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Con temperaturas que superan los 50ºC (y un récord de 70ºC) algunas comunidades nómadas se han adaptado a los calores con viviendas especiales, horarios reducidos para las actividades y técnicas para encontrar agua. ¿Vivirías allí?

El mundo alberga muchos lugares asombrosos y desafiantes, en una nota reciente repasabamos el caso de la ciudad más fría del mundo (Yakutsk en Siberia, Rusia), pero ahora pasaremos al otro extremo: la región más caliente del planeta. Se trata del Desierto de Lut, que se destaca por su calor extremo y su belleza árida. Ubicado en el sureste de Irán, este vasto desierto se ha ganado el título del lugar más caliente del mundo, pero…¿Cómo hace la gente para vivir allí? 

Las temperaturas abrasadoras, que a menudo superan los 50ºC pero que tuvieron un récord de 70ºC en el año 2005, hacen que la vida en el Desierto de Lut sea un desafío formidable. En este artículo, exploraremos las razones detrás de su calor extremo, las soluciones adoptadas por las personas para sobrevivir y los desafíos que enfrentan para mantener la productividad en esta región inhóspita.

UN LUGAR DIFÍCIL DE HABITAR

El Desierto de Lut está situado en una cuenca depresiva sin salida al mar, rodeado por montañas que actúan como barreras naturales, lo que contribuye a la acumulación de calor en el desierto. Además, el suelo de la región está compuesto de arcilla y sedimentos volcánicos, lo que lo convierte en un pobre conductor de calor y en un reservorio que acumula altas temperaturas durante el día y las libera lentamente durante la noche.

En la actualidad no hay comunidades asentadas en la región, ya que resulta imposible vivir allí, pero eso no significa que no haya habitantes en Lut. Debido a su aridez extrema y las condiciones inhóspitas, lo que no existen son asentamientos permanentes en el desierto. 

Sin embargo, existen comunidades nómadas y tribus que pueden moverse a través del desierto con su ganado en busca de pastos y agua. Estas comunidades son pequeñas y están altamente adaptadas a las condiciones extremas del desierto.

A pesar de las condiciones extremas, las personas que viven en el Desierto de Lut han desarrollado soluciones ingeniosas para adaptarse y sobrevivir. Las viviendas tradicionales, conocidas como «abadanes», están diseñadas para proporcionar aislamiento térmico y protección contra el calor del desierto. Estas estructuras cuentan con gruesos muros de adobe y techos de palma, que ayudan a mantener el interior fresco durante el día y cálido durante las noches frías.

Otra táctica utilizada es la planificación cuidadosa de las actividades diarias. Las comunidades locales evitan realizar tareas pesadas durante las horas pico de calor, en cambio, programan sus labores para la mañana temprano o la tarde cuando las temperaturas son más tolerables. Además, el consumo regular de agua y la búsqueda de sombra son prácticas fundamentales para mantenerse hidratado y evitar el agotamiento por el calor.

AFRONTAR LA SED Y CONSEGUIR AGUA

El desafío claro no solamente es sobrevivir al calor, sino también encontrar agua, que se encuentra apenas en estado de escasez por la baja retención de humedad y la gran aridez del suelo. 

Para ello se han desarrollado técnicas innovadoras, como el riego por goteo y el uso de sistemas de captación de agua de lluvia, para maximizar la eficiencia hídrica y permitir el cultivo de productos resistentes a la sequía, como dátiles y melones.

El turismo también se ha convertido en una fuente de ingresos en la región. Los visitantes son atraídos por los paisajes surrealistas del Desierto de Lut, como las dunas de arena naranja y las formaciones rocosas únicas. Sin embargo, la infraestructura limitada y la falta de recursos naturales dificultan la promoción del turismo sostenible y el desarrollo económico a pesar de su potencial.

Además, el Desierto de Lut alberga recursos minerales, como el yeso y el azufre, que han sido explotados en cierta medida. Sin embargo, la extracción y el transporte de estos minerales enfrentan desafíos logísticos debido a la ubicación remota y las condiciones adversas del desierto. La falta de infraestructura adecuada y las limitaciones en la conectividad dificultan el aprovechamiento completo de estos recursos.

A pesar de los desafíos, el Desierto de Lut es un testimonio del espíritu humano de adaptación y resiliencia. Las comunidades locales han aprendido a vivir en armonía con su entorno hostil, aprovechando al máximo los recursos limitados disponibles. La diversificación económica, la implementación de tecnologías sostenibles y la promoción de la colaboración entre los sectores público y privado podrían ser clave para superar los desafíos y mejorar la productividad de la región.

Pese a ser el lugar más caliente del mundo, el Desierto de Lut presenta desafíos únicos para aquellos que conviven con él. El calor extremo requiere soluciones innovadoras para sobrevivir y prosperar en esta región inhóspita y quienes eligen vivir allí lo hacen con asombro y felicidad. 

En síntesis, aunque persisten dificultades en la productividad, las comunidades locales están adoptando estrategias ingeniosas y aprovechando las oportunidades, como el turismo y la explotación de recursos naturales, para impulsar el desarrollo económico. A medida que el mundo avanza, es esencial reconocer y apoyar los esfuerzos de aquellos que enfrentan los desafíos del desierto más caliente del mundo. ¿Vivirías allí? 

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