Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Este programa que surgió de la articulación de las cooperativas y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha ocupado un rol fundamental en la gestión de los residuos locales con foco en las mujeres. Ahora quedó entre los 33 finalistas de la competencia Premios Verdes, que reconoce a los mejores emprendimientos sustentables internacionalmente. Ivonne Ceballos, Coordinadora del Programa, nos da detalles en esta entrevista

Hablar de la recuperación de los residuos es uno de los objetivos más importantes en la gestión de las ciudades modernas. Sin embargo, para conseguir una buena gestión de los mismos es necesario que se reconozcan los derechos de quienes se encargan de este trabajo. 

Para ello conoceremos la labor de las Promotoras Ambientales, que han sabido ocupar un lugar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con vistas de expandir este plan en todo el continente. 

Estas mujeres no solo buscan mejorar el sistema de gestión de la basura en el territorio, sino también humanizar esta labor que durante toda la historia ha sido estigmatizada y ubicada en un lugar despojado de derechos laborales. 

Con un surgimiento en la explosión social del 2001, las recuperadoras y recuperadores urbanos ocupado un rol fundamental especialmente en Argentina, mejorando el impacto ambiental de los residuos, tratando de separar los materiales y evitando que los que pueden ser reciclados terminen enterrados o en basurales a cielo abierto. 

Ivonne Ceballos, Coordinadora del Programa de Promotoras Ambientales, dialogó con Utopía Urbana en el marco de los Premios Verdes y su participación como uno de los 33 finalistas de la décima edición a celebrarse este año y dejó en claro algunos aspectos de su labor. 

Las promotoras ambientales realizan tareas de promoción y concientización en el territorio de la ciudad de Buenos Aires y a parte pertenecen a una cooperativa que conforman las 12 que forman parte de este programa”, explicó la especialista. 

Por otra parte, con fe de que este trabajo sea reconocido en todo el continente para lograr mejorar la gestión de los residuos internacional, aseguró: “Es un trabajo no solo invisibilizado, sino también estigmatizado, cuesta mucho en el territorio bajar esta estigmatización que existe sobre las cooperativas en general”

-¿CÓMO FUE QUE SURGIÓ ESTE PROGRAMA DE PROMOTORAS AMBIENTALES? 

El programa surge formalmente en el 2014 entre la Dirección General de Reciclado y las cooperativas de recuperadores y recuperadoras urbanas. Que esto suceda ha sido todo un camino de esa relación y de diálogo entre las cooperativas y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires desde el 2001. 

Es a partir de la crisis de dicho año  cuando se evidencia la situación de cartoneros y cartoneras en ese momento por todo el estallido que empieza a visibilizar aún más la situación de las personas que trabajan realizando esta labor de recuperación de materiales dentro de un marco de informalidad. 

“En plena dictadura militar  se generaron resoluciones que dictaban que era ilegal hacer la recuperación de materiales reciclables, tocar los residuos de la vereda. Incluso había multas muy altas o 10 días de cárcel para aquellos que hagan esta labor”

Es en el 2002 cuando se genera la Ley 992, llamada la Ley de Inclusión Social, con la que se hace un reconocimiento del trabajo histórico de los cartoneros en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esta ley busca reconocer y formalizar esta figura, porque desde el año 1977, en plena dictadura militar  se generaron resoluciones que dictaban que era ilegal hacer la recuperación de materiales reciclables, tocar los residuos de la vereda. Incluso había multas muy altas o 10 días de cárcel para aquellos que hagan esta labor.

De esa manera se derogan dichas resoluciones, lo que permite empezar a trabajar  en la calle de manera más tranquila y a dar la discusión a partir de los actores sobre la formalización del trabajo. 

En el 2005 se sanciona la Ley de Basura Cero que le da un marco normativo a toda la gestión de residuos en la ciudad y se establecen  los canales de comunicación que va a haber entre las cooperativas de recuperadores, el gobierno de la ciudad, generando la Dirección General de Reciclado, se formalizan los roles en la gestión y se propicia que se hagan pruebas piloto para el traslado de recuperadores del conurbano o la provincia a la capital. 

Todo esto es el preámbulo a la formación del programa de Promotoras Ambientales. Por medio de este diálogo entre cooperativas y el gobierno de la ciudad se formalizó este programa. 

-¿QUÉ BUSCA EL PROGRAMA?

Uno de sus objetivos principales es ofrecer un espacio de desarrollo laboral y personal para las mujeres recicladoras urbanas a partir de la creación de un nuevo rol. Ellas venían haciendo la recuperación en situación de informalidad, luego se fue formalizando pero les significa  a ellas un nuevo rol dentro de las cooperativas, de su territorio. Reconociendo que lo pueden hacer y que ya lo venían haciendo. Es un programa con perspectiva de género precisamente. 

-¿EN QUÉ SE BASA EL PROGRAMA MÁS ALLÁ DEL RECONOCIMIENTO?

El programa cumple este objetivo del desarrollo personal y laboral de estas mujeres. El proceso permite que creemos un equipo de trabajo para acompañar a las mujeres en el territorio en todas sus actividades, articulando y generando redes. Esto implica un diálogo constante con las cooperativas para mirar desde ese lugar este nuevo rol. 

El rol de las promotoras ambientales se reconoce en el pliego que se firma entre los diferentes actores desde el 2021 pese a que se venía trabajando en este programa desde el 2014. 

Las Promotoras Ambientales realizan tareas de promoción y concientización en el territorio de la ciudad de Buenos Aires y también pertenecen a una cooperativa que conforman las 12 que forman parte de este programa. 

Hacen un recorrido por todas las calles tocando timbre, lo que llamamos relevamiento. Ya sea en edificios, escuelas y comercios contándole a la gente cómo se separan los residuos y poder ver si ya lo hacen, si tienen alguna duda  y sino lo hacen que sepan cómo hacerlo correctamente

“Es un trabajo no solo invisibilizado, sino también estigmatizado, cuesta mucho en el territorio bajar esta estigmatización que existe sobre las cooperativas en general”

Ese material una vez que se separa puertas adentro de estos lugares, cuando sale correctamente separado (limpio y seco), se le entrega en mano al recuperador o recuperadora urbana que está en esa cuadra o en esa manzana. Eso implica un reconocimiento a la labor visibilizando que hay una cooperativa que presta un servicio. 

Es un trabajo no solo invisibilizado, sino también estigmatizado, cuesta mucho en el territorio bajar esta estigmatización que existe sobre las cooperativas en general. 

Jaqueline is cartonero referent movement. He organized the pickers (people living from selling cardboard together on the street) forming a cooperative which improved living conditions and working of cardboard. He focused his work on improving the living conditions of women cartonean trying to pass to gather cards all night to become environmental advocates and organizing daycare centers to care for their children while they work to prevent them from going to the street with them. (Lucila Pellettieri, GPJ Argentina)

De esta manera se rompen mitos de que todos los residuos van al mismo lugar. También lo hacen  a través de charlas, de talleres de reutilización en escuelas. La gente no solo se sorprende por la parte ambiental, sino por la parte social, la gente se sorprende muchísimo de ver todo el trabajo que hay detrás y todo lo que implica generar un residuo y separarlo correctamente. Todos los puestos de trabajo y dignidad que hay en cada uno de estos lugares cuando entregas un material limpio y seco a diferencia  de cuando se junta todo en un contenedor donde a veces se encuentran hasta ratas o animales. 

-¿CREES QUE ACTUALMENTE NO EXISTE LA INFRAESTRUCTURA NECESARIA PARA QUE EL TRABAJO DE LAS RECUPERADORAS NO SEA TAN INJUSTO? 

Es muy diferente la situación de la capital a la del resto del país. Este servicio que se presta sobre la gestión de los materiales reciclables y las normativas nombradas al inicio son de manera local, no existen estas normativas a nivel nacional. A nivel nacional hay otra ley que se basa en la educación ambiental como también el artículo 41 de la Constitución nacional. También hay una normativa particular en cada provincia que permite hacer un trabajo particular en cada región. 

“Cuando humanizas esa acción creo que impacta muchísimo y suma al proceso”

Apuntamos a que sea en primera instancia la entrega en mano a recuperadores y recuperadoras urbanas. No es lo mismo que vayas y deposites en un contenedor a que entregues en mano donde ves a otra persona y lo estás mirando a la cara y estás viendo qué materiales están entregando. De esta manera se evita que las personas entreguen una bolsa chorreando líquidos o con cosas descompuestas, sino que al entregarlo en mano se favorece el ida y vuelta. 

Cuando humanizás esa acción creo que impacta muchísimo y suma al proceso. Otra forma de entrega son los puntos verdes ubicados en distintas plazas de la ciudad. Hay 40 puntos verdes en la ciudad, donde hay una persona que recepciona estos puntos materiales y ofrece orientación sobre otro tipo  de materiales como pueden ser las pilas, el aceite y el material usado. 

A veces sabemos que por una cuestión de horarios no coincide que los recuperadores puedan recibir en mano el material, por eso se orienta al buen uso del contenedor verde. Creo que sí hay medios de captación en la ciudad pero hay desconocimiento todavía de cómo usarlos adecuadamente. Lo que más vemos en términos generales es que los contenedores verdes tienen un uno que no es adecuado. 

Hay gente que los entrega allí limpios y secos de manera correcta, pero también hay gente que no lo hacen y ven el contenedor asumiendo que es para tirar todo tipo de residuos. Las promotoras también buscan mejorar el uso de la infraestructura que ya hay para potenciar su impacto. 

-¿CREEN QUE ESTE MODELO PILOTO SE PUEDA EXPANDIR A OTRAS PROVINCIAS DEL PAÍS?

Creo que esto se puede replicar en toda América Latina. Que haya una conversación, un diálogo en el marco de una política pública que reivindique la labor que vienen haciendo hombre y mujeres desde hace tanto tiempo me parece que es muy interesante y maravilloso. 

Se puede llevar este modelo incorporando a cada realidad y a cada país. En todo el mundo se generan residuos y los países de latinoamérica no tienen un modelo como el de CABA que es único. 

No digo que sea color de rosa, no lo vamos a romantizar. Pero no es la misma discusión que hace 15 años, hoy son otras las disputas y discusiones para generar mayor visibilización y otras características. Es un avance que se puede lograr para otras provincias. 

Ese lugar de las mujeres como voceras, promotoras ambientales y generadoras de conciencia va de la mano de una normativa local y se apunta a que esto sea nacional.. Todos generamos residuos y no tenemos sistemas tan claros. El proceso de las promotoras lo primero que hacemos es poner en valor el recorrido personal, social y laboral que ellas traen al programa. Esa es la base para ver qué sumamos en términos de herramientas. 

Generalmente las madres de nuestras promotoras eran cartoneras y ellas las acompañaron de pequeña. El programa promueve que hoy ellas puedan ocupar este lugar dentro de las cooperativas sin tener que poner el cuerpo de la misma forma. 

-¿CREES QUE SI SE DIGNIFICARA ESTE TRABAJO SE TRATARÍA DE UNA BUENA OPORTUNIDAD LABORAL PARA MUCHAS PERSONAS? 

Totalmente. Ver si en realidad se necesitan máquinas o no se necesitan. Las discusiones ahora son más profundas, sabemos que está bueno incluir tecnología, pero hasta qué punto. 

El programa también tiene estas fortalezas y tiene que ver con que las mujeres recuperadoras cuando ingresan al programa buscamos impulsar estas primeras experiencias que tienen las mujeres y mejorarlas acorde al territorio. 

Queremos que tengan herramientas para argumentar en la calle, porque así como hay gente que está muy sensibilizada en el tema hay gente que no las deja hablar o les falta el respeto. 

Necesitamos fortalecer esto para entender el contexto de lo que pasa, de lo que la gente espera. Nosotros lo vemos y lo pensamos como un proceso. 

-¿QUÉ SIGNIFICA PARA USTEDES TENER EL RECONOCIMIENTO DE LOS PREMIOS VERDES?

Es algo increíble, es maravilloso. No lo podemos creer aún. Es un reconocimiento maravilloso a todo el trabajo porque precisamente estamos en la categoría de Desarrollo Humano Sostenible y se apunta a eso. Lo que hemos visto con el programa es que hay un cambio de subjetividad de las mujeres que ingresan al programa. 

“Nos sentimos muy orgullosas de ser parte de este proceso”

Ellas se sienten fortalecidas no solo a nivel laboral, sobre todo se fortalecen  a nivel personal. Empiezan a reconocerse desde otro lugar a reconocer sus habilidades, capacidades y diferenciar los espacios de ocio de los lugares laborales, porque antes se hacía todo en un mismo espacio que era el patio de sus casas. 

Este tipo de programas ha permitido que se sientan más seguras subiéndose a un tren donde se ven limpias y sienten que la gente también las percibe de otra manera desde la apariencia física y eso ya es un montón. Son muchos los detalles y tener este reconocimiento es la posibilidad de mostrarle esto al mundo porque sabemos que lo están viendo los otros proyectos presentados por otros países. 

Es poner en valor el trabajo y la figura de la promotora. En el marco Premios Verdes, que también ha crecido y ha pasado de ser algo de Latinoamérica a ser de todo el mundo, sabemos que se han presentado muchísimos proyectos gracias a una avalancha grande de gente preguntando cómo mejorará el mundo. Nos sentimos muy orgullosas de ser parte de este proceso. 

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