Diseñar y transicionar hacia las ciudades del futuro no solamente conlleva grandes inversiones en tecnología. Innovar en la arquitectura y organización de sus edificios y en cómo va a ser la distribución de los habitantes es parte fundamental del desarrollo sostenible.
Entender que los procesos ambientales y sustentables se dan en un contexto de necesidad de mejorar constantemente la calidad de vida de las zonas urbanas. La falta de terrenos habitables que se acrecentó en las últimas décadas desembocó en la revolución de los edificios por todos lados para hacer que entre la mayor cantidad de gente posible en las ciudades.
Ahora, esta misma revolución arquitectónica es la que obliga a las ciudades a impulsar espacios verdes dentro de las nuevas construcciones, ya que la jungla de cemento, propiamente hablando, es uno de los aspectos más influyentes en el calentamiento global.
Bajo esta necesidad es que los arquitectos han volcado su actividad hacia proyectos verdes o sustentables, dentro de los que no solamente se incluyen los principios de la construcción sustentable, sino que también se busca dar una sensación de naturaleza a quienes convivan allí.
De esta iniciativa es que surgió el concepto de ciudades verticales, que buscan emular el crecimiento que se da en la naturaleza, donde todo crece hacia arriba en búsqueda del sol. De esta manera, estos innovadores proyectos buscan ganar altura sin que eso signifique perder luz solar. Para ello utilizan construcción espiraladas o escalonadas, que brinda la oportunidad de que todas las personas tengan acceso a la luz del sol.
Teniendo en cuenta la escalada actual urbana, donde el 55 % de la población mundial, o sea unos 4.200 millones de habitantes, vive en ciudades. Se estima que esta tendencia continuará y para el año 2050, la población urbana se duplicará, por lo que casi 7 de cada 10 personas vivirán en ciudades.
El objetivo perseguido por los reconocidos arquitectos es rodear los espacios urbanos de la mayor cantidad de naturaleza, no sólo por los beneficios que la vida vegetal trae capturando el carbono y liberando oxígeno, sino también por la sensación de bienestar que brinda estar rodeado de plantas y jardines.
Sin embargo, estas construcciones no se limitan a espacios verdes llenos de plantas sino que también tienen cascadas y hasta lagos artificiales que buscan bajar la temperatura de los pulmones urbanos y brindar un respiro a tanto cemento.
No solo se trata de una cuestión de sensación de bienestar, sino que también son oportunidades para todas aquellas especies que habitan las ciudades y no encuentran su destino entre las quebraduras del cemento. De esta forma todo tipo de insectos pueden alimentarse y miles de pájaros pueden encontrar su hogar.
Por otra parte, más allá de los espacios verdes que se encuentran dentro de este tipo de edificios, los departamentos dentro de estas construcciones verticales están equipados por todo tipo de herramientas que facilitan una vida sustentable.
Desde medidores de eficiencia energética, hasta recordatorios para cerrar la canilla del agua cuando se lavan los dientes. Heladeras con sugerencias de comidas con lo que tienen disponible y hasta sistemas de tratamiento de residuos con separación en orígen.
No caben dudas de que la construcción del futuro es completamente sustentable, por lo que ya los garajes empiezan a estar equipados, sobre todo en Europa, con estaciones de carga para vehículos eléctricos.
Casi que no hace falta mencionarlo, pero estas estructuras funcionan bajo el impulso de energías limpias y sin fósiles. Principalmente dispondrán de paneles solares que servirán para reducir en consumo energético de los espacios comunes, pero también tendrán algunas opciones como los cartuchos de hidrógeno.
En ese sentido, diversos especialistas del mundo han salido a dar su opinión al respecto. Uno de ellos es el ingeniero Ronald Steinvorth, presidente de IECA Internacional quien señaló: “Tenemos todo lo necesario para implementar la construcción en altura: métodos constructivos modernos y, empresas diseñadoras y constructoras idóneas. Lo que falta es concientización de que se debe detener la expansión urbanística horizontal, que produce una invasión de zonas agrícolas y montañosas que, a muy corto plazo, producirá daños ambientales irreversibles”.
Para el ingeniero, conectar la urbanización con métodos sostenibles que perduren en el tiempo es la forma de poder detener el avance del calentamiento global y del deterioro terrestre: “Es un hecho demostrado y aceptado que, precisamente, con ciudades densas y verticales es cómo vamos a lograr un mundo más vivible y sostenible. No podemos aplazar más las soluciones, pues estamos pasando a futuro un problema que puede convertirse en insoluble para las generaciones venideras. Debemos frenar urgentemente la invasión de las áreas rurales causada por la expansión urbanística horizontal, y la única manera es promoviendo la densificación y el crecimiento vertical de las ciudades”..
Ejemplos en el mundo
Bajo la premisa de lograr un impacto positivo en los edificios y construcciones urbanas es que se pregona el urbanismo vertical para impulsar ecosistemas simbióticos con carbono neutro y un uso consciente de los recursos.
En India se dió uno de los ejemplos más utilizados referido a edificaciones verticales. Más precisamente en Nueva Delhi donde han elaborado la prueba piloto con el barrio vertical conocido como Hyperion –nombre que recibe en honor a uno de los árboles nativos norteamericanos de más tamaño en la actualidad-.
Este barrio, que tendrá la capacidad de producir su propia energía, contará con turbinas eólicas y paneles solares, compuestos por seis torres de 36 pisos cada una con terrazas para cultivos urbanos que permitan la soberanía alimentaria de los habitantes.
“Será sostenible, autosuficiente, con granjas y paseos verdes e impacto cero. Combina la industria de la construcción y el respeto por el medio ambiente. El agua, en especial en tiempos de las lluvias monzónicas, se recolectarán en tanques para, una vez filtrada, usarla para riego en épocas secas”, explicaron en la página oficial.
Otro de los casos más conocidos es el de Valley, Amsterdam. La ciudad vertical de los Países Bajos tien una superficie de 75 000 m2, 200 apartamentos, 13 000 especies vegetales, 7 pisos de oficinas y un parking subterráneo de 3 niveles y según explican sus desarrolladores “presenta una nueva forma de entender la vida urbana”.
Tal como en el caso de la ciudad de Nueva Delhi, la intenció es poder conectar la arquitectura del lugar con la intención saludable urbana, que permite poder vivir en un entorno que emule y proteja la naturaleza de forma saludable.
Muchos de estos sistemas ya vienen siendo tratados en los proyectos de ciudad inteligente que se encuentran a lo largo y ancho de todo el mundo. Pero ahora, la intención de los arquitectos es recolectar aquellos sistemas que han logrado buenos resultados en la optimización energética y elaborar una prueba modelo sobre la construcción del futuro.
En el caso de Hyperion, además de lo referido a eficiencia energética, el barrio busca impulsar algunos conceptos de las ciudades de los 15 minutos y, además de viviendas, implementaron oficinas, salas de trabajo, gimnasio, jardines comunitarios y otros lugares que se entrelazan con columnas conectadas por puentes aéreos
“El sistema aprovecha la inercia térmica de la Tierra, que se mantiene estable a los 18 grados centígrados durante todo el año. A través de la circulación de aire natural, el aire externo -que puede alcanzar los 45 grados centígrados, y los 3 grados durante el invierno- se enfría de forma natural o se calienta en contacto con la tierra y sin necesidad de utilizar un solo kilovatio de electricidad”, explicaron desde la página.
Este tipo de edificios se han empezado a implementar en diversas ciudades, sobre todo en aquellas asiáticas como Japón, que desde hace año necesitan innovar por la gran cantidad de personas que tienen repartida en una pequeña porción de superficie terrestre.
Otro ejemplo de ciudad vertical está en China. Allí, han construido la ciudad Tianjin Eco-City, donde el 20% de la energía es provista por paneles solares y aerogeneradores, con bombas de calor para obtener la temperatura del suelo. Bajo tierra estarán los túneles de ventilación para el aire acondicionado natural.
Es cuestión de tiempo para que estas ciudades empiezan a emerger en todo el territorio global, brindando nuevas oportunidades a los ecosistemas nativos, como así también aportando a la mitigación del cambio climático. ¿Te gustaría vivir en uno de estos edificios?
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