Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Plastic Oceans, una iniciativa nacida en Norteamérica, ha desembarcado en Chile con la misión de abordar uno de los mayores desafíos contemporáneos: la contaminación plástica en nuestros océanos. Desde 2017, Mark Minneboo ha liderado esta cruzada ambiental, buscando expandir la conciencia y promover el reciclaje en la región.

Empezar a eliminar los plásticos del océano es una tarea que se enfrenta a miles de desafíos diarios. Sin embargo, el más importante de ellos es expandir la consciencia sobre el uso de este material y sobre todo de su reciclado. Plastic Oceans surgió a nivel norteamericano hace varios años con la intención de profundizar esta tarea y desde 2017, gracias al esfuerzo de Mark Minneboo, opera en Chile con la intención de empezar a materializar el esquema de reciclaje en la región. 

Proveniente de los Países Bajos, Minneboo llegó a Chile con un espíritu revolucionario y ambiental que transmitió a su hogar primero, a su edificio y su barrio: «Empecé a interesarme como un ciudadano común y corriente participando en todos los programas de mi país natal. Justamente con esa actitud es que llegue a Chile en 2007 esperando continuar con estos hábitos de sustentabilidad. Después de varios años separando residuos en mi edificio me di cuenta que los materiales que yo separaba terminaban en la basura y nadie se estaba haciendo cargo de llevarlos al reciclaje”, aseguró a Utopía Urbana. 

 Durante este tiempo, motivado por el interés de reciclar y reducir la contaminación de su barrio fue que empezó a generar contactos con distintos actores, tanto funcionarios como empresarios interesados en la temática. Con ese espíritu empezó un propio emprendimiento de bolsas reutilizables «adelantando a la ley de bolsas que se estaba empezando a conversar en el sur de Chile». 

Fue este mismo impulso reciclador el que llevó a Minneboo a conocer a Plastic Oceans y acercar su propuesta. Interesado en el esquema y en el material que proponían, los contactó para generar redes y unir los esfuerzos en el continente. 

«Empezó a crecer todo en el municipio y al mismo tiempo me enteré de un proyecto internacional que era un documental internacional que buscaba mostrar lo que sucedía con el plástico en el océano», expresó el especialista en relación a su primer acercamiento a Plastic Ocean. 

En ese entonces se puso en contacto con los productores norteamericanos con la intención de reproducir el documental en Chile. Tras lograr una traducción lanzaron el documental al país ante “una sala llena de personas» y ahí empezó el camino de la organización Plastic Oceans en Chile. Este documental no fue el fin, sino el inicio. “Buscamos usar las herramientas del documental para difundir a todo el mundo esta información», afirmó Mark. 

Si bien los orígenes de Plastic Ocean se basan en la expansión de la consciencia y el poder ciudadano, Minneboo busca explorar la llegada del documental más allá de la simple consciencia. Buscamos convertirnos en una organización que siga apoyando y fomentando la educación, pero también que apoye a la ciencia, promueva la economía circular y el activismo en Chile. Solo mostrando un documental no generamos cambio, nosotros buscamos generar una conversación para empezar a trabajar en el cambio”, agregó. 

Este fue el comienzo, porque tras el éxito de Plastic Ocean en Chile, Mark y su equipo comenzaron a trabajar en la generación de nuevo contenido. «Empezamos a producir otros documentales. Hicimos uno sobre la Patagonia Chilena, uno sobre la Isla de Pascua. Queremos promover documentales que hablen sobre problemas de América Latina. No podemos seguir hablando de lo que hacen los expertos en Alemania o en Asia, tenemos que contar nuestra propia historia», aseguró. 

La premisa original cuando se habla de reciclaje en América Latina es siempre medirse con Europa. Con grandes ejemplos de innovación y tecnología, impulsados sobre todo por la Unión Europea, han logrado generar un discurso de superioridad que muchas veces opaca los esfuerzos de LATAM. 

Sin embargo, Minneboo rompe un poco con este esquema que se suele repetir una y otra vez: “Yo no creo que haya más conciencia en Europa. Allá el sistema de gestión de basura está mejor organizado, entonces un ciudadano no tiene más consciencia que meter la basura en una bolsa y que un tercero se haga cargo. Pero hasta ahí llega la noción de responsabilidad”, explicó. 

Además, apuntó directamente al modelo de estos países, que si bien hablan de reciclaje y gestión de residuos, lo hacen desde un lugar de comodidad. “Siempre es alguien más el que se responsabiliza por uno. Creo que hay menos conciencia sobre la cantidad de basura que los países más desarrollados generan y cómo eso afecta a nivel mundial”, se refirió el especialista.

Es que justo en Chile pude ver de cerca cómo es la ruta de la ropa de segunda clase. Esta ropa muchas veces sale de Europa o Estados Unidos, descartada por tratarse de modelos viejos o defectuosos. Una vez descartadas viajan meses en barcos hacia LATAM o algunas semanas para llegar a Turquía. Como desembocadura final de estos proyectos no es la reventa o una segunda vida. “Mucha de esta ropa termina en el desierto prendida fuego”, se lamentó Minneboo. En cierta medida se refiere a casos paradigmáticos como el basural de ropa más grande del mundo que justamente se encuentra en el desierto de Atacama en Chile.

“Para ellos el problema no existe porque lo mandan a otro parque del mundo. Las reglas de la Unión Europea solo son para los países europeos. Pero cuando sale de Europa ya nadie se hace cargo”, explicó el encargado de Plastic Ocean LATAM. 

Por último, como para concluir, alentó: “Seguir comparándonos con Europa no me parece buena idea porque al final si no limitamos nuestro consumo, no sirve de nada. Y justamente son esos países, europeos y norteamericanos los que más consumo y basura generan a nivel mundial”, concluyó”

Algunas notas relacionadas:

Seguinos en Redes Sociales: YouTube, Instagram, Linkedin, Twitter (X), Facebook

Nombre de la organización: Plastic Ocean LATAM

Fundación: Plastic Ocean fue fundada en Norteamérica hace varios años y comenzó sus operaciones en Chile en 2017.

Misión: La misión de Plastic Ocean LATAM es abordar el problema de la contaminación plástica en los océanos, promoviendo la conciencia sobre el uso responsable del plástico, fomentando el reciclaje y trabajando hacia un futuro libre de plásticos en América Latina.

Origen y contexto: Plastic Ocean se originó en Norteamérica con el objetivo de profundizar la conciencia sobre la contaminación plástica en los océanos. En 2017, Mark Minneboo llevó la iniciativa a Chile, motivado por su interés en promover el reciclaje y reducir la contaminación en la región.

Actividades principales: Plastic Ocean LATAM se dedica a promover la conciencia ambiental y el reciclaje a través de diversos proyectos y actividades. Estas incluyen la producción y difusión de documentales sobre la contaminación plástica, la organización de eventos educativos y la promoción de la economía circular y el activismo ambiental en América Latina.

Impacto: Plastic Ocean LATAM ha contribuido a aumentar la conciencia sobre el problema de la contaminación plástica en la región y ha trabajado para promover soluciones sostenibles. Sus esfuerzos han inspirado a individuos, comunidades y empresas a tomar medidas para reducir su huella de plástico y proteger el medio ambiente marino.

tienes que ser suscriptor para comentar