La necesidad de apuntar hacia nuevas medidas e iniciativas climáticas y ambientales que permitan regenerar los espacios boscosos y así poder impulsar la captura de carbono a nivel mundial.
Desde Utopía Urbana hemos repasado algunos casos como el de BiotaPass (startup climatech dedicada a proteger y revalorizar bosques privados nativos en Latinoamérica para proteger la huella de carbono), The Carbón Sink (startup que mide la huella de carbono y permite compensarla contribuyendo con proyectos de triple impacto entre ellos forestales en América Latina),como así también la ONG Banco de Bosques y Un árbol que busca fortalecer los bosques nativos del país.
Pensar en acción climática y en nuevas oportunidades para las ciudades y sus espacios nativos es pensar directamente en Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN). El Grupo de Manejo Forestal (GMF) es una de las empresas certificadas que se encarga de realizar estas tareas en Argentina y el resto del continente y desde Utopía Urbana tuvimos el honor de dialogar con ellos.
Fatima Corbi, CEO de la empresa, pasó por nuestro ciclo de entrevistas y contó cuáles son los increíbles proyectos mediante los cuales la firma ha reforestado y regenerado miles de hectáreas en todo el territorio argentino permitiendo formar parte del prestigioso círculo de Empresas B de la región.
Proyectos como el de Santo Domingo en Corrientes o el Manejo sostenible de Especies Nativas en la región del NOA (Noroeste argentino) en Jujuy les ha permitido un manojo de premios como el Best For the World Destacados por B Corp Lab en 2018 o el segundo puesto en la competición de la Cámara Argentino Británica a la Gestión Sostenible.
Sin embargo no son los laureles lo que les permite continuar con esta tarea, al menos así lo destaca Corbi en esta imperdible entrevista: “Nosotros ofrecemos Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) a través de estos proyectos forestales por medio de la recuperación de bosques nativos”, aseguró.
Por otra parte, la necesidad corporativa de compensar su huella de carbono y acelerar la transición sustentable para incrementar su aporte a la Agenda 2030 y los objetivos del 2050 han sido un impulso al que GMF ha brindado ayuda y asesoría.
“Es un antes y un después, hoy hay una creciente demanda de empresas y consultas constantemente no solo de las empresas que quieren compensar sino de las personas que tienen bosques y campos y quieren hacer algo en materia de carbono”, expresó.
Entérate más en esta nota:
-¿Cómo surgió GMF y desde cuándo opera en el país?
Nosotros hace más de 15 años que nos dedicamos a hacer en GMF Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN), puntualmente proyectos de plantaciones forestales diferenciales y proyectos de recuperación y conservación de bosques nativos para evitar la deforestación a través del manejo sostenible. Damos soluciones en materia de carbono forestal, en el proceso y en el camino un poco de ser carbono neutro.
Ese proceso es un poco medirse, entender el diagnóstico, la contaminación de las emisiones de CO2 que se generan por las entidades durante un determinado tiempo, se toman acciones de reducción concretamente en este caso nuestro alcance es más para grandes empresas y pymes que toman acciones de reducción concretas y todo aquello que no pueden reducir, lo pueden compensar dentro de algunas de las alternativas de compensación.
Nosotros ofrecemos Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) a través de estos proyectos forestales por medio de la recuperación de bosques nativos. Trabajamos y nos dedicamos a brindar estas soluciones. Yo estoy en GMF hace 10 años, soy contadora pública pero que incursione en este mercado de la sustentabilidad y de a poco fui entendiendo que es la nueva forma de hacer negocios.
Somos una Empresa B certificada porque entendemos que el compromiso y el propósito del triple impacto está en el corazón de nuestro negocio. Desde el 2017 obtuvimos la primera certificación y en el 2021 re-certificamos como empresa B.
-¿Cómo trabajan desde GMF para poder compensar la huella de carbono?
Dentro de los proyectos que ofrecemos, el mecanismo es el siguiente: las empresas buscan compensar, se comunican con nosotros y vienen en búsqueda de soluciones para compensar sus emisiones. Ahí empieza todo un camino de análisis y desarrollo del tipo de proyecto que está buscando cada una de las empresas para compensar entendiendo su alcance, su scout, su zona de impacto y cuáles son sus stakeholders. Cada empresa tiene metas y drivers principales, quizás el retorno de la inversión prima sobre el carbono a capturar. A veces la meta está en las toneladas que necesitan para compensar en el 2030 según su estrategia climática global.

Nos contactan y empezamos en un proceso de desarrollo de proyecto, en un estudio de factibilidad donde empezamos a diseñar el proyecto. Buscamos la tierra, diseñamos, vemos cuáles son los mejores diseños en lo que refiere a plantaciones forestales pero también en lo que es el bosque nativo vemos cuáles son las zonas más degradadas y vemos cuáles son los bosques que tienen mucha presión de desmonte o zonas de avance de la frontera agrícola.
Se desarrollan los proyectos que cumplen con un criterio fundamental: que para que estos criterios puedan emitir los bonos de carbono, la adicionalidad es algo importante. En los bosques donde se desarrolla el proyecto se emite menos o captura menos de lo que hubiera pasado sin el proyecto. Es el carbono adicional que se genera con la emisión del proyecto.
Todos los proyectos están certificados por estándares internacionales, que son las que certifican el proceso de contabilización de carbono y se monetizan a través de créditos de carbono.
-¿Qué proyectos llevan a cabo?
Tenemos el proyecto Santo Domingo, que es la vanguardia en proyectos de plantaciones forestales, es el único certificado según el Protocolo de Kioto. Es un proyecto vanguardia en la zona, si bien se desarrolla en una zona tradicional puntualmente en Ituzaingó por la utilización de especies mixtas en la plantación de alto valor con especies exóticas.
En una zona tradicional donde está mucho la ganadería y la plantación tradicional. Es un proyecto que lleva 12 años y 460 toneladas de CO2, es un proyecto que está en un estado muy maduro.
Proyecto forestal Santo Domingo – Novartis HD 1080p
Ahora estamos desarrollando otros proyectos de plantaciones forestales. Santo Domingo tiene 2405 hectáreas plantadas y ahora estamos desarrollando otros proyectos en el área que todavía no los puedo nombrar porque están en la etapa inicial, es decir en estado de plantación.
Tenemos proyectos de recuperación de bosques nativos, sabemos que son grandes sumideros de carbono pero sufren el desmonte, son bosques altamente degradados por la ganadería, el avance de la frontera agrícola, los incendios que son una de las causas de deforestación más importantes y los proyectos que desarrollamos en el NOA que están ubicados en las yungas de Jujuy y en el chaco salteño y en Salta que busca una solución natural para reducir la deforestación y la gestión forestal sostenible.
Garantiza que se gestionen de manera sostenible y el carbono se contabiliza con un sistema de doble contabilidad. El carbono que se libera por evitar la deforestación y a través de la mejora del bosque nativo. Se desarrollan acciones concretas como la silvicultura, manejo integrado de ganadería, enriquecimientos en zonas degradadas o incendiadas. Esto fija el carbono a medida que van pasando los años y esto se mide y se monetiza con créditos de carbono.
En el NOA tenemos el proyecto Santa Bárbara que tiene 1000 hectáreas y otro proyecto que es el Corredor de los Cedros que supera las 400 hectáreas. Todos estos proyectos se desarrollan en el NOA y llevan 3 años de ejecución. Comenzaron a fines de 2020 en plena pandemia.
-¿En el último tiempo se nota un interés mayor por parte de las empresas en conseguir la neutralidad de carbono para cumplir con la Agenda 2030?
Hoy totalmente hay un antes y un después. Antes siempre tratábamos de hacer desayunos de trabajo en las cámaras para mostrar de qué se tratan estas SBN para compensar las emisiones y no venía nadie, éramos nosotros y nuestros familiares. Hoy hay una creciente demanda de las empresas en los mercados.
“La realidad es que la crisis climática existe y todos somos responsables y tenemos que ser agentes de cambio frente a la crisis y actuar en consecuencia entonces las empresas tienen metas muy claras y ambiciosas hasta 2030 y 2050”
Argentina es una gran oportunidad para desarrollar este tipo de proyectos. Hoy las corporaciones están muy líquidas en pesos en Argentina, no pueden hacer maniobras financieras a nivel global con lo cual estos proyectos en el país representan una gran oportunidad de inversión a largo plazo y por sobre todo una solución en materia climática.
Es un antes y un después, hoy hay una creciente demanda de empresas y consultas constantemente no solo de las empresas que quieren compensar sino de las personas que tienen bosques y campos y quieren hacer algo en materia de carbono. Las organizaciones están tomando un protagonismo diferente frente a la crisis climática que es algo que tenemos que atacar.
La realidad es que la crisis climática existe y todos somos responsables y tenemos que ser agentes de cambio frente a la crisis y actuar en consecuencia entonces las empresas tienen metas muy claras y ambiciosas hasta 2030 y 2050 y esta bueno para ver si realmente se ponen en compromisos y asumen esa responsabilidad.
Hay objetivos claros y ambiciosos y estrategias de compensación de GEI para ser balance cero en sus operaciones. La realidad es que la demanda es muy alta, hay mucha consulta e interés en este tipo de proyectos que son a largo plazo. Los procesos tienen como mínimo un plazo de 20 a 40 años
-En ese sentido…¿Los incendios también exigen un mayor incentivo para este tipo de medidas?
En Corrientes en febrero de este año hubo grandes incendios que tocaron los esteros y miles de miles de hectáreas fue una catástrofe. En Salta hay incendios monstruosos también.
“No lo vemos como una oportunidad pero si como una remediación para tomar consciencia del daño que se hizo y actuar en consecuencia y remediar estas zonas damnificadas a través de la reconstrucción y plantaciones de las especies nativas”
Desde nuestro lado, desde GMF tratamos de poder participar activamente en los manejos y lo que es la zona de Corrientes, hay consorcios de fuego donde se colabora en las zonas más damnificadas y afectadas y después trabajar en la reconstrucción de todas estas áreas.
Estamos trabajando en la Reserva del Iberá para construir, plantando especies nativas. Se están plantando unas hectáreas para la reconstrucción. No lo vemos como una oportunidad pero si como una remediación para tomar consciencia del daño que se hizo y actuar en consecuencia y remediar estas zonas damnificadas a través de la reconstrucción y plantaciones de las especies nativas.
-¿Cómo ven el futuro en este sentido?
Tenemos muchos proyectos en desarrollo por suerte con mucho crecimiento y esperando que esto siga creciendo y siendo de público conocimiento como una herramienta para mitigar el Cambio Climático y la invitación a todos a ser agentes de cambio y protagonistas frente a la crisis para poner metas y objetivos claros para lograr la neutralidad de carbono.