Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Barbara Blaudt, Directora de Planificación  Inteligencia, Innovación y Competitividad en el Turismo en el gobierno brasilero, charló con Utopía Urbana sobre su estrategia de adaptación del modelo Español. Además de los problemas de seguridad buscan mejorar el  la movilidad para darle mayor llegada al mercado mundial. Barbara será una de las disertantes destacadas de la Feria Internacional de Destinos Inteligentes 2024 en Curitiba. Conoce su visión y la estrategia brasilera

Históricamente el turismo ha sido para las ciudades un gran factor económico, social y cultural. Sin embargo, también ha sido motor de intervenciones humanas negativas como la contaminación por el transporte, la suciedad a gran escala y diversos factores que conforman a los destinos turísticos tal cual son. Por esta razón, desde España se ha promovido un concepto  más que actual y fundamental para los años venideros: Destinos Turisticos Inteligentes (DTI). 

Este modelo ha escalado a gran escala en el mundo, pero principalmente en Brasil, siendo el primer país en trabajar una estrategia nacional sobre Destinos Turisticos Inteligentes. Para conocer más de este ejemplo dialogamos con Barbara Blaudt, Directora de Planificación  Inteligencia, Innovación y Competitividad en el Turismo en el gobierno brasilero. La charla fue dentro del contexto de cercanía de la Feria Internacional de Destinos Inteligentes (FIDI) que tendrá sede en Curitiba y de la cual Utopía Urbana es media partner. Este órgano, parte del Ministerio de Turismo de Brasil se ha encargado, desde 2020, de impulsar el modelo en Brasil en conjunto a la Institución Ciudades del Futuro y desde entonces han transformado 21 municipios del país. 

“Queremos que los Estados consigan hacer sus propios llamamientos públicos para trabajar sus destinos. Queremos dar más libertad y entrenarlos para que ellos puedan trabajar en otros destinos Inteligentes y hacer que la cosa crezca más. Hacer una estrategia nacional de verdad porque Brasil tiene más de 5 mil municipios por lo que tener 21 DTI parece algo muy bueno, pero en un universo de 5 mil no es casi nada”, explicó Blaudt. 

Parte fundamental del éxito del modelo brasileño es su contextualización del modelo español. No se quedaron únicamente en aplicar este modelo, sino en poder diferenciarlo y adaptarlo a la realidad de América Latina. No solo la falta de infraestructura y de financiación, sino también de necesidades. No es lo mismo la necesidad de una ciudad europea a las que puede tener un municipio en América Latina. 

“Hemos notado que en Latinoamérica tenemos muchos problemas con la seguridad de las personas y principalmente de los turistas. Además también hay que trabajar distinto la movilidad y el transporte”, explicó Blaudt que además aseguró: “Brasil es un país que tiene el tamaño de un continente y España podría estar dentro de uno de los Estados brasileños más pequeños”, haciendo referencia a una de las principales distinciones

Uno de los principales problemas que se encontraron son los elevados índices de inseguridad sobre todo para los turistas. Lo que hace que sea uno de los focos principales. Es que nadie va a elegir invertir en vacaciones en un lugar donde no puede transitar con plena confianza. 

Para ello no sólo es necesario iluminación, mapas seguros, o garitas policiales, también es necesario tener un esquema de transporte sólido y seguro. “Necesitamos trabajar con la seguridad, trabajar con la movilidad y el transporte porque no tenemos trenes como en Europa. Hemos estudiado e investigado mucho para poder avanzar en ese sentido”, aseguró la especialista. 

Sin embargo, no son todas las diferencias negativas. Es que también pudieron enriquecer el modelo español con estrategias de comunicación y marketing eficiente. En su relevamiento oficial pudieron identificar que Brasil no se encontraba siquiera entre los 15 destinos turísticos más elegidos. 

Por otra parte, Blaudt aseguró que, más allá de los problemas, la creatividad y la alegría brasileña es un punto a favor. “Brasil tiene mucha creatividad. Tenemos un trabajo muy grande en la red UNESCO de ciudades creativas. Somos uno de los países con más ciudades en esta red mundial. Tenemos que aprovechar algo que Brasil hace bien y que a los turistas les encanta y es la experiencia turística por la manera de ser del brasileño”, aseguró. 

Fue tal la aceptación de estos cambios por parte de España que elogiaron a Brasil por los avances en la estrategia de lo que Blaudt llamó “una tropicalización metodológica porque no queríamos traer algo tal cual a lo que sucedía en Europa porque no funcionaria en los municipios”. 

Para llevar adelante este trabajo se fortalecieron los pilares de la metodología original como la Gobernanza, Innovación, Tecnología, Sostenibilidad y Accesibilidad. Pero se le agregaron cuestiones más propias de la narrativa brasileña. “Añadimos Comunicación y Marketing, Tecnología, Movilidad y Transporte, Seguridad y Creatividad”, explicó Blaudt. 

Uno de estos DTI será sede de uno de los eventos más importantes para los Destinos turísticos. Se trata de la Feria Internacional de Destinos Inteligentes (FIDI) organizada por el Instituto Ciudades del Futuro, parte fundamental de la adaptación de la estrategia española a Brasil. 

La sede será claramente brasileña entendiendo el punto de referencia que significa en base a la estrategia Nacional del país. En ese sentido, Blaudt aseguró: “Los eventos siempre son fundamentales para este cambio de información y de experiencias para que puedan conocer otras personas importantes del sector. En un evento de DTI lo principal es hacer conocer a los destinos actuales que trabajan proyectos parecidos. Y mejorar la competitividad de tu destino de esta manera porque estás conversando con otros destinos que trabajan metodologías parecidas y podes saber lo que funcionó o no funcionó”.

Brasil es sin dudas reconocido por sus playas, por su cultura y sus carnavales. Pero a todo esto es necesario darle forma para convertir la experiencia en un producto que pueda ser competitivo a nivel regional. De esta manera tener el doble beneficio de mejorar la actividad económica, pero también de hacerlo de una manera inclusiva y respetuosa con el medioambiente. 

 

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