La gran cantidad de plásticos descartados en todo el mundo ha generado crecientes problemas relacionados a la contaminación. No solo por la mala gestión de los residuos en las ciudades, sino también por sus descartes en las costas, bosques y demás espacios verdes del planeta.
Pero no solo se trata de envases tirados por todos lados, sino que diversos estudios internacionales han despertado la alerta dentro de la comunidad internacional por los daños que significan para la propia salud, como consecuencia del aumento de la ingesta de plástico en alimentos y líquidos de todo el planeta.
Según indicó la Universidad de Victoria (Canadá) en su estudio titulado Consumo Humano de Microplásticos, una gran cantidad de los productos de mar, así como el agua y la cerveza, tienen micropartículas de este material.
Entre los alimentos en los que se han encontrado partículas están varios mariscos bivalvos y crustáceos como camarones o langostinos, así como peces. También se detectó en productos como miel, sal y azúcar, y en líquidos como la cerveza y el agua.
Esto está directamente relacionado con los estudios de investigadores norteamericanos que descubrieron que micropartículas de plástico se encuentran en la atmósfera y se pueden trasladar por el aire hasta lugares remotos y reservas naturales. O sea que están presentes en el aire que respiramos. Además, las que decantan en el agua matan una bacteria necesaria para la generación de oxígeno.
Incluso han hallado partículas de tamaños menores de 5 milímetros de largo, muchas de ellas no visibles a simple vista, los científicos pudieron calcular la tasa de deposición diaria de microplásticos que se sitúa en unas 365 partículas por metro cuadrado.
CONTAMINACIÓN DE LOS MARES
Es tal la cantidad de plásticos que hay en el mundo que han comenzado a atascarse en diversos espacios naturales. Uno de los más conocidos es la Isla de Plástico, que es tres veces más grande que Francia y se puede ver desde el espacio exterior. Está situada en el Océano Pacífico y como ella hay varias islas más de menores dimensiones.
Esto se traduce en una gran acumulación que llegó a alcanzar los 170 millones de piezas de plástico, una cifra que equivale a unos 21.000 partículas contaminantes por cada habitante de la tierra alcanzando unos 2,4 millones de toneladas.
Es tal la contaminación de estos océanos que ha despertado el interés y la necesidad de investigadores en el mundo, como el caso de Markus Eriksen y su equipo de trabajo de California en Estados Unidos, quienes han recogido datos entre 1979 y 2020 y han concluido, gracias a las estaciones de control flotantes distribuidas en el océano, 11.777 en total, las siguientes apreciaciones.
“No observamos una tendencia clara detectable [en el crecimiento de la presencia de plásticos flotantes en los océanos y grandes mares] hasta 1990; entre 1990 y 2005 se detecta una tendencia fluctuante pero estancada y a partir de 2005 se aprecia un rápido aumento”, aseguraron.
Por otra parte, además de las micropartículas, también se ha conocido una nueva problemática vinculada a los plásticos y es la liberación de los gases tóxicos por medio del calor: “Un creciente smog plástico, ahora estimado en más de 170 billones de partículas de plástico flotando en los océanos del mundo: se requieren soluciones urgentes”
Las propuestas emprendedoras en la actualidad tienen que estar destinadas a la limpieza de los océanos, uno de los principales sumideros de carbono a nivel mundial y casa de una gran parte de los ecosistemas del planeta, además de una de las grandes fuentes de alimentos y recursos del planeta.
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