La situación económica adversa en Sudamérica y su profundización tras la pandemia de Covid-19 ha servido un panorama laboral poco prometedor para las generaciones futuras. Para su suerte, el desarrollo de la tecnología y la legislación de diversas políticas públicas que la incentivan, ha abierto una esperanza para miles de jóvenes y profesionales emprendedores.
No se trata únicamente de aquellas empresas que empezaron a operar home office, sino de todo un entramado digital que se ha comenzado a desarrollar durante los últimos años. Desde empresas que directamente contratan vía redes sociales hasta jóvenes que buscan impulsarse dentro del mundo profesional del gaming o emprendedores que mejoran sus ventas vía Instagram.
Su desarrollo -aún incipiente- hizo que los distintos gobiernos posen sus intenciones en el armado de estrategias integrales para impulsar los nuevos nichos de empleo tecnológico, principalmente en aquellos que más herramientas tienen para hacerlo: los jóvenes.
Uno de estos esquemas fue diseñado por la Dirección General de Políticas de Juventud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y su Director General, Tomás Mestre, comentó más al respecto en esta entrevista exclusiva con Utopía Urbana.
Allí, en la Ciudad porteña, según los datos oficiales, más de 38.000 jóvenes se encuentran desocupados. Entre las zonas que registran más desempleo de jóvenes en la Ciudad, las comunas del Sur y los barrios populares resultan las más perjudicadas con (34,7%), le siguen comunas del centro (20,9%) y comunas del Norte (17,2%).
Para ello, impulsaron políticas como el Plan Empleo Joven 2022 y la Ley de Prácticas Profesionales que permite a las empresas a contratar un cupo de empleo joven, como también el desarrollo de otras acciones que impulsan la tecnología y los emprendimientos que de ella se desprenden.
Deportes electrónicos, programación, creación de juegos o startups tecnológicas. Todas estas nuevas variables simbolizan nuevas industrias en desarrollo que presentan índices de rentabilidad para el país y la Ciudad. Conoce más en esta entrevista.
-¿Cuál es el trabajo que realizan y coordinan desde la Dirección General de Políticas de Juventud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires?
La Dirección está en el marco del Ministerio de Desarrollo Económico y de Producción desde el 2019. Una de las principales preocupaciones que tienen los jóvenes es cómo enfrentarse al mercado de trabajo. Es una situación muy difícil desde hace 5 generaciones. Desde el 2001, 1 de 4 pibes que sale a buscar trabajo no lo consigue. Queremos brindarle las herramientas y repensar las distintas estructuras que dificultan que los jóvenes tengan esa experiencia laboral temprana.
En la realidad local de la Ciudad de Buenos Aires, vemos que los jóvenes que menos oportunidades tuvieron en la adolescencia son los que más difíciles la tienen en la adultez. Los que no logran romper el vacío antes de los 25 años es más difícil que lo hagan a los 30 porque coinciden con los que vienen de más abajo y compiten con los puestos de trabajo. Hay diversos factores: por un lado, la formación y las herramientas que le brindamos a los jóvenes para adaptarse al exigente mercado de trabajo y ver las estructuras que tenemos como Estado que no lo permiten. Los derechos laborales desde hace 60 años no se cumplen. Más de un tercio de los pibes que consiguen un trabajo lo hacen desde la informalidad. En el mercado global vemos que hay muchos jóvenes que quedan regulados en un marco contractual difícil. Quizás aportando servicios desde su hogar y con una legislación laboral confusa.
-¿Cómo se relaciona la modernización y la digitalización con las nuevas posibilidades de trabajo?
Tuvimos ciertas reuniones y algo que demandan mucho las empresas para un primer empleo es algo tan básico como el uso del paquete Office y herramientas de trabajo digitales. Lo que antes anotamos en un cuaderno lo guardamos en una carpeta compartida que está en la nube.
El uso de estas herramientas digitales garantizan la competitividad. Por eso tenemos un convenio con Microsoft donde hicimos el Programa Formador de formadores, desde Buenos Aires Multiplica para ponerlo en un rol de liderazgo y compartir el conocimiento previo con otros jóvenes. Tuvimos 4 mil egresados en un año.
“Creo que un ámbito de trabajo es también un ámbito de comunidad. Es un espacio y un reflejo de lo que somos como sociedad, por eso si en un ámbito de trabajo no tenemos consciencia del cuidado ambiental, o existen discriminaciones por cuestión de género o no logramos tener empatía con nuestros compañeros eso es posiblemente lo que seamos en nuestro día a día”
Saberes de economía del conocimiento, excel, power point con el desarrollo del pensamiento creativo y computacional de programación y, por otro lado, herramientas blandas que permiten adaptarse al mercado como Linkedin.
Además de eso no solo nos nutrimos de estas cuestiones tecnológicas que son necesarias para poder conseguir una oportunidad. Sino también a qué ámbitos de trabajo nos inclinamos los jóvenes. Creo que un ámbito de trabajo es también un ámbito de comunidad.
Es un espacio y un reflejo de lo que somos como sociedad, por eso si en un ámbito de trabajo no tenemos consciencia del cuidado ambiental, o existen discriminaciones por cuestión de género o no logramos tener empatía con nuestros compañeros eso es posiblemente lo que seamos en nuestro día a día. Por eso agregamos estos módulos de acción ciudadana que hablan de reducción de violencias y perspectiva de género, sustentabilidad en entornos de trabajo y obviamente producción de consumos problemáticos.
Esto es algo de lo mucho que venimos haciendo desde la Dirección, y no solamente desde la Dirección. Las problemáticas de los jóvenes tienen distintas verticales, algunas vinculadas a la formación, otras al empleo, después también hablamos de producción cultural y cómo monetizar esa producción que uno genera a través de la cultura y el arte.
“Pensamos una estrategía para capacitar a jóvenes a que se asomen a los clubes digitales para aprender a usar estas herramientas con una visión económica y ver cómo se pueden aprovechar las redes sociales, los medios de comunicación y las tiendas online”
Venimos haciendo un trabajo interdisciplinario con distintas tareas y algo no menor es que es el comercio electrónico del marketing digital. Que fue algo que pasó muchísimo durante la pandemia. Muchos comercios se vieron obligados a tener que cerrar las persianas por una cuestión sanitaria y los comercios que no habían tenido una inversión en la era digital se vieron muy complicados para costear el funcionamiento de un comercio que no vende.
Pensamos una estrategía para capacitar a jóvenes a que se asomen a los clubes digitales para aprender a usar estas herramientas con una visión económica y ver cómo se pueden aprovechar las redes sociales, los medios de comunicación y las tiendas online como Tienda Nube y Mercado Libre para potenciar a estos comerciantes que estaban con las puertas cerradas y que puedan continuar con una operatoria medianamente normal en una situación extraordinaria.
“Se aprobó la Ley de Prácticas Profesionales en Entornos de Trabajo que le permite a las empresas presentar un plan de formación técnico práctico con un tope de cuatro horas diarias de hasta seis meses como máximo para que los jóvenes puedan ir a aprender”
A medida que realizan la capacitación tienen que ir a un comercio de barrio o PyME para presentar un proyecto en el taller, generando un triple efecto: por un lado la capacitación de los jóvenes, su práctica pre-profesional y el impacto en el desarrollo económico local en la Ciudad de Buenos Aires. Esto es parte de una estrategia que se viene pensando y abordando de esta ciudad sobre todo en estos últimos tres años.
En este tiempo se aprobó la Ley de Prácticas Profesionales en Entornos de Trabajo que le permite a las empresas presentar un plan de formación técnico práctico con un tope de cuatro horas diarias de hasta seis meses como máximo para que los jóvenes puedan ir a aprender cuales son las demandas y las necesidades que tiene un sector específico, una empresa en particular y después tengan que contratar o efectivizar al 30% de los que hayan capacitado.
Logramos formar a, por ejemplo, 100 jóvenes, de los cuales 30 tienen un trabajo por contrato en una empresa y además, la empresa que lo formó va a poder volver a formar parte de este régimen de prácticas formativas. Está liderado por el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción pero que es acompañado por un sistema moderno que se pudo imprimir en la educación secundaria de la Ciudad de Buenos Aires.
-¿Son las herramientas digitales también una oportunidad para que los jóvenes puedan emprender en asuntos que sean de su interés y no necesariamente dedicarse a la atención al cliente que es la salida muchas veces más fácil?
Ciento por ciento. No es lo mismo buscar un trabajo de manera tradicional que hacerlo por una plataforma de trabajo, una red social destinada a eso. Por esa razón está bueno brindarle todos esos conocimientos y aptitudes. Sin embargo, también continuamos con la Feria de Empleabilidad, que es una instancia previa que busca brindar las herramientas a los jóvenes para que luego tengan las aptitudes y puedan conseguir de manera autónoma esa propuesta de trabajo que tanto desean.
Los incentivamos a recorrer una ruta hacia su próximo trabajo. Para eso tienen que realizar un taller introductorio, vinculado a la planificación de la búsqueda laboral donde identifican sus fortalezas y sus debilidades y a partir de esto identificar las amenazas del mercado de trabajo .
La segunda instancia es el desarrollo de la marca personal, el armado de CV y Carta de Presentación, que es la forma en que cada uno cuenta su historia de vida profesional, académica y por qué uno tiene más aptitudes para poder conseguir esa oportunidad que otra persona.
También tiene un taller de entrevista laboral grupal donde les contamos a los jóvenes que buscan las empresas en estas dinámicas para ver la capacidad de trabajar en equipo, las habilidades de liderazgo, la capacidad de oratoria. Habilidades blandas que no siempre se certifican con un título sino que es algo más bien vinculado a las herramientas que uno pudo desarrollar a lo largo de la vida.
-¿Cómo es el armado de la estructura de trabajo en relación al gaming o al e-sport, teniendo en cuenta que la explosión del desarrollo profesional de estas prácticas?
Empezamos a pensar en una perspectiva 360 vinculada a todo lo que es el gaming. Hoy en día casi la mitad de los argentinos se podría considerar “Gamer”. Por un lado, se encuentra la industria del entretenimiento, vinculado obviamente a la elaboración de productos, como también la industria que se desarrolló alrededor de los e-sports pero también al entretenimiento tradicional como casters, streamers y otro tipo de profesiones que se van convirtiendo en este mercado de trabajo.
Por otra parte, el área de desarrollo deportivo que busca impulsar la profesionalización de esta industria y visibilizar los grandes casos de éxito. Hoy hay muchos equipos en Argentina que son competitivos internacionalmente y lo pudieron hacer gracias a que se profesionalizaron. No son solamente una actividad de entretenimiento, sino que son una actividad profesional que está acompañada de un equipo interdisciplinario de psicólogos deportivos para manejo de situaciones de estrés, kinesiólogos, nutricionistas, preparadores físicos, especialistas en sueño y equipos de marketing.
Ahí nosotros queremos mostrar cómo se hace eso, por eso, obviamente a quien es un jugador ocasional o más tradicional se podrá vincular de una manera más tranquila, pero también sabiendo que existe esta oportunidad. Vemos que en Argentina hay un montón de canchas de fútbol y sabemos que es el deporte tradicional por excelencia en nuestro país, pero por qué no lo podría ser los e-sport. Hoy hay miles de jóvenes que sueñan con jugar en un equipo profesional de primera división de fútbol y no todos pueden desarrollar las habilidades o aptitudes para ser competitivos nacional e internacionalmente y poder vivir de esto.
“Los chicos, jóvenes o adolescentes pueden desarrollar habilidad de gestión de emociones a partir de los videojuegos y que eso después le sirva para toda la vida, como tener autocontrol, aprender a gestionar el sueño y un montón de otras cuestiones”
Con el e-sport va a pasar lo mismo, van a haber perfiles que logren desarrollar estas competencias y ser competitivos y hacer crecer un mercado que tiene asociado no solo la parte deportiva, sino también de la industria del entretenimiento.
Estas cosas abren un montón de oportunidades y no solo nos interesa desarrollar el concepto de buenos hábitos que están incluidos en los deportes tradicionales, queremos que sea una oportunidad para también transmitirse a través de los e-sport. Los chicos, jóvenes o adolescentes pueden desarrollar habilidad de gestión de emociones a partir de los videojuegos y que eso después le sirva para toda la vida, como tener autocontrol, aprender a gestionar el sueño y un montón de otras cuestiones. Además que se animen a crear sus propios videojuegos, que es el tercer eje de este punto, porque es una industria que está creciendo muchísimo.
En Argentina y en la Ciudad de Buenos Aires en particular está generando ingreso de divisas, sabemos que podría ser mucho mayor por el potencial que tiene esta industria, porque no solo está relacionado al mundo de los videojuegos.
Es parte de un modelo productivo que está creciendo y queremos mostrarles a los chicos que hay muchas oportunidades en el mundo del desarrollo gaming. Se necesitan músicas, artistas, diseñadores gráficos, game designers, programadores. Es una industria que implica un equipo interdisciplinario.
-Para el desarrollo de los videojuegos e incluso para el gaming se necesita cierta estructura como una computadora y acceso a internet. ¿Sobre esto también se está avanzando?
Uno de los grandes desafíos que tenemos a mediano plazo es el desarrollo de distintos puntos de gaming. Ahí encontramos dos oportunidades y un socio estratégico que son los clubes de barrio. Allí organizan competencias interdisciplinarias de deportes urbanos dentro de los que entraron los e-sports.
Por eso queremos recuperar la importancia de los espacios comunitarios y poder compartir allí. En ese sentido, el deporte puede apuntar a generar un lugar de encuentro. No es lo mismo que cada joven pueda jugar desde su casa, ahí también entra el concepto de la desigualdad sino que el club de barrio es una instancia donde podemos hacerlo más comunitario, transmitiendo valores y ese es un puntapié que hay que trabajar.
El espacio público tiene que garantizar a todos los jóvenes puntos gaming donde se puedan capacitar a los jóvenes y que sean espacios para estudiar de manera digital. Estudiar en el siglo 21 con el acceso y herramientas tecnológicas que permiten ese aprendizaje.