Parte del discurso general corporativo y académico se ha volcado durante los últimos años en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En pos de lograr una transición hacia un mundo con políticas ambientales y la capacidad de proteger los recursos naturales no renovables.
La premisa es simple, cuidar el planeta del presente para poder tener generaciones futuras. Englobados en ese canto, miles de millones de personas y de empresas han empezado a cambiar sus hábitos hacia un mundo más saludable y mejor cuidado.
Pero…¿Dónde empezó esto? ¿Cómo surgieron y qué son estos ODS? La cita de origen de este compromiso es el 25 de septiembre de 2015, cuando la ONU estableció y aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, siendo, según explicó el propio organismo “una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás”.
Como parte de este compromiso firmaron los países lideres del mundo, principalmente los europeos para lograr reducir, en primera instancia, la contaminación ambiental y así poder avanzar año a año a la consecución de estos objetivos.
Quizás para entender mejor estos conceptos sea necesario poder desarmar el concepto de sostenibilidad. Según lo indican los diccionarios, la sostenibilidad es la capacidad de progresar social, cultural y económicamente sin comprometer la capacidad de progresar de las futuras generaciones, “garantizando el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado ambiental y el bienestar social”.
Sin embargo no es algo que queda supeditada solo a los grandes gobiernos o empresas, los ODS son inherentes a la condición humana y es necesario que todos los actores civiles formen parte de este cambio.
Entre lo que persiguen estos objetivos se encuentra todo lo relacionado a la vida de las personas y sus problemáticas sociales, económicas y, por supuesto, ambientales. Dentro de este gran espectro que abarcan estos 17 compromisos internacionales y 169 indicadores que buscan erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda 2030.
Claro que la aplicación no será la misma en todos los países o territorios, sino que deberán, por medio de un análisis preliminar, observar cuales son los que necesariamente deben ser incorporados a la Agenda local. De esta manera, Londres, por ejemplo, con altos niveles de smog en su cielo, impulsa su estrategia hacia la descarbonización de su transporte y así evitar la acumulación de aire contaminado en las zonas céntricas.
Veamos cuales son y de qué se trata:
ODS 1: Pobreza Cero. El primer Objetivo de Desarrollo Sostenible busca acabar con los problemas económicos que atraviesa gran parte de la población. Con una economía desigual e injusta impulsa medidas que ayuden a distribuir las riquezas. El crecimiento económico debe ser inclusivo con el fin de crear empleos sostenibles y promover la igualdad.
ODS 2: Hambre Cero. Así como se promueve avanzar sobre la pobreza extrema del mundo, lograr la soberanía y seguridad alimentaria de las personas es uno de los ejes centrales de los ODS. Para ello se busca, como ejemplo, impulsar modelos de agricultura regenerativa y sostenible.
ODS 3: Salud y Bienestar. Desde ONU anhelan asegurar la salud y bienestar de todas las personas, no solo alentando una alimentación responsable y saludable, sino también promoviendo el acceso a ala salud y una atención digna para todas las personas.
ODS 4: Educación de calidad: Se podría decir que los primeros ODS buscan solventar los derechos básicos de las personas. Hambre, salud y educación. De esta forma buscan que todas las personas tengan las mismas posibilidades y que no haya diferencias entre quienes tienen acceso a la educación y quienes quedan fuera de ella por tener que subsistir en el mercado mundial.
ODS 5:Igualdad de género: La Organización de las Naciones Unidas ha impulsado diversos cambios en relación a las cuestiones de género y el respeto a las mujeres. Buscan articular perspectiva en oficinas, pero también poder asegurar un trabajo digno y condiciones saludables a las millones de mujeres que sostienen la economía global. Uno de los trabajos que más han desarrollado está relacionado a la agricultura latinoamericana, donde las mujeres guardan y aplican conocimientos ancestrales en condiciones totalmente desfavorables.
ODS 6: Agua limpia y saneamientos: Sin agua no hay vida. No se trata de un slogan solamente, sino de la intención de garantizar la disponibilidad de agua y su gestión para todas las personas.
ODS 7: Energía Asequible y no contaminante: Pese a que la disponibilidad de los recursos como el sol y el viento es algo natural en el mundo, conseguir energía en base a estos recursos no es tan simple cuando se viene de cientos de años de explotación de los recursos no renovables. Hoy por hoy, acelerar la transición sostenible no es una acción tan simple, aunque sí urgente y necesario. Además, que todas las personas tengan acceso a la energía es uno de los objetivos más deseados.
ODS 8: Trabajo Decente y Crecimiento Económico: en la actualidad, una de las principales problemáticas en relación a la igualdad de las personas es su capacidad de conseguir trabajo. Con un mercado que ofrece pésimas condiciones y todo tipo de discriminaciones, con los ODS se busca igualdad de oportunidades y el impulso de la producción económica.
ODS 9: Industria, Innovación e Infraestructura. Ya hemos visto en Utopía Urbana cómo hay distintas alternativas de construcción sustentable que van desde la micofabricación hasta pensar en edificios de Cero Emisiones.
ODS 10: Reducción de las desigualdades. Si bien todos los ODS anteriores hacen mención a este objetivo, la intención particular del número 10 es poder unificar los criterios de progreso entre todas las naciones. Por ejemplo, si los países latinoamericanos viven en constante crisis, la intención es poder unificar la vara y avanzar hacia la reducción de la pobreza colectivamente. Algo de esto ya se empezó a ver tras las distintas COP, donde los líderes mundiales se comprometen a invertir en países con menor desarrollo.
ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles: La intención de poder gestionar ciudades limpias, seguras y sostenibles es muy amplia. Como ejemplo puede considerarse desde integrar un sistema de gestión de residuos hasta implementar paneles solares y generadores eólicos para reducir el consumo de las ciudades o bien utilizar el agua de lluvia y concientizar a todas las personas sobre los efectos negativos de tirar basura en la vía pública.
ODS 12: Producción y consumo responsables. Que las empresas giren hacia producciones sostenibles, con eficiencia energética y que los consumidores prefieran las empresas con responsabilidad social es uno de los ejes centrales de este ODS. La Economía Circular surge en respuesta a estos modelos de consumo que ya han quedado varados en el tiempo. El objetivo del consumo y la producción sostenibles es hacer más y mejores cosas con menos recursos.
ODS 13: Acción por el clima. Desde la ONU saben que de nada sirve avanzar hacia estos compromisos si no se consolidan acciones climáticas que recompongan la situación y mejoren la calidad de vida de las personas. Con este objetivo, el mundo y la sociedad en general se comprometen a utilizar responsablemente los recursos como en el ODS anterior, pero también a adoptar medidas activas en cuanto a la mejora de los patrones climáticos. No solo mejorando la gestión de las ciudades, sino también impulsado la forestación, educando y legislando en torno a esta problemática.
ODS 14: Vida Submarina. Junto a los bosques, los océanos hacen el mundo habitable por medio de la generación de oxígeno y la captura de carbono. Protegerlos es una tarea inminente para el desarrollo y progreso del mundo tal como se lo conoce. No solo conservar el agua potable, sino la vida marina tal como se la conoce. Para ello hay que evitar combustibles en las navegaciones, evitar los derrames de petróleo y mantenerlos limpios de plástico.
ODS 15: Vida de Ecosistemas Terrestres: Así como el ODS 14 favorece la conservación de los mares, este busca promover el uso sostenible de los ecosistemas para evitar modificar la vida que se encuentra disponible en ellos. Es decir, no hacer incendios, promover actividades forestales e incorporar cultivos urbanos en los edificios, entre otras cuestiones.
ODS 16: Paz, Justicia e Instituciones Sólidas. Si los países están en guerra no pueden consolidar ciudades y naciones sostenibles y positivamente ambientales. Por esta razón, facilitar el acceso a la justicia y promover instituciones sólidas es un objetivo primordial.
ODS 17: Alianzas para lograr los objetivos: No se puede conseguir un progreso en cuestiones sustentables si los principales actores se encuentran desarticulados. Crear redes entre gobiernos, empresas y la sociedad civil es tan importante como tener un plan de acción.
Ninguno de estos ODS puede articularse por separado del otro. No hay estrategias que hablen del cumplimiento de ciertos ODS sin importar otros. Es un trabajo que busca articular todos los factores y protagonistas del mundo en este rol.
Si bien es cierto que las distintas realidades y necesidades de los países, ciudades y empresas hacen que pongan el foco en ciertos objetivos, el compromiso final es integrar todos a la sociedad moderna.
La Agenda 2030 persigue esa intención, aunque la realidad indica que no es tan simple. Seguramente los países necesitarán más de lo que queda de la década para empezar a implementar estos ODS.