El mercado ha cambiado como consecuencia de la urgencia ambiental que sacude el planeta. Evidentemente, los métodos tradicionales post revolución industrial han tenido un impacto negativo en la vida de las personas, por lo que resulta imperioso un cambio de paradigma en la producción y los servicios.
Desde el sector corporativo han entendido esta necesidad de transformación y de adaptarse a consumidores que se vuelcan cada vez más hacia empresas y emprendimientos con estrategias sostenibles. Es por ello que ya no quieren perder tiempo de cara a las nuevas demandas del mercado.
Al respecto, si bien es un comportamiento generalizado, existen variedad de estrategias corporativas basadas en la sustentabilidad, que contemplan y combinan desde cuestiones relacionadas al proceso productivo, la logística, el uso eficiente de insumos y materias primas hasta a la optimización en el traslado de los productos o la aplicación de energías renovables, por citar algunas. Aquí en Utopía Urbana hemos repasado en sectores diversos casos de empresas que siguen esta lógica como Mercado Libre, Michelin, Samsung, McDonalds, La Serenísima, Cervecería Quilmes o La Segunda Seguros, pero son solo algunos ejemplos en un marco de un tipo de comportamiento que se afianza.
Ahora conoceremos el particular enfoque de sustentabilidad de la automotriz Toyota que se enmarca en una sólida idea desde el plano de la propia matriz Toyota Motor Corporation y persigue lo que denominan como Desafío Ambiental 2050. Vale aclarar que la firma es la principal productora y comercializadora de vehículos automotores en el mundo y promueve una transformación hacia una nueva lógica de movilidad. Lo propone desde su propia Misión (producir felicidad para todos) y de su Visión (crear movilidad para todos). Es por ello que avanza hacia la electromovilidad y en la búsqueda de incorporar hábitos sostenibles en su cadena productiva, desde la utilización de materiales ecológicos como también la utilización de energías alternativas.
EL DESAFÍO AMBIENTAL COMO MARCO
En 2015, Toyota Motor Corporation presentó una ambiciosa serie de desafíos a cumplir hacia el año 2050. Frente al cambio climático, la escasez del agua, el agotamiento de recursos y la degradación de la biodiversidad, el Desafío Ambiental Toyota 2050 aspira a reducir el impacto ambiental negativo durante la fabricación y conducción de nuestros vehículos, y a contribuir positivamente al ambiente y la sociedad.
El mismo consta de 6 grandes desafíos a los que apunta a futuro: (i) cero emisiones de CO2 en nuevos vehículos; (ii) cero emisiones de CO2 en el ciclo de vida de los productos; (iii) cero emisiones de CO2 en las plantas de producción; (iv) minimización y optimización en el uso del agua; (v) establecer una sociedad basada en la cultura del reciclado; y (vi) establecer una sociedad futura en armonía con la naturaleza.
Estos preceptos son los que se promueven desde la compañía en todos los ámbitos del mundo en los que actúa, entre ellos la Argentina, donde cuenta con una planta de producción en Zárate en la que fabrica sus modelos Hilux y SW4. La filial argentina desarrolló su propio reporte de sustentabilidad de la empresa y, aunque su última versión publicada es la de 2020, la lógica se mantiene viva en sus operaciones. A nivel local, desde fuentes oficiales se planteaba que
Fue el propio presidente de la institución en aquel momento, Daniel Herrero, quien se expidíaó al respecto: “Nuestra meta es conseguir cero emisiones de carbono en nuestras plantas para 2035, y en todo el ciclo de vida de nuestros productos para antes de 2050”.
En esa oportunidad, el máximo responsable de la sucursal argentina elaboró una carta de presentación para el último reporte de sustentabilidad de la empresa, edición 2020: “Queremos mejorar la vida de las personas y estar en armonía con el ambiente, creemos en el diálogo con todas las partes interesadas, impulsando acuerdos y apoyando políticas industriales y energéticas en el camino hacia el carbono neutral. Por eso también fuimos pioneros en la introducción de la tecnología híbrida en nuestro país y seguimos trabajando en la diversificación e incorporación de nuevas tecnologías que contribuyan a las cero emisiones de CO2”. Esa lógica sigue vigente en la gestión actual del nuevo presidente Gustavo Salinas.
Desde la empresa buscan poder incorporar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en sus fábricas, donde ya han identificado 11 de ellos como prioritarios, siempre en pos de contribuir con la Agenda 2030 y así minimizar los impactos negativos y buscando fortalecer los positivos.
Dentro de su plan de sostenibilidad impulsan algunos ejes principales como las energías renovables, la implementación de la economía circular como así también la creación de un comité de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Buscando además generar un valor extra a la actividad, se han asegurado que todos sus proveedores cumplan con la certificación ISO 14001, el reconocido conjunto de normas que cubre aspectos del ambiente, de productos y organizaciones, destacando un estándar internacional de gestión ambiental publicado en 1996.
“Impulsamos un proyecto sustentable con visión a largo plazo basado en la inversión, el crecimiento y el empleo y promovemos el crecimiento sustentable de nuestra cadena de valor y buscando la satisfacción de los clientes”, comentan en un video institucional.
Reporte de sustentabilidad 2020 | Toyota Argentina
En su objetivo de transición energética , no solo promueven la electromovilidad en la región por medio de algunos ejemplos como el primer punto de carga en una concesionaria en Argentina, seguir siendo líder en el país en la oferta de vehìculos alternativos sino también incorporar energía eléctrica en sus fábricas como es el caso de la planta de Zárate que funciona 100% con este tipo de energía.
Uno de los aspectos más destacados a nivel nacional es el de la implementación de la economía circular. Por un lado han incorporado ecopartes en su modelo Hilux, como pueden ser los paragolpes recuperados como así también la utilización de los descartes para crear merchandising.
Por otra parte, estos productos realizados con los descartes de la producción han sido donados a campañas e iniciativas sociales buscando darle un valor agregado a la actividad.
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