Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

El reconocido arquitecto y especialista en urbanización a nivel internacional coordina estrategias urbanas en proyectos de la ONU y busca mejorar la calidad de las ciudades argentinas y de diversas regiones del mundo. Conoce su trabajo y su visión acá.

Gran parte de pensar en ciudades inclusivas y sustentables requiere de un necesario y determinante esquema de planificación urbana previo. No alcanza sólo con la tecnología y un set de políticas públicas convencionales, en el mundo actual es necesario ir más allá, y ello implica sumar nuevos elementos clave como  el contexto geopolítico y las condiciones  ambientales. 

Referente de este nuevo enfoque de planificación urbana, Fernando Murillo, arquitecto argentino con una extensa formación académica y profesional a nivel internacional se destaca como un fervoroso impulsor. Su curriculum es amplio, es Coordinador de Programas para ONU-Hábitat en Latinoamérica, además es el Director de la Maestría en Planificación Urbana y Regional de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), así como  Desarrollador Urbano para el Banco Mundial. Por otra parte, actualmente coordina tres agencias en ONU- Habitat, UNOPS y ONU-Mujeres. 

En ese marco ha liderado y participado en proyectos diversos. Sólo por citar algunos de ellos recientes encontramos a: 

  • la red mundial «Migraplan» dedicada al estudiar el fenómeno de migraciones y procesos de urbanización rápida; 
  • el proyecto “Saber Habitar”, que es una iniciativa dirigida a estimular la incubación de proyectos innovadores de construcción o regeneración de barrios que cumplan con los 7 elementos que definen una vivienda adecuada integrados bajo el concepto del diseño y planificación a medida de las necesidades y posibilidades de progreso de sus habitantes.
  • el programa «Ciudades Sostenibles: Nueva Agenda Urbana Neuquén» sigue a toda marcha marcando hitos importantes en el camino hacia un desarrollo urbano más sostenible e inclusivo.
  • documento de CIPPEC: Acceso al hábitat y a la vivienda en Argentina: asignaturas pendientes a 40 años de democracia

Acá te contamos algunos de los principales conceptos e ideas que surgieron de la conversación que Fernando Murillo le dio a Utopía Urbana, repasando los desafíos de la planificación urbana actual y futura en diversas latitudes.

DIFERENCIAS Y PRINCIPALES DESAFÍOS 

“Mi carrera profesional incluyó Argentina y América Latina pero también trabajo en Palestina, Siria y en todos los países de África en busca de soluciones urbanas”, le explicó Murillo a Utopía Urbana. Esto le ha permitido tener cierta claridad sobre las diferencias que existen a nivel mundial en relación a la Agenda Urbana. 

“Hay una situación de diferencias profundas de países a países y de regiones a regiones y es muy importante tenerlo en cuenta. Hay que ubicar el contexto porque si bien desde las Naciones Unidas promovemos instrumentos como la nueva agenda urbana o políticas nacionales urbanas, la contextualización de cómo se aplica y cuales son los detalles son muy importantes y definen el éxito o el fracaso de esas políticas”, aseguró. 

De esta manera, si bien las necesidades a nivel internacional tienden a ser similares, el contexto en el que se desarrolla cada una de las problemáticas es totalmente distinto, no solo desde una condición geográfica y ambiental, sino también desde una perspectiva política y social. 

En ese sentido, Murillo aseguró: “No puedo comparar un asentamiento informal de un campo de refugiados en Palestina con un barrio del conurbano bonaerense  aunque uno podría pensar que no son tan distintos”

Sin embargo, las condiciones que llevan a unos y a otros implican cambios radicalmente distintos. En el caso de Palestina la condicionante geopolítica de aislación de la Franja de Gaza y de la negación de derechos básicos no tiene nada que ver con lo que hace a un asentamiento informal en el conurbano bonaerense, de la misma manera que un asentamiento informal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no tiene nada de similar al del conurbano aun cuando parezcan parecidos. 

El especialista busca explicaciones y cree que en las diferencias  el «marco regulatorio y el contexto socioeconómico y ambiental sobre los terrenos que están asentados hacen diferencias fundamentales a la hora de comparar estos barrios»

Por esta situación, avanzar en la toma de decisiones que articulen al sector público y privado desde una mirada intersectorial y multipropósito se considera una de las grandes necesidades de este nuevo milenio. En parte es de ellas que depende el futuro urbano de la sociedad. 

NECESIDAD DE FORMACIÓN 

Sin embargo, para que todo esto suceda es necesario que existan profesionales comprometidos pero bien formados en este sentido. Algo que hoy por hoy sucede a medias tintas o, mejor dicho como lo percibe Murillo, de manera deficiente. 

Es tan simple como revisar la hoja curricular de las carreras de grado en la actualidad para observar que es muy reciente la aparición de conceptos como cambio climático, reducción de riesgos en desastres naturales o resiliencia. De hecho,  la gran mayoría de los profesionales en ejercicio debieron hacer ese recorrido con formaciones de posgrado o incluso maestrías. 

Para Murillo, la época actual requiere cierta transición aunque de momento eso se trasladó en una dosis de incertidumbre : “Creo que están generando un poco de confusión en el sentido de cómo se deben formar técnicos. Soy un convencido de que la formación de grado es la básica porque es la que va a permitir construir profesionales capaces de resolver problemas y no de personas que salgan con una gran formación pero que sean incapaces de resolver problemas concretos”.

Sin embargo, esto no es tan lineal, ya que no se trata solo de insertar material dentro de la currícula, sino también poder dirimir cómo será la división de tareas para ver qué campo aborda cada problemática y así poder desarrollar estrategias articuladas de manera interdisciplinar. 

Pensando en las ciudades, para Murillo esto ha sido un gran problema durante los últimos años ya que si bien han surgido diversos posgrados destinados al diseño urbano, pero para él se trata de una falencia de las carreras de grado más que de una necesidad para articular a posterior.  

“Si vos me preguntas a mi hoy en día que debería saber un arquitecto no puede salir de la universidad sin tener criterios claros de sostenibilidad. Y son cosas que no deberían depender de un posgrado o doctorado, son cosas muy básicas que significan entender el contexto para entender qué materiales se usan y cómo se usan y esto está bastante ausente en la universidad”, dijo el especialista. 

ACCESO Y CALIDAD A LA VIVIENDA 

Por otro lado, en colaboración con el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) ha presentado un informe que destaca los desafíos persistentes en el acceso al hábitat y la vivienda en Argentina a 40 años del retorno de la democracia

Desde su perspectiva el acceso a la vivienda se encuentra en una gran discusión que básicamente establece la diferencia entre las corrientes que defienden el acceso a la vivienda como un derecho básico y reconocen una obligación del Estado en satisfacer esta demanda y quienes defienden la postura que busca encontrar soluciones de financiación para el mismo. 

“Aca creo que hay una confusión en lo que implica el derecho a la vivienda desde el punto de vista constitucional que en ningún momento dice que este derecho obliga al Estado a regalar viviendas. Al contrario, creo que uno de los grandes problemas de Argentina y Latinoamérica en general es esta visión cuantitativa del Estado construyendo viviendas y nunca alcanzando a satisfacer el déficit habitacional, explicó. 

Por eso mismo, el incentivo inicial para darle curso a este documento fue la creación de un equipo interdisciplinario para estudiar la realidad argentina. “Siempre se miran cuántas viviendas faltan pero nunca se mira lo cualitativo. Si seguimos construyendo viviendas costosas y de mala calidad esas viviendas se deterioran y pasan a formar parte del déficit”

Para el especialista la solución está en buscar estímulos para que el sector privado invierta en el país y construya viviendas para los sectores medios y bajos, ya que en la gran mayoría de los casos, desde su perspectiva no es algo que suceda y los sectores más pobres están únicamente destinados al mejoramiento de barrios lo que resulta una estrategia incompleta. 

“Las viviendas que se anuncian con bombos y platillos no están dirigidas a los sectores populares y para ellos solo cabe el mejoramiento de barrios que es insuficiente y no lograr incorporar estándares de sustentabilidad futuro”, concluyó. 

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