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Los taxis sin conductores se han empezado a popularizar en épocas de pandemia, especialmente en China y Estados Unidos, pero las pruebas van más allá. La seguridad es una de las premisas de uno de los servicios clave de la movilidad sustentable. Al tratarse de modelos eléctricos, esperan reducir la huella de carbono del transporte. Conocé cómo avanza este tema en el planeta

Normalmente, cuando uno mira hacia el interior de un vehículo en movimiento espera encontrarse al menos con un conductor. Puede viajar solo o acompañado, pero la certeza de ver a una persona tras el volante no es algo que entre en discusión. A menos que seas alguien que viva en algunas ciudades de China o en San Francisco (Estados Unidos), donde los taxis o vehículos de aplicaciones de movilidad diversas son manejados por medio de la Inteligencia Artificial en unidades autónomas. 

Tal como lo indica su nombre (vehículos autónomos). este tipo de coches no necesitan un conductor, ya que las tareas son programadas por medio de sensores que transmiten y reciben información al motor tanto del entorno como del resto de los vehículos que se encuentran en la proximidad

Gracias a este sistema conectado a un cerebro virtual que identifica las situaciones y ejecuta directrices, es que los vehículos no necesitan conductores. Incluso son automóviles diseñados sin pedales. En cambio, son reemplazados por radares, cámaras y sensores capaces de accionar en 360° con casi 50 km de radio, lo que les permite conocer si hay personas o vehículos cerca. 

Invertir en este tipo de movilidad les permitirá a las empresas de taxi reducir también su huella de carbono, ya que se trata de modelos totalmente eléctricos diseñados directamente para el traslado de personas.  Si bien el mayor desarrollo está presente en China y Estados Unidos, a nivel de implementación en transporte en países diversos como Chile y España ya se han experimentado las primeras experiencias también en este tipo de movilidad, pero aún se trata de pruebas piloto. 

Cuesta creer que un coche autónomo sea capaz de frenar en un semáforo, poner una luz de giro o poner balizas y frenar ante un control policial. Pero es real. Todo está programado, no hay espacio para el error. Una computadora preparada de antemano que ejecuta planes dentro de un espacio también programado dentro de su inteligencia artificial. Pero…¿Qué pasa con el entorno al encontrarse con estos vehículos?

Hay quienes aseguran que se trata de modelos que permiten una mayor seguridad vial al evitar accidentes, otros que expresan sus dudas y temen a que un mal funcionamiento ocasione graves pérdidas. Lo cierto es que hasta el momento no se han registrado problemáticas masivas en su implementación, aunque ya ha habido algunos accidentes con consecuencias negativas que encendieron la alarma. 

CHINA Y LA POPULARIZACIÓN DEL TAXI ROBOT

Si bien seguramente en una encuesta global la mayoría de las personas aseguraría no haber visto uno de estos modelos en funcionamiento, en algunas ciudades del mundo ya se ha empezado a popularizar el uso de taxis autónomos en sus viajes. Casos como el del desarrollador asiático Baidú, impulsores del primer auto robot son uno de los más conocidos.  

Ya desde el 2019, cuando comenzó con AutoX, el primer sistema de robo taxi, que se trató de una prueba piloto sin pasajeros, Baidú dio un paso adelante en la utilización de nuevas tecnologías para comandar vehículos de pasajeros. Finalmente, el modelo que terminó popularizando el traslado de personas en varias ciudades chinas fue el modelo Apollo Go -también de Baidú-, aunque esto está en generalización

Se trata de un modelo eléctrico capaz de trasladar mercadería como pasajeros. Tuvo su debut pocos meses antes de la pandemia y, con la obligatoriedad del encierro y la psicosis por estar en la calle, terminó de ser un boom en la región. 

En la actualidad nadie en China se sorprende de ver un vehículo sin conductor y lo cierto es que la implementación de dicho sistema ha sido saludable para la región. 

SAN FRANCISCO Y LOS INICIOS DE LA MOVILIDAD AUTÓNOMA EN NORTEAMÉRICA

Lejos de ser un caso como el de China, donde todo parece correr con años de ventaja cuando se trata de tecnología, San Francisco (en el Estado de  California, Estados Unidos) no se quedó atrás y aprobó la utilización de estos modelos en la ciudad. Se trata de una directiva municipal para impulsar una movilidad sostenible que permita resolver accidentes viales. 

“Recibimos el primer Permiso de implementación sin conductor otorgado por la Comisión de Servicios Públicos de California, que nos permite cobrar una tarifa por los viajes sin conductor que brindamos a los miembros del público aquí en San Francisco”, expresaron a mediados de 2022 en un comunicado desde Cruise, la empresa norteamericana encargada, que es subsidiaria de General Motors..  

Desde la compañía aseguraron que la intención “brindar un servicio mágico y seguro para nuestros pasajeros”, pero… ¿Están los seres humanos preparados para este encuentro? Ya no se trata de simpáticos robots que limpian las esquinas donde la escoba no llega. Tampoco es un simple motor de voz que responde preguntas desde el celular. Se trata de una configuración autónoma que permite diagramar viajes dentro de una ruta física. Vale aclarar que en esta ciudad norteamericana otro actor que està en la disputa es ni más ni menos que Google, firma que está tercerizando con la compañía Waymo para dar servicios de transporte autónomo.

MULTAS Y VEHÍCULOS AUTÓNOMOS

La pregunta surge de un video viralizado tiempo atrás, donde un oficial de policía intenta detener a un vehículo autónomo y queda totalmente desconcertado al ver que nadie manejaba al vehículo infractor. La sorpresa también invadió a los civiles presentes, que registraron el momento que protagonizaron las fuerzas de seguridad de San Francisco (California), junto a un vehículo autónomo. 

Detener a un conductor infractor en la calle tras una mala maniobra es algo simple, a menos, claro que se trate de una persecución. Pero…¿qué pasa cuando un policía intenta detener a un auto que es manejado con Inteligencia Artificial?. 

En este caso, se trata de una simple resolución, porque la empresa Cruise, encargada de brindar el servicio de taxi sin conductor -algo que se popularizó durante la pandemia-, tiene un protocolo de acción que está a disposición de la policía. Allí hay una línea de contacto 24hs que está dispuesta a resolver los inconvenientes generados, la infracción cometida en esta oportunidad era no tener las luces prendidas. 

Incluso no hay una multa para estos casos, ya que es de público conocimiento que se trata de un modelo experimental que empieza a dar sus primeros avances y tiene, todavía, algunas licencias en su utilización. Sea como sea, la regulación de estos vehículos en un futuro cercano es inminente para evitar que las empresas salgan ilesas ante los errores cometidos a la hora de programar sus rutas. 

Está claro que la inteligencia de estos pilotos autónomos aún está sujeta a fallas, pero los verdaderos problemas a resolver son los que están directamente relacionados a su vinculación con los humanos. Conocer cómo reacciona el vehículo ante un accidente es algo que está predestinado y registrado en tiempo real por un ser humano en una base de control digital. 

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