Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Mercedes Di Virgilio se sumerge en el intrincado mundo de los estudios urbanos, enfocándose en 4 pilares fundamentales: hábitat y vivienda; políticas urbanas; transformaciones de ciudades; y desigualdades urbanas. Su labor rigurosa revela la complejidad de la crisis habitacional en Argentina, abordando desde el impacto en sectores populares hasta las transformaciones urbanas y las desigualdades persistentes. Conversamos con ella sobre esos temas 

En el escenario de la investigación académica en Argentina, Mercedes Di Virgilio destaca como una figura prominente, explorando las complejidades del entorno urbano desde el prestigioso Instituto de Ciencias Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Como Investigadora del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), ha dedicado su carrera a desentrañar los misterios de las ciudades, convirtiéndose en una voz autorizada en el fascinante campo de los estudios urbanos.

¿Cuál es la problemática habitacional de Argentina? ¿Qué rol debe tener el Estado en la planificación urbana? ¿Las “ciudades de 15 minutos” son una alternativa válida en la gestión urbana? Estos son algunos de los temas que conversamos con Mercedes Di Virgilio quien, gracias a su experiencia de casi 20 años en la investigación científica y su background como socióloga y doctora en ciencias sociales, es palabra autorizada en estos temas. 

Mercedes Di Virgilio no solo es una académica apasionada, sino también una investigadora comprometida con el análisis riguroso de las dinámicas urbanas. Su enfoque desde el Instituto de Ciencias Gino Germani se centra en iluminar los rincones menos explorados de nuestras ciudades, desentrañando las complejas interacciones entre la sociedad y el entorno urbano.

Como miembro del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Di Virgilio ha ampliado nuestras perspectivas sobre el desarrollo urbano. Sus investigaciones han abordado cuestiones cruciales, desde la planificación urbana hasta la inclusión social, ofreciendo valiosas ideas para moldear el futuro de nuestras ciudades de manera sostenible.

Para eso define su trabajo en 4 grandes ejes: hábitat y vivienda en sectores populares y medios; políticas urbanas; transformaciones urbanas y gentrificación y desigualdades urbanas. 

«Argentina atraviesa una crisis estructural en términos de vivienda que se configuró en el año 2001 y se profundizó con la pandemia muy fuertemente. A pesar de que la pandemia ponía en el centro de la escena a la vivienda, la crisis se hizo más grande», explicó la especialista en relación a la realidad en un contexto que invitaba a la población a aislarse en sus hogares para mantenerse a salvo de la amenaza del Covid. 

«En Argentina eso puede afectar al menos al 33% de los hogares con datos oficiales y puede alcanzar hasta el 50%», aseguró Di Virgilio. Aunque claro, estos datos son algo viejos, ya que estas investigaciones están basadas en el Censo Nacional del año 2010. Sin embargo convalidando la realidad actual afirma: «son números bastante consistentes porque hay al menos 5600 barrios de orígen informal que significan 5 millones de personas, que representan un poco más del 10% de la población Argentina». 

Tratar esta temática no es algo simple. No solo por la gran magnitud de la problemática, sino también porque esta crisis habitacional está acompañada de un pésimo momento económico en medio de una transición de gobierno que dificulta la proyectar hacia el mediano y largo plazo. 

«Es una crisis gigante que se va agravando por distintos factores. La ecuación macroeconómica no favorece a que la crisis habitacional se resuelva. En ese contexto aparecen problemas coyunturales como el tema del alquiler que son muy fuertemente traccionados por los problemas macroeconómicos», aseguró la investigadora, quien también es profesora de la Universidad de Buenos Aires. 

La política pública sectorial tiene cosas interesantes. Es muy difícil para la política sectorial dar una respuesta que logre resolver la crisis estructural en un contexto que no la ayuda en nada. 

Sin embargo, en ese sentido, el Estado Nacional ha avanzado en la generación de programas habitacionales. El PROCREAR por ejemplo, junto con el Plan Nacional de Suelo Urbano promueven la generación de suelo urbano de calidad para la construcción de viviendas y planificación de ciudades

«El Procrear como propuesta para acceder a un crédito a tasa subsidiada para los sectores de menores ingresos es sumamente interesante. Las iniciativas que lleva adelante la secretaría de Integración sociourbana son realmente muy importantes”, destacó

Sin embargo, pese a que según afirmó la especialista «es la primera vez que Argentina tiene una política de Estado para los barrios de origen informal», no alcanza a cubrir las necesidades de la crisis que se arrastra desde la entrada al nuevo milenio. «Es algo muy valorable y destacable. Falta mucho, pero son buenas noticias»

Pese al trabajo de investigadoras y especialistas como Mercedes Di Virgilio, la problemática excede la capacidad de gestión de los dirigentes. Si bien es cierto que aún resta mucha tela para cortar dentro de la política pública, hay un problema mucho más grande que la intención. «El contexto macroeconómico no colabora. Todo lo que se hace para solucionar situaciones que afectan la calidad de vida de la población se ven como muy contrarrestadas por el efecto de la inflación en la pobreza».

Mientras últimamente en la escena argentina se debate nuevamente con el rol del Estado en relación al cumplimiento y la generación de derechos básicos para las personas, para el caso de la vivienda Mercedes lo deja en claro. 

«El derecho a la vivienda es un derecho consagrado en la constitución y el Estado es el garante de esos derechos. En ese contexto está obligado a hacerlo porque tiene una función fundamental para asegurar la realización de este derecho», aseguró. 

Esto, para Di Virgilio se traduce en un accionar directo por parte de las entidades nacionales y su articulación con los distintos ejes del gobierno. En ese sentido tienen que interactuar diversos especialistas, desde la arquitectura urbana hasta la financiación de las mismas, como también quienes se encargan de gestionar a quienes están dirigidos. 

«El Estado no puede abdicar de su papel en la planificación de las ciudades, porque si lo hace, el mercado no mira cuál es la calidad de la ciudad que se está construyendo ni donde se construyen los complejos habitacionales para los sectores de menos ingresos», aseguró Di Virgilio. 

Es que de ese modelo, donde el Estado se encuentra totalmente abstraído de sus responsabilidades, es que surgen las malas inversiones. Muchas veces se tiende a creer que construir es solucionar el problema y se tercerizan los procesos de obras. Sin embargo, las empresas y los inversores analizan el mercado desde una perspectiva totalmente mercantil, buscando las conveniencias a su bolsillo y no pensando en el mejor bien posible para las personas. Es por esto que el Estado debe estar presente de manera obligatoria en los procesos de adjudicación y fabricación de las viviendas. 

«En Argentina la mayor parte del problema se explica por el déficit cualitativo. Hay muchos problemas en la calidad de las viviendas. Existen problemas vinculados al acceso a servicios, a las condiciones de esas viviendas», aseguró. 

Una de las alternativas que se está trabajando en muchas  ciudades relevantes durante el último tiempo se orienta a la “ciudad  de los 15 minutos”. Bajo este concepto, se busca que los habitantes tengan la posibilidad de acceder a satisfacer sus necesidades elementales en menos de un cuarto de hora a través de movilidad activa (a pie o en bicicleta) desde su casa. Ello requiere que las ciudades deben contar con  centralidades urbanas que ofrezcan colegios, hipermercados, seguridad y salud, entre otros servicios clave. 

Pese a que ya han empezado a trabajar en ese sentido en Argentina en casos como Mendoza, Buenos Aires y Córdoba, para la especialista no garantiza ser una alternativa viable para incluir a los sectores populares y medios

“Es un proyecto que puede ser interesante, pero no hay que implantar recetas solo porque funcionaron en otros países. El desarrollo de centralidades es bueno a niveles barrios y localidades porque resuelven muchas cuestiones de la vida cotidiana, pero el problema son los servicios o la calidad que tienen estos subcentros”, aseguró. 

Por último, Di Virgilio explicó: “Vos podes vivir en una ciudad de 15 minutos cuando esas subcentralidades garantizan el acceso pleno a todos los servicios y todos sus derechos. Si vos no tenes eso, la ciudad de los 15 minutos es un modelo irrealizable”. 

Desde donde sea y cómo sea,  Mercedes Di Virgilio no solo es una destacada Investigadora del CONICET, sino también una defensora apasionada de la comprensión profunda y la mejora continua de nuestras ciudades de cara al futuro nacional.

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