Los vehículos autónomos son sin dudas uno de los avances más importantes en la movilidad en la última década. Con la intención de perfeccionar el servicio de transporte público, diversas empresas y gobiernos se han organizado para darle rienda a los vehículos sin conductor. De esta manera esperan reducir la cantidad de accidentes de tránsito y brindar mejores condiciones al servicio.
Muchos ya los han denominado como los taxi robot o “robotaxi”, por su soberanía para el funcionamiento. Esto se debe a la programación cartográfica que se realiza a los vehículos que le permiten recorrer las carreteras de forma autónoma. Claro que, en caso de algún error de programación podrían generarse grandes accidentes.
El primero de los países del mundo en conseguir instalar este sistema de movilidad urbana fue el líder en el mercado de la electromovilidad: China. Las primeras pruebas fueron realizadas por la empresa tecnológica, reconocida como el “Google chino”, Baidu. Más allá que en Estados Unidos simultáneamente Google también emprende esta carrera tercerizando servicio de transporte autónomo con la compañía Waymo, como el caso de la ciudad de San Francisco.
Volviendo al caso de Baidu, desde hace tiempo viene trabajando para instalar los vehículos autónomos y en su adaptabilidad al transporte chino, aunque desde 2019 estos pasos fueron más fructíferos. Cabe destacar que el país es uno de los lugares que más densidad demográfica del mundo presenta y eso se traduce también en la cantidad de vehículos que transitan las calles chinas.
Los encargados de la construcción de los vehículos diseñados por Baidu es AutoX, mismo nombre con el que bautizaron al nuevo vehículo, primero en el mundo en ofrecer este servicio. El mismo empezó a funcionar con un conductor de emergencia en el asiento del acompañante o un control remoto de asistencia, y no incluía pasajeros, sino viajes de ensayo o transporte de mercadería liviana. Hoy por hoy la situación ha cambiado.

Dentro de los beneficios que presenta este tipo de movilidad está por supuesto la facilidad con la que se puede gestionar, no solamente el viaje, sino también el servicio, la reducción de los accidentes viales, la descarbonización del transporte y la eficiencia energética.
Sin embargo, también hay algunos puntos que se pueden deducir como en contra en esta realidad. Estos desafíos son los que han puesto la voz en alza de distintos sectores del transporte. Por un lado, los seguros recibirán menos primas y deberán recategorizar la definición de responsabilidad.
Por otro lado, así como pasó con Uber, taxistas y choferes de servicios de remis corren riesgo de ser despedidos y reemplazados por máquinas, algo que no es bien visto por el sector. Como contraparte de esto, se necesitarán más expertos en robótica. Además, la disminución considerable de accidentes de tránsito reducirá la disponibilidad de órganos para donación, aunque eso es parte de otro análisis.
Cómo funciona el servicio
Para este tipo de servicio ya no existe el radiotaxi. Ya no hay nadie atendiendo los teléfonos porque ahora están ocupados manejando vehículos a control remoto. Si bien solamente tendrán la función de auxiliar los casos de vehículos fuera de control, el seguimiento de estos vehículos será por medio de una especie de joystick con diversas funciones y accesos rápidos de Inteligencia Artificial (IA).
En tanto, el servicio es solicitado por medio una aplicación móvil disponible para todos los usuarios del servicio que le asignará el vehículo a menor distancia y al llegar tocará bocina automáticamente para que el usuario pueda identificar su coche.
Allí el cliente deberá validar su identidad y el código de reserva. Por otra parte deberá asegurar no tener Covid y se le presentará un código QR que desbloqueará el acceso al auto. Allí el robot bloqueará las puertas y esperará a que el pasajero coloque su cinturón de seguridad y arrancará el viaje.
El robotaxi está equipado con cámaras y sensores de alta resolución y radares de largo alcance que son los que aseguran su autonomía. Además tendrá un sistema de percepción de punto ciego que anula los puntos ciegos que tendría un humano si condujera. Todo esto funcionará por medio de la red 5G.
Hoy por hoy hay una gran disputa a nivel internacional entre Baidu, que está desarrollando sus propios vehículos autónomos con la empresa Geely a través del modelo Jidu (aquí detalles en nota de Utopía Urbana) versus Google que está tercerizando por el momento con la compañía Waymo y ya da servicios de transporte autónomo en EEUU, por ejemplo en la ciudad de San Francisco.
Con esta tecnología, Baidu se posiciona como la empresa líder en ventas en la conducción autónoma del mundo, con una flota mayor a los 500 vehículos, más de 2.900 patentes registradas para conducción inteligente. ¿Te gustaría viajar en uno de estos robotaxi?