reciclaje de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que le permite, hoy por hoy, desarrollarse como profesional en el Ministerio de Desarrollo Sustentable de Nación, específicamente en el sector de residuos.
Desde allí ha centrado su plan de acción en la difusión de este las medidas impulsadas por los distintos gobiernos. Desde su cuenta de instragram se encarga de dar a conocer cuestiones como el GIRSU, la Ley de Envases y su importancia y diversos textos y libros para mejorar los hábitos cotidianos.Además de brindar información sobre diversas campañas y formas prácticas de reciclar en casa.
Reciclaje, Economía Circular (EC), gestión de residuos y más en esta imperdible entrevista.
-¿Cómo fue que surgió este proyecto?
Soy economista, siempre me dediqué a eso, sobre todo trabajando para el Estado. Me fui a estudiar un Máster sobre reciclado en Barcelona y cuando volví empecé a trabajar en la Dirección de Reciclado del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y ahí empecé a aprender un montón de cosas que no sabía que estaban funcionando como la articulación con las cooperativas y la separación en orígen.
En ese momento empecé a mostrar todo por las redes sociales y la gente se empezó a copar, por lo que decidí hacerlo público para que la gente lo conozca. Ahí empecé a investigar más y a “comunicarlo en serio”, además de meterme mucho más adentro del mundo de la sustentabilidad en general, para lo que necesité empezar a leer informes y libros porque me interesaba y a la gente también.
Blonda Verde // La importancia del Reciclaje
-¿Qué actividades llevas a cabo desde el emprendimiento?
Las redes derivaron en distintas cosas y empecé a generar vínculos con emprendimientos y empresas, ofreciendo capacitaciones y asesorías de lo que tiene que ver con el activismo imperfecto del cambio de hábitos para poder hacernos responsables de nuestro consumo, entender nuestro impacto e intentar hacer las cosas mejor porque eso nos permite exigir a nuestros gobernantes distintas políticas porque conocemos la importancia. Por otra parte es importante el trabajo de la comunicación, de poder visibilizar cosas que se estaban armando en la Ciudad y ahora en Nación.
-¿Es más fácil implementar este tipo de políticas en ciudades como Buenos Aires a pensar en lograrlo en todo el territorio del país?
La ciudad de Buenos Aires ya tiene una estructura muy avanzada, con las maquinarias, los predios, con la gente en la calle organizada. Solo falta que la gente separe mejor. En Nación falta justamente esta estructura, hay lugares donde están en cero, los recuperadores trabajan en condiciones pésimas desde el basural y la gente no separa absolutamente nada. Ahí hay que cambiar todo y concientizar a la sociedad, organizar a los recuperadores para que dejen de trabajar en el basural y pasen a trabajar en la recolección y clasificación en los predios, hay que comprar e instalar toda la maquinaria necesaria, armar rellenos sanitarios, sanear basurales, entonces el tiempo de gestión no es la misma. Tampoco es la misma búsqueda de eficiencia.
-¿Crees que a la gente en general le falta entender que después del reciclado hay un proceso que recupera ese material y lo convierte en materia prima por medio de la Economía Circular?
Creo que hay un desconocimiento generalizado en toda la cadena global del reciclado. La gente parte de la desconfianza porque no cree que separar sirva de algo, además no saben cual es el siguiente paso cuando uno separa, tampoco conocen el trabajo que hacen los recuperadores cuando reciben el material o adonde va el material de la bolsa verde cuando vacías el material en uno de esos tachos.
Lo que va a un tacho verde o le damos en mano a los recuperadores tiene un canal totalmente diferente al de las bolsas negras que se entierran en el relleno sanitario. Hay una siguiente etapa de reclasificación, lo que se junta se separa por materiales, ya sea papel blanco, de diario, cartón, plástico en todos sus números, además los transparentes tienen un precio menor al de los colores.
Todo esto requiere un montón de infraestructura, mano de obra, personas trabajando de manera manual. Justamente a eso intento meterle foco en la cuenta, a visibilizar este camino, reafirmar que el tacho verde definitivamente va a otro lugar. Hay que ver que pasa si no reciclamos. No tenemos noción de lo mal que hacen los basurales, a la gente que vive cerca pero también al agua que tomamos y al aire que respiramos.
-¿Qué rol tienen las empresas en este lugar? Más teniendo en cuenta que, principalmente en las zonas céntricas, está repleto de vasos, cubiertos y papeles por ejemplo de las casas de comida.
Es una muy buena pregunta porque las empresas hoy tienen responsabilidad cero en cuanto a los residuos que meten en el mercado. Eso es una situación gravísima que estamos intentando revertir y que se solucionaría muy fácil con una ley de envases. Hay muchos proyectos de ley, hay más de 20 y presentados pero el tema es ver qué responsabilidad se le asigna a cada una de ellas. Personalmente creo que las empresas deberían pagar el costo que sale gestionar esos residuos. Esa es la manera de hacerse cargo para que esos materiales que ellos ingresan en el mercado sean efectivamente recuperados para su reciclado.
(Las empresas) van a tener que elegir mejor los materiales que ponen en el mercado.
En ese sentido van a tener que elegir mejor los materiales que ponen en el mercado, porque hay muchos productos que hoy no se reciclan y se meten en el mercado con la promesa de que si es separado en origen se puede reciclar, pero la realidad es que mucho de esos plásticos hoy no se reciclan.
Por otro lado, se tienen que asegurar de que mucho de esos materiales sean separados por la sociedad entonces deberían cumplir un rol en la concientización al respecto y obviamente tienen que hacer todo esto considerando a los recuperadores que trabajan de esto porque es la realidad que hay en el país.
Hoy hay una realidad y es que hay un montón de recuperadores trabajando y viviendo de esos materiales de clasificación y separación y hay que ver cómo se hace para incluirlos, ya sea en la recolección, contratándolos. Hay un montón de formas de hacerlo y mantener la responsabilidad extendida del productor de manera pública, privada o híbrida.
Queda claro que necesitamos que se hagan cargo, si el productor decide poner determinado producto en circulación, entonces ese material no tiene que terminar en un relleno sanitario o en un basural a cielo abierto contaminando. Es una lucha muy difícil porque se lleva a un plano económico impositivo, las empresas dicen que es un impuesto más, pero no es realmente un impuesto, se trata de que las empresas se hagan cargo de un costo que hoy no están considerando.
Obviamente en una estructura de costo de estas empresas impacta en los precios, o puede no impactar. El hecho está en que ese costo de gestión de esos residuos que debería hacerse cargo la empresa hoy lo estamos pagando todos los habitantes del país a través de nuestros propios impuestos municipales.
-¿Cómo ves hoy en día en el país el desafío de llevar adelante una Economía Circular (EC)?
Para empezar necesitamos entender mejor el término de Economía Circular que me parece que se está expandiendo un concepto equivocado del término. Se lo asocia exactamente a un sinónimo de reciclado y en realidad el reciclado dentro de la economía circular es el último eslabón de todas las acciones y cadenas que hay que hacer en cuanto a la gestión de residuos.
La Economía Circular lo que plantea es un uso racional de los recursos que permita la regeneración
La Economía Circular lo que plantea es un uso racional de los recursos que permita la regeneración. Esto quiere decir producir con un tope que permita la regeneración de esos recursos que necesitamos para seguir produciendo, y que eso se haga a través de la lógica de una minimización del uso de recursos. O sea, cada vez usar menos para producir lo mismo a través de la reparación y reutilización como pilares. Las cosas tienen que tener una expectativa de vida alargada que tenga la posibilidad de ser reparado para poder estirar aún más la vida útil y que en caso de no ser reparado que se pueda desarmar para poder recuperar las partes y los materiales para reinsertarlos en otros productos por ejemplo.
Es difícil empezar a meter estos temas, pero la Economía Circular es más fácil de lo que suena en el sentido de que es muy práctica, muy aplicable
Se habla de una economía en cascada donde las cosas vayan derivando de esta manera, donde si no lo puedo reparar lo puedo desarmar, si lo desarmo entonces puedo usarlo en otro producto. Recién ahí si un componente no funciona se desarma de nuevo para reciclarse y que vuelva a ser el pedazo de metal que sea. El reciclado dentro de la Economía Circular es recién el último eslabón.
Tenemos que arrancar por entender bien qué es la Economía Circular y a qué nos referimos con esto. Creo que hay un par de empresas que lo están empezando a entender pero la mayoría no tienen ni idea. Es un proceso porque se trata de un término nuevo, por ejemplo yo como economista nunca lo escuche en la facultad y estoy segura de que siguen sin nombrarlo hasta el día de hoy. Es difícil empezar a meter estos temas, pero la Economía Circular es más fácil de lo que suena en el sentido de que es muy práctica, muy aplicable. Definitivamente la mayor parte de las empresas que lo están aplicando están viendo rendimientos económicos, es decir que ganan plata implementando la EC porque justamente al usar menos recursos tienen menores costos.