Durante los últimos veinte años el plástico se ha convertido en un verdadero problema para el Planeta Tierra. En parte por su producción y consumo desmedido, pero principalmente por la falta o mínima acción para tratar sus residuos a nivel mundial. Esto está generando problemas ambientales severos, que incluso afectan ecosistemas naturales.
Ya hemos contado el caso de la “Isla de Plástico” que se generó en el Océano Pacífico que es tres veces más grande que Francia y se puede ver desde el espacio exterior. Es que la corriente de ríos, lagos y océanos ha arrastrado 11 millones de toneladas de plástico arrojados en las costas y reservorios, los cuales quedaron atrapados en el giro oceánico y ya conforman una superficie de 1,6 millones de km2.
Pero este problema se sigue agravando con otros casos concretos.
Esto sucede también en lo más remoto corazón del océano Pacífico Sur, se encuentra la Isla Henderson, un lugar reconocido como Patrimonio de la Humanidad desde 1988 debido a la riqueza de sus aguas y su extraordinario entorno natural. Sin embargo, esta pequeña isla, parte del territorio británico de ultramar, se enfrenta a un devastador problema ambiental que la está transformando en uno de los lugares más contaminados del planeta.
El principal desafío que enfrenta la Isla Henderson es la alarmante acumulación de residuos plásticos. A pesar de su ubicación remota y la ausencia de población humana, la isla está siendo gravemente afectada por la basura plástica que llega a sus costas desde diversos rincones del mundo, llevada por las corrientes oceánicas.
Algo increíble y que muchas veces no es tenido en cuenta, ya que quienes tiran basura en China, por ejemplo, no son conscientes de que muchos de esos plásticos tardan más de 100 años en desintegrarse. Durante ese tiempo deambulan por la marea hasta llegar a otras costas.
Según un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, esta isla ha sido contaminada de tal manera que ya contiene la mayor densidad de desechos plásticos registrada en cualquier parte del mundo.
¿Dónde está la Isla de Henderson?
Fuente: Google Map
PLÁSTICO, EL PELIGRO MODERNO
El plástico se ha convertido en el protagonista de la “era geológica actual” propuesta por una parte de la comunidad científica y conocida como el Antropoceno, debido a su extensa presencia en la corteza terrestre. Mientras que las pruebas nucleares del siglo XX dejaron una marca radiactiva en el estrato geológico, se prevé que el plástico sea el distintivo de nuestra época, dada su ubicuidad y persistencia en el medio ambiente.
La Isla Henderson, junto con las Islas Pitcairn, Ducie y Oeno, conforma un grupo de pequeños archipiélagos en la Polinesia, en el centro y sur del Océano Pacífico. Su lejanía ha llevado a que solo sea visitada para fines científicos cada cinco o diez años. Sin embargo, su ubicación cerca del centro de la Corriente Circular del Pacífico Sur la convierte en un destino inevitable para los desechos que son transportados desde extensas áreas de Sudamérica.
En estas expediciones es que los especialistas se han encontrado con una realidad para nada encantadora y se debe a la gran cantidad de plásticos, pero no solo a su presencia, sino también a cómo han empezado a modificarse los ecosistemas tanto acuáticos como terrestres. No solo por las aves que comen plásticos confundiendolos con peces muriendo a las pocas horas, sino también del mundo microscópico de los hongos y bacterias.
Durante la última expedición científica liderada por la Organización Británica para la Conservación de la Naturaleza (RSPB) a la isla, la doctora Jennifer Lavers, del Instituto de Estudios Marinos y Antárticos de la Universidad de Tasmania, quedó impactada al encontrar que las playas de Henderson estaban saturadas de un promedio de 671 unidades de plástico por metro cuadrado. Esta cifra representa la densidad más alta de plástico jamás registrada en un entorno de estas características.
Es la propia Lavers quien señala que lo ocurrido en la isla de Henderson demuestra que no hay escape de la contaminación plástica, ni siquiera en las regiones más remotas de nuestros océanos. La idea de una prístina isla desierta se desvanece ante la realidad impactante de una isla Patrimonio de la Humanidad invadida por desechos plásticos, lo que refleja cómo esta crisis ambiental afecta al planeta a escala global.
Esto invita a pensar que hay otros espacios a mar abierto que no son tan conocidos o transcurridos por el ser humano que empiezan a verse afectados por culpa de esta acción desmedida.
La situación en la Isla Henderson debe ser un llamado de atención para la humanidad. Es sumamente necesario que se tomen medidas drásticas y efectivas para abordar el problema de los residuos y la basura en los mares. La protección de lugares remotos como este, que albergan ecosistemas únicos y frágiles, debe ser una prioridad global. Si no actuamos de manera decisiva, el legado del Antropoceno será el de haber transformado lugares idílicos en vertederos tóxicos, una sombría marca de nuestra huella en el planeta. ¿Viste adónde pueden llegar los plásticos que tirás en la vía pública?
Video Isla de Henderson – el paraiso convertido en basura (créditos: Amelia Rueda):
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