Sin dudas que la transformación de las ciudades latinoamericanas en polos desarrollados y sustentables no es algo que se gestione de la noche a la mañana, está claro que debe tratarse de una acción mancomunada entre el sector público y privado y la sociedad civil.
En este camino han surgido algunas asociaciones, como el el caso de ANAP, la Asociación de Alumbrado Público y Ciudades Inteligentes de Colombia, que se trata, según sus propias palabras de una organización “sin ánimo de lucro, que promueve el desarrollo de las ciudades inteligentes y sostenibles, articulando las políticas públicas e institucionales para ejecutar proyectos en los territorios que provean soluciones eficientes en la planificación, financiación, tecnología e implementación”.
Para conocer más del desarrollo de estas prácticas, es que desde Utopía Urbana dialogamos con Omar Saúl Duarte, Director de la Banca de Inversión de ANAP quien dejó algunos puntos y ejes centrales del desarrollo smart city en la región.
“Hoy en día promovemos el desarrollo de casos de éxito y los divulgamos desde el punto de vista del apoyo regulatorio, comercial como también en las plataformas de divulgación como la generación de webinars, el apoyo a eventos presenciales referidos a smart cities”, aseguró.
Además, el hombre se refirió a la situación de América Latina en torno a la consecución de ciudades inteligentes en todo el territorio y fue conciso al respecto: “No podemos pensar en implementar robots si las condiciones básicas y dignas no están resueltas. Como hablamos de datos si ni siquiera hay conectividad. Hay que llevar eso a la práctica para ser más inclusivos, más solidarios y más colaborativos”.
Conoce más sobre el rol de ANAP para impulsar ciudades inteligentes y sobre la realidad colombiana en la temática, en esta entrevista exclusiva a Omar Saúl Duarte, Director de Banca de Inversión:
¿QUÉ TRABAJOS REALIZAN DESDE ANAP Y CÓMO FUE QUE SURGIÓ LA ASOCIACIÓN?
ANAP es un gremio que nació hace poco más de 20 años, sus siglas se corresponden a Asociación Nacional de Alumbrado Público, ese fue el servicio originario, lo cualse originó a raíz de un problema energético y de un mal racionamiento de la energía en esa época. Dentro de las medidas para mitigar el problema se permitió que algunos privados busquen modernizar sistemas de alumbrado en tecnología más eficientes energéticamente.
En ese momento se empezó a hacer un tránsito con estos primeros operadores que la fundan en el desarrollo de este servicio de ciudades. Además se ha pasado por la modernización a tecnología LED, sistemas de aplicaciones fotovoltaicas, control de iluminación a través de software y otras visiones de lo que se denomina el alumbrado público inteligente. Incentivamos las buenas prácticas sectoriales, la colaboración empresarial y el desarrollo de los municipios.
“Es ahí donde encontramos el desarrollo del ANAP, en la visión de generar bienestar en las ciudades partiendo de una buena planificación y de la aplicación de la tecnología”
Sin embargo, hace unos años, a partir de estos asociados al gremio, hemos visto que el mundo del alumbrado público se convirtió en un habilitador del concepto de ciudades inteligentes y ahí ya pasamos a tener un apellido nuevo como es la Asociación de Ciudades Inteligentes y Alumbrado Público, entrado a revisar donde interactúan diferentes servicios de ciudad y de cómo incorporamos en el caso colombiano buenas prácticas y desarrollos productivos que se están dando en las ciudades de acuerdo a su planeación a través del concepto de smart cities.
El concepto es tan amplio que se involucran muchas redes de las ciudades como la movilidad, lo ambiental, lo energético, los residuos, el agua, el urbanismo. Esta ya es una visión de complejidad en los sistemas que interactúan en una ciudad. Ahí es donde entramos como gremio a tener una identificación hoy en día.
Tenemos ese origen que nos hace fuertes que son las infraestructuras del servicio de alumbrado, pero también tenemos operadores que trabajan temas de servicios públicos como el acueducto de las ciudades.
En el camino también se nos fueron vinculando empresas que tienen tecnologías a nivel de iluminación, de software, a nivel movilidad. Se trata de empresas internacionales que tienen avances en ciudades del mundo a nivel tecnológico y obviamente hay empresas colombianas que tienen desarrollos propios.
Es ahí donde encontramos el desarrollo del ANAP, en la visión de generar bienestar en las ciudades partiendo de una buena planificación y de la aplicación de la tecnología.
¿QUÉ TIPO DE PROYECTOS ESTÁN IMPLEMENTANDO ACTUALMENTE?
Nosotros impulsamos a nivel de nuestros operadores que trabajan en las ciudades que incorporen nuevas tecnologías que están enfocadas en la sustentabilidad. Una de las grandes tendencias es la modernización de la iluminación del país como base de las smart cities. Hay ciudades como Bogotá, Barranquilla o Medellín que vienen avanzando muy fuerte en este tema. En el caso de Barranquilla consiguió una iluminación 100% LED. Rio Negro y Cucuta también.
Estas grandes ciudades lideran esta visión y muestran los beneficios en torno al ahorro energético, en mejora de la eficiencia lumínica y en menores emisiones. Tienen un componente ambiental muy claro. Hay otros proyectos que buscan aplicar o desarrollar la visión de las energías renovables. Esto está muy presente en el trasfondo nacional del gobierno actual que está en su parte inicial.
“Hoy en día promovemos el desarrollo de casos de éxito y los divulgamos desde el punto de vista del apoyo regulatorio, comercial como también en las plataformas de divulgación como la generación de webinars, el apoyo a eventos presenciales referidos a smart cities”
Por otra parte, promovemos el desarrollo y los casos de éxito en empresas vinculadas a ANAP ya sea a nivel de software, desarrollo de datos. Además en Colombia también se está impulsado todo lo referido a la medición inteligente, todos los medidores de energía, de agua y demás. Hay avances en la sensórica, ya sea referida a la movilidad, medioambiente o calidad del aire.
Hay plataformas de movilidad que se han basado en ciudades enteras para tener un control y una interoperabilidad de los datos que se producen en una ciudad o municipio. Tanto desde los operadores nuestros que prestan los servicios en las ciudades como también desde la tecnología que son nuestros proveedores para servicios o tecnologías.
Hoy en día promovemos el desarrollo de casos de éxito y los divulgamos desde el punto de vista del apoyo regulatorio, comercial como también en las plataformas de divulgación como la generación de webinars, el apoyo a eventos presenciales referidos a smart cities. Tenemos un trabajo constante regulatorio, comercial y de información buscando mostrar los avances de los diferentes proyectos en las diferentes ciudades.
¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES DESAFÍOS CON LOS QUE SE HAN ENCONTRADO A NIVEL CIUDADES?
El tema de aterrizar ese concepto en los diferentes planes de desarrollo de las ciudades nos permite ver que Colombia tiene un modelo de madurez de ciudades y territorios inteligentes que lo viene liderando un Ministerio de Tecnología y Telecomunicaciones del gobierno nacional.
Ese modelo busca que tenga unos lineamientos, indicadores de cumplimiento dependiendo de la categoría del municipio referido a presupuestos, tamaño y permite comparar entre los distintos municipios de una categoría para ver donde se encuentra de acuerdo a esas guías de actuación y de comparación.
Pero eso es un modelo nacional que tiene que aterrizar a cada plan de desarrollo. Hemos visto retos en ese sentido de cómo puedo ajustar el modelo a la realidad de cada municipio. Para darte un ejemplo hay municipios que de acuerdo a su ubicación geográfica o climática no tienen problemas ambientales pero hay otros que tienen problemas ambientales más pronunciados entonces decimos que cada ciudad tiene su particularidad y por eso tienen que buscar su modelo propio de ciudad.
“Hay retos incluso a nivel educativo o pedagógico del uso de la tecnología porque se invierte en ciertas soluciones pero si la sociedad que la va a utilizar no la conoce bien queda solo una buena intención y no se usa la tecnología como se había previsto”
Ese ha sido un gran reto y obviamente eso se tiene que expresar en las políticas locales con sus propias características y otro de los grandes retos es cómo poder priorizar los recursos porque son mucho más limitados que en Europa u otros países que lideran la visión de smart cities.
Tenemos que empezar a priorizar y ajustar porque tenemos menores recursos. Otros temas importantes se refieren a la adopción de esas políticas por parte de las comunidades y encontrar la participación de ellos para que se sientan identificados en esas planeaciones de ciudades y en esos impactos que se tienen que generar en el territorio para que sean aceptados y vean que es beneficioso.
Hay retos incluso a nivel educativo o pedagógico del uso de la tecnología porque se invierte en ciertas soluciones pero si la sociedad que la va a utilizar no la conoce bien queda solo una buena intención y no se usa la tecnología como se había previsto. Hay diferentes retos desde las políticas hasta la planeación pero también en los recursos.
Buscamos que los proyectos sean sostenibles y que sea un proyecto que no se corte después de funcionar un tiempo. Queremos tratar de que realmente se pueda mantener en el tiempo brindando las prestaciones que se habían pensado para la comunidad.
¿CREES QUE EL PAÍS ESTÁ AVANZANDO EN REFERENCIA A LA PROYECCIÓN DE CIUDADES INTELIGENTES?
Creo que hay un avance claro a partir de lo que mencionaba de las políticas. Pero ya además de proyectos podemos ver casos de éxito o de avance. Hay ciudades que ya se encuentran en los rankings internacionales y ya tienen una evaluación y han venido avanzando.
“En general veo que en el país hay una intención y en muchos casos realidades medibles, tangibles del avance de las ciudades inteligentes”
El caso colombiano destaca las experiencias de Bogotá, Medellín o Cali, que aparecen reconocidos a nivel mundial. En el caso de Medellín es una ciudad que ha logrado conseguir una identidad, que ya se le reconoce su resiliencia, su avance en el tiempo en cuanto a diferentes dimensiones de la parte tecnológica de la parte de seguridad. Ha cambiado muchísimo saliendo de una etapa muy difícil a lo que es hoy en día.
En general veo que en el país hay una intención y en muchos casos realidades medibles, tangibles del avance de las ciudades inteligentes. Bogotá por ejemplo también ha tenido reconocimientos en el tema de la sostenibilidad, hay una política muy clara de la parte de movilidad eléctrica y tiene un liderazgo e infraestructura que le permite ser uno de los mejores casos latinoamericanos.
“Es una realidad tangible, pero también sabemos que el gran reto es cómo hacer que estas soluciones permanezcan y que no sean soluciones temporales, sino que realmente puedan mantenerse para levantar la los estándares de calidad de vida”
Hay muchos ejemplos para dar, pero en realidad lo que se ve es una tendencia importante en el país a consolidar estos planes con casos de éxito. Incluso ahora se hace un evento en mayo que es un evento mundial del que soy jurado y me sorprendió la cantidad de postulaciones que se dieron de iniciativas colombianas.
Es una realidad tangible, pero también sabemos que el gran reto es cómo hacer que estas soluciones permanezcan y que no sean soluciones temporales, sino que realmente puedan mantenerse para levantar la los estándares de calidad de vida. Si hay una percepción de que estas políticas vienen implementando cada vez más y también hay reconocimientos internacionales que lo avalan.
¿CUAL CREES QUE ES LA SITUACIÓN DE AMÉRICA LATINA?
Me parece super importante la interacción con los medios para mostrar las políticas referidas a la implementación de ciudades inteligentes para poder compartir estos espacios. Creo que es importante divulgar y tener un seguimiento de la visión latinoamericana para poder entender cómo aprender de los países que tienen características más homogéneas que si nos comparamos con estándares de Asia o de Europa o Norteamérica para revisar bajo nuestras propias características como podemos aprender.
“No podemos pensar en implementar robots si las condiciones básicas y dignas no están resueltas. Como hablamos de datos si ni siquiera hay conectividad. Hay que llevar eso a la práctica para ser más inclusivos, más solidarios y más colaborativos”
Es un trabajo que involucra la colaboración de muchos actores. Sabemos que en el mundo se trata de involucrar la interrelación entre el gobierno, las universidades, el sector privado y la sociedad de una manera que permita la solidaridad y las vías de comunicación entre los actores. Nadie puede cambiar todo solo. Hay que estar muy comunicados como latinoamericanos para mirar la realidad de nuestros territorios donde tenemos muchos retos a nivel social. Todavía no podemos pensar en la Inteligencia artificial si todavía tenemos poblaciones que no tienen agua.
No podemos pensar en implementar robots si las condiciones básicas y dignas no están resueltas. Como hablamos de datos si ni siquiera hay conectividad. Hay que llevar eso a la práctica para ser más inclusivos, más solidarios y más colaborativos en todo este desarrollo de tecnología, pero también necesitamos procesos más integrales que permitan mejorar las metodologías y las formas de la que actuamos.
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