Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Te contamos como el diseño urbano integrado se convierte en una herramienta clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, promoviendo ciudades inclusivas, sostenibles y resilientes frente a los desafíos globales. Conoce detalles a partir de un documento del Council on Urban Iniciatives

La vivienda, como columna vertebral de las ciudades, desempeña un papel crucial en la construcción de comunidades más equitativas, sostenibles y saludables. La batalla urbana para controlar la contaminación mundial está cada vez más lejos. Pero no todo está perdido.  El estudio “Vivienda y ciudad: Estudios de caso de diseño urbano integrado»  del Council on Urban Initiatives subraya cómo el diseño urbano integrado puede ser una herramienta poderosa para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por la Agenda 2030 de la ONU. Y en esa lógica se busca una “vivienda y ciudad justa, verde y saludable”.

El documento reúne una serie de iniciativas de vivienda de diferentes ciudades que se desarrollan para promover diseños inclusivos, sostenibles e integrados. Los esquemas varían en escala y ubicación geográfica, pero en cada caso representan un compromiso claro para lograr resultados sociales y ambientales positivos a través de un diseño innovador pero centrado en las personas y el planeta.

En ese sentido a lo largo del documento, en el que también colaboraron ONU Hábitat, LSE Cities y el Institute for Innovation and Public Purpose se muestran algunos de los ejemplos puntuales de ciudades que empiezan a gestionar sus proyectos urbanos de una manera inteligente, integradora y responsable con los ciudadanos y el ambiente. Aquí te contamos algunos aspectos interesantes.

La forma en que se diseña, financia y distribuye la vivienda tiene implicaciones profundas en las vidas de los residentes urbanos. Sin embargo, la creciente financiarización de los mercados inmobiliarios ha transformado a las viviendas en activos financieros, lo que ha incrementado los precios y dificultado el acceso a un hogar digno. Esta dinámica ha perpetuado la exclusión social, la desigualdad y el impacto ambiental negativo.

En este contexto, el estudio destaca la necesidad de un enfoque interdisciplinario que promueva el valor público y priorice el bien común. Desde la distribución espacial de las viviendas hasta su diseño sostenible e inclusivo, las decisiones urbanísticas moldean las dinámicas sociales, económicas y ambientales de las ciudades, especialmente en regiones con rápido crecimiento urbano como Asia y África.

Uno de los casos más destacados del informe es La Borda Housing Cooperative en Barcelona (España), un proyecto que redefine el concepto de vivienda al priorizar el uso colectivo sobre la especulación financiera. Construida sobre terreno público, esta cooperativa integra espacios compartidos como cocinas, lavanderías y áreas sociales, fomentando la interacción comunitaria y reduciendo los costos energéticos.

La Borda no sólo proporciona un modelo de vivienda asequible, sino que también aborda problemas como la soledad y el individualismo urbanos. Su arquitectura adaptable permite responder a las necesidades cambiantes de sus residentes, estableciendo un precedente para iniciativas similares.

La Borda Housing Cooperative en Barcelona (España)

Fuente: Council on Urban Initiatives

En Melbourne (Australia), el proyecto Nightingale Housing destaca por su enfoque innovador hacia la sostenibilidad y la asequibilidad. Este desarrollo cooperativo combate problemas como la dependencia del automóvil y la expansión suburbana al diseñar viviendas que minimizan el impacto ambiental y priorizan el acceso a servicios esenciales.

El modelo de financiamiento y diseño de Nightingale representa una solución replicable para ciudades que enfrentan rápido crecimiento y altos costos de vida, demostrando cómo es posible equilibrar sostenibilidad, funcionalidad y equidad.

En Mumbai (India), el programa Sites and Services Scheme en Charkop ejemplifica cómo las viviendas masivas pueden abordar desigualdades profundas al integrar residentes de diversos grupos socioeconómicos. Este esquema no solo satisface las necesidades actuales, sino que también permite adaptaciones futuras, mostrando cómo el diseño puede evolucionar junto con las comunidades.

Por otro lado, en Singapur, el proyecto Punggol New Town demuestra el poder de las políticas estatales para ofrecer soluciones habitacionales a gran escala. Con más de 170,000 residentes, este desarrollo integra servicios y diseños que atienden a poblaciones diversas, incluidas personas mayores, fortaleciendo el tejido social y ambiental de la ciudad.

Punggol New Town (Singapur): edificios con espacios abiertos integrados a la naturaleza, el agua y un ámbito público altamente conectado.

Fuente: Council on Urban Initiatives

Los casos destacados en el informe del Council on Urban Initiatives ilustran que el diseño urbano integrado es esencial para construir ciudades más justas, verdes y saludables. Este enfoque no solo aborda el derecho humano a la vivienda, sino que también contribuye directamente al logro de los ODS, como la reducción de desigualdades (ODS 10), la acción climática (ODS 13) y la sostenibilidad urbana (ODS 11).

La colaboración interdisciplinaria y el compromiso con el bien común son claves para transformar las ciudades y garantizar un futuro inclusivo y sostenible para todos. El ejemplo de ciudades como Barcelona, Melbourne, Mumbai y Singapur ofrece un camino claro: diseñar viviendas no solo para vivir, sino para prosperar como comunidades.

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