Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Con una firme apuesta por la sostenibilidad, la capital neuquina redefine su modelo urbano a través de áreas protegidas, movilidad sustentable, gestión de residuos y participación ciudadana. Francisco Baggio, subsecretario de Ambiente local, nos detalla la transformación en marcha.

En los últimos años, la ciudad de Neuquén en la Patagonia argentina ha consolidado una política ambiental integral que la posiciona como una de las capitales más comprometidas con la sostenibilidad en el país. Desde la expansión de áreas naturales protegidas hasta innovadores planes de movilidad sustentable, la capital neuquina avanza hacia una transformación urbana basada en el cuidado del ambiente, la planificación climática y la participación ciudadana.

En el marco de este proceso, desde Utopía Urbana dialogamos con Francisco Pancho Baggio, subsecretario de Ambiente y Protección Ciudadana de la ciudad de Neuquén, para conocer más sobre la estrategia que impulsa el municipio y los desafíos de cara al futuro.

Consultado sobre uno de los principales ejes de la gestión ambiental, Baggio explicó:

“La creación del Parque Ribereño de la Confluencia, junto con otras áreas protegidas como Perlas del Limay o Península Hiroki, forma parte de un nuevo modelo de ciudad que reconoce el valor ecológico del entorno. Ya no crecemos de espaldas al río, sino con políticas activas de conservación”.

Estas áreas naturales, además de preservar la biodiversidad, actúan como pulmones verdes urbanos y espacios de recreación sustentable. Se integran a una red de corredores biológicos y se complementan con paseos públicos como la costanera del Limay.

Uno de los grandes avances en la movilidad urbana fue la implementación del Sistema de Bicicletas Públicas (SIBICI), que ya superó los 15.000 viajes realizados y cuenta con más de 9.000 personas registradas.

“Neuquén tiene más de 70 kilómetros de ciclovías que no solo conectan la ciudad, sino que promueven un cambio cultural. . “Queremos que cada vez más gente elija la bici como medio de transporte habitual”,  detalla Baggio.

Además, el municipio está trabajando en infraestructura para garantizar seguridad vial, estaciones de recarga, y articulación con políticas de movilidad inteligente.

El programa de recolección domiciliaria de residuos voluminosos ha tenido un impacto directo en la limpieza urbana. Solo en los últimos años se recolectaron más de 17 millones de kilos de residuos, y se recuperaron más de 14.000 kilos de materiales reciclables.

“El objetivo es erradicar los microbasurales y fomentar la separación en origen. Cuando la ciudad está limpia, mejora la calidad de vida y también el ambiente”, sostuvo el funcionario.

La ciudad también cuenta con campañas educativas y estaciones de reciclaje para promover la economía circular.

Desde 2022, Neuquén impulsa un Plan Local de Acción Climática (PLAC) que busca cumplir con la Ley Provincial 3454. Para ello se conformaron Mesas Sectoriales con más de 120 referentes sociales, técnicos e institucionales que trabajan en conjunto para identificar vulnerabilidades climáticas y proponer soluciones concretas.

“La crisis climática nos interpela a todos. Por eso abrimos espacios de participación donde se construye desde abajo una estrategia climática seria, con indicadores y metas claras”, afirmó Baggio.

Además, la ciudad publica informes ambientales periódicos con datos sobre calidad del aire, del agua, uso del suelo y energía.

Una de las señales del enfoque democrático de la gestión ambiental es la realización de audiencias públicas obligatorias para evaluar proyectos con impacto ambiental. Solo entre marzo y mayo de 2025 se realizaron debates sobre el parque solar Centenario I, una central térmica, un poliducto y una planta de tratamiento de residuos.

“Estamos convencidos de que la transparencia y la participación son herramientas clave. Cualquier proyecto con impacto ambiental debe pasar por la mirada de la ciudadanía”, remarcó el subsecretario.

Neuquén capital está dando pasos firmes hacia un modelo urbano más sustentable. Sin embargo, aún quedan desafíos: mejorar el transporte público eléctrico, ampliar la red de reciclaje, y avanzar en la eficiencia energética de los edificios públicos.

“La ciudad cambió y sigue cambiando. Apostamos a un desarrollo con identidad, donde la naturaleza, la tecnología y la ciudadanía trabajen juntas”, concluye Pancho Baggio.

Neuquén avanza. Y lo hace con una estrategia ambiental que pone al planeta en el centro del modelo de ciudad.

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