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La Economía del Conocimiento ocupa un lugar de privilegio en Argentina en cantidad de empleo, empresas y por ser el 4to complejo exportador del país. La impulsan factores como el talento y el emprendedorismo, pero la frenan las dificultades macro y a la vez enfrenta una creciente competencia. En esta entrevista, Luis Galeazzi, Director Ejecutivo de Argencon, nos explica su importancia y cuáles son los desafíos actuales y a futuro

Mucho se habla de la Economía del Conocimiento (EdC) en la actualidad. En parte por el desarrollo tecnológico e innovador de este nuevo milenio y en parte a la hipercomunicación y digitalización en el mundo, que nos tiene rodeados de información, conocimientos que favorecen el desarrollo cotidiano de las personas y sus actividades. 

Esto básicamente ha permitido la generación de una matriz económica que se basa justamente en la información, la innovación y el conocimiento con la tecnología como eje central. La Economía del Conocimiento involucra actividades y sectores diversos como desde Software, Audiovisual, Biotecnología y Bioeconomía, Electrónica y Comunicaciones, pasando por Servicios Profesionales de exportación, hasta la Nanotecnología, la Industria espacial y satelital, y el uso de tecnologías disruptivas como la Robótica, IA, IoT, por citar algunas. 

Su impacto es transversal en todos los sectores de actividad tradicionales y emergentes, apuntalando su eficiencia y competitividad. 

En Argentina la Economía del Conocimiento ocupa un lugar de privilegio, ya que genera más de 450 mil puestos de trabajo de calidad, en un marco de unas 70 mil empresas y emprendimientos, basado en factores locales determinantes como el talento y el emprendedorismo, entre otros activos. Pero no sólo eso: el sector es el 4to complejo exportador de Argentina, con US$ 7.800 millones en 2022. 

No obstante debe enfrentar desafíos importantes, algunos derivados de la macroeconomía local y otros de la creciente competencia internacional.Para entender mejor su desarrollo y poder enfocarlo dentro de un marco argentino, desde Utopía Urbana dialogamos con Luis Galeazzi, Director Ejecutivo de Argencon, la asociación que nuclea a las principales empresas del conocimiento en el país y busca posicionar a Argentina en el mercado global como un proveedor de servicios de alto valor agregado. Galeazzi con más de 35 años de experiencia en el mundo corporativo, ocupa un rol clave para impulsar este sector desde Argencon, cámara que recientemente cumplió 10 años. 

“El argentino medio es un argentino que tiene una cultura de innovación y eso es muy apreciado en la Economía del Conocimiento porque justamente es una economía de innovación”, explicó el especialista a este portal. 

Además, nos explicó el crecimiento exponencial de la EdC en el país y mencionó algunas cualidades que permiten que los argentinos sean destacados a nivel mundial, incluso logrando formar parte del universo de las empresas unicornios  que Argentina cuenta (aquellas startups que crecieron tan rápido que ya tienen una valorización superior a US$ 1.000 millones como Mercado Libre, OLX, Globant, Despegar y UALÁ, entre otros)

Por otra parte, los desafíos y oportunidades de este sector no solo deben ser sorteados por las empresas y las individualidades, sino que es necesario que el Estado forme parte de la toma de decisiones, algo similar a lo que ocurrió con el Silicon Valley de San Francisco. 

“Tenemos mucho también para venderle al mundo. Mucho para integrarnos con el mundo, por suerte jugamos en esa liga. No estamos en el furgón de cola, sino que somos un país bastante significativo en la generación de innovación”, explicó. 

Conoce más en esta entrevista exclusiva a Luis Galeazzi. 

FRENTE A UN MUNDO EN EL QUE LA TECNOLOGÍA Y LA DIGITALIZACIÓN SON UNO DE LOS PILARES DE LA TRANSFORMACIÓN, ¿POR QUÉ LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO ES TAN IMPORTANTE HOY Y A FUTURO? ¿QUÉ SECTORES Y ACTIVIDADES INVOLUCRA?

La economía del conocimiento ya no es algo sectorial o que dependa de solo un sector o de una determinada industria. Es más un modo de vida, hay una sociedad digital que demanda bienes y servicios digitales, toda la productividad de los sectores están siendo realizadas y diseñadas a partir de nuevas tecnologías. 

“Es un cambio de era, tal como la electricidad cambió la sociedad a principios del siglo pasado, hoy la revolución digital ha transformado a la sociedad y ha generado lo que se llama la sociedad del conocimiento” 

Un automóvil, que es la cosa más común que tenemos, que es un hecho mecánico y metalúrgico, después empezó a ser electrónico y hoy en día las propias empresas productoras se piensan más como empresas de servicios de transporte o movilidad. Es decir que están pensando en automóviles rentados, no ser dueño de un automóvil, sino ser comprador de un servicio. Todo el fenómeno de la movilidad se ha transformado completamente y con eso la industria del automóvil. 

Todo esto sucede porque hay una nueva era digital que redefine todo lo que está dentro de las industrias. No estamos hablando solo de empresas que hacen software como a principio de siglo se pensaba. Es un cambio de era, tal como la electricidad cambió la sociedad a principios del siglo pasado, hoy la revolución digital ha transformado a la sociedad y ha generado lo que se llama la sociedad del conocimiento. 

Por lo tanto, esto no puede acotarse a un fenómeno industrial o de los programadores. Esto es un cambio de época, por eso es tan importante. 

¿CUÁLES SON LOS PILARES DEL DESARROLLO HISTÓRICO DE LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO EN ARGENTINA? ¿EN QUÉ SECTORES Y ACTIVIDADES HAY VENTAJAS COMPETITIVAS DE ARGENTINA?

Nosotros tenemos presencia dentro de estos motores de innovación que son las empresas del conocimiento que es mucho mayor que la posición que Argentina tiene en el mundo como un país de economía emergente. Es decir tenemos buena ciencia, buena tecnología, buenas empresas

“Tenemos mucho también para venderle al mundo. Mucho para integrarnos con el mundo, por suerte jugamos en esa liga. No estamos en el furgón de cola, sino que somos un país bastante significativo en la generación de innovación”

Para poner un ejemplo, Globant es una de las empresas de software mejor calificadas del mundo y Globant es una empresa fundada por cuatro ingenieros en la ciudad de La Plata hace 20 años. Argentina tiene una potencia creativa que se ve en todas los startups, en la generación de los unicornios, en la adopción de tecnologías. Somos una sociedad bastante sofisticada, mucho más que el nivel geopolítico que tenemos. 

Tenemos mucho también para venderle al mundo. Mucho para integrarnos con el mundo, por suerte jugamos en esa liga. No estamos en el furgón de cola, sino que somos un país bastante significativo en la generación de innovación y talento, entre otros activos clave. Los profesionales argentinos son muy reconocidos en todos lados. 

¿A QUÉ SE DEBE ESTE PROCESO?

Creo que confluyen dos cosas. Primero un nivel de educación que es indispensable. Si no hay educación esto no funciona y Argentina tiene 123 Universidades al día de hoy, una cantidad de escuelas técnicas y muchas de ellas no están dentro del sistema educativo formal, son las “Digital House” de este mundo. 

“El argentino medio es un argentino que tiene una cultura de innovación y eso es muy apreciado en la Economía del Conocimiento porque justamente es una economía de innovación”

Ese nivel de educación se sostiene pese a todos los niveles estructurales que hay en el país. Ese es el primer factor, el segundo factor es que los argentinos nos hemos acostumbrado a surfear situaciones conflictivas, de riesgo e incertidumbre que nos ha creado un gen resiliente y un gen creativo. Somos muy originales para encontrar soluciones a los problemas. Tenemos una tendencia natural a resolver problemas producto de nuestra gimnasia tan sufrida de los ciclos económicos. 

El argentino medio es un argentino que tiene una cultura de innovación y eso es muy apreciado en la Economía del Conocimiento porque justamente es una economía de innovación. Estas dos cosas han confluido y han generado una base de profesionales, no siempre recibidos porque no hablo en términos de academia. Hablo de gente preparada para generar innovación tecnológica. 

CON LA LEY 27.506 SE INSTAURÓ EL “RÉGIMEN DE PROMOCIÓN DE LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO” EN 2019. LUEGO TUVO ALGUNAS MODIFICACIONES. ¿CUÁL ES LA SITUACIÓN ACTUAL? ¿POR QUÉ ES CLAVE?

Argentina es un país que tiene todas estas virtudes: los profesionales, el talento, el desarrollo. Pero por el otro lado tiene un gran contrapeso, porque es un país que no tiene reglas económicas claras y básicamente tiene un escalón de competitividad más bajo que otros países. 

Los problemas del régimen de cambio, la normativa y otros hacen que desde Argentina sea complicado operar. Entonces hay algunas leyes que se han desarrollado en la historia que han tratado de compensar ese escalón negativo que tenemos en nuestra competitividad. 

La primera fue la ley de software, que se hizo en el año 2004 (NdR: Ley de Promoción de la Industria del Software – Ley 25.922/2004) y existió hasta el año 2019 y a partir de ahí se sucedieron distintos formatos de ley de la llamada Economía del Conocimiento. Ya no fue solo para el sector software, sino para diversas verticales. 

Esa ley se votó primeramente en el año 2019, se suspendió en el año 2020 por el actual gobierno. Entró en una especie de limbo y finalmente se votó una reforma. Esa reforma tuvo un formato en Diputados que luego se cambió en el Senado y actualmente hay una ley que de alguna forma es el resultado de todos esas idas y vueltas. 

No es una ley positiva. Es muy complicada, muy burocrática. Mantiene algunos de los principios interesantes de la idea de promoción que es básicamente la idea de mejorar nuestro nivel competitivo en el mundo, pero su reglamentación y su formato es muy complicado. Es muy burocrático, muy sujeto a la discrecionalidad de la autoridad de aplicación entonces creemos que es una ley bastante mejorable. De todas formas hay que rescatar que Argentina tiene una ley para el sector. Hay 600 empresas adheridas, 400 venían de la ley de software, 200 se han adherido últimamente. Es decir, existe, es un paso positivo pero es muy mejorable

¿QUÉ DESAFÍOS TENEMOS POR DELANTE? ¿CÓMO ESTAMOS FRENTE COMPETENCIA INTERNACIONAL CON OTROS PAÍSES? ¿QUÉ POLÍTICAS O ACCIONES DEBERÍAMOS IMPLEMENTAR A NIVEL INTERNO?

Hay que mirar esto como un desafío para Argentina. Si Argentina tiene las capacidades para seguir operando en el sector de innovación en el mundo, como proveedor de bienes y servicios sofisticados al mundo. Esto Argentina lo mantiene, hay startups y empresas que permanentemente se dedican a generar innovación en el rubro agrotecnológico, en el biotecnológico, en lo que es Inteligencia Artificial. 

“Creemos que tiene que haber una política pública de apoyo a esto porque es como jugar en primera. Es decir, esta es la economía que mueve el mundo. No estar acá sería un grave error”

Tenemos un gran potencial, somos un país que produce satélites. Pocos países en el mundo producen sus propios satélites y Argentina lo hace. INVAP es una maravilla como empresa de ingenieros y físicos que se dedica a energía atómica para fines no bélicos, específicamente para salud, para lo que es satelización. Es una empresa punta del mundo. Argentina tiene esta potencia. 

Debemos  reconocer este valor activo que contamos, que es un activo tecnológico, educativo y tecnológico que tenemos y apostar a él, básicamente como una estrategia de desarrollo de estas capacidades que hemos desarrollado a lo largo de la historia.  Y esto es un tema que está en discusión porque Argentina realmente no ha tenido desde la política pública una mirada consolidada sobre esto. Creemos que tiene que haber una política pública de apoyo en este sentido porque es como jugar en primera. Es decir, esta es la economía que mueve el mundo. No estar acá sería un grave error.

Link Argencon: click aquí 

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