Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

El Foro Económico Mundial (WEF) analizó 120 países en función del desempeño actual de sus sistemas energéticos y de la preparación de un entorno propicio para la transición energética. Conoce el ranking del Índice de Transición Energética 2023 que lideran Suecia, Dinamarca y Noruega, y como están los países latinoamericanos. 

El mundo vive una etapa de múltiples desafíos, entre los cuales la transición energética tiene un lugar destacado. Según el informe “Fomento de una transición energética efectiva 2023” del Foro Económico Mundial, después de una década de avances, “la transición energética global se ha estancado en medio de la crisis energética global y las volatilidades geopolíticas”. 

En ese marco, el Índice de Transición Energética (ETI), que compara a 120 países en función del desempeño actual de sus sistemas energéticos y de la preparación de su entorno propicio, concluye que si bien ha habido amplios avances en materia de energía limpia y sostenible, están surgiendo desafíos para la equidad, el acceso asequible a la energía y el desarrollo económico sostenido, debido a que los países están cambiando su enfoque hacia la seguridad energética.

Puntualmente, el Índice de Transición Energética proporciona una visión integral del desempeño actual en este tema, así como evalúa la preparación en prospectiva de los países en la transición hacia sistemas energéticos sostenibles. A través de un enfoque equilibrado que integra equidad, seguridad y sostenibilidad, este índice evalúa cómo los países están abordando los desafíos y oportunidades en la transición energética.

En la edición de 2023 del Índice de Transición Energética (ETI), los 10 países líderes que han demostrado un sólido desempeño y una preparación significativa para abordar la transición hacia sistemas energéticos más sostenibles son Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Suiza, Islandia, Francia, Austria, Países Bajos y Estonia. Estas naciones se destacan por su compromiso con la mejora de la eficiencia energética, el fomento de las energías renovables y la implementación de políticas efectivas destinadas a avanzar hacia una economía baja en carbono.

Este conjunto de países han demostrado un desempeño sólido en términos de sistema energético y están bien preparados para abordar la transición hacia una matriz energética más sostenible y diversificada. Su posición en la clasificación destaca sus esfuerzos en la mejora de la eficiencia energética, el desarrollo de energías renovables y la adopción de políticas adecuadas para avanzar hacia una economía baja en carbono.

En el ranking los países latinoamericanos ocupan posiciones intermedias y bajas, según el caso. En un primer lote, hasta la mitad del ranking, el que se ubica en mejor posición es Brasil (puesto 14), seguido por Uruguay (23), Costa Rica (26), Chile (30), Paraguay (34), Colombia (39), El Salvador (47), Panamá (51) y Perú (53). Ya en la parte baja del ranking, los países latinos que están son México (68), Bolivia (74), Ecuador (78), Argentina (85), Guatemala (87), República Dominicana (93), Trinidad y Tobago (98), Honduras (100), Venezuela (103), Nicaragua (114) y Jamaica (115). Sin duda, mucho camino por recorrer en la región.

Top 25 del Índice de Transición Energética (ETI)

Fuente: Informe Fomento de una transición energética efectiva 2023” – Foro Económico Mundial

Nota: SP significa Performance del Sistema; TR significa Preparación para la Transición

CONCLUSIONES A NIVEL MUNDIAL

La transición energética se encuentra en un punto crítico, marcado por múltiples desafíos globales, incluyendo crisis de salud, geopolíticas y económicas. En este contexto, el Índice de Transición Energética (ETI) se ha vuelto aún más relevante al evaluar el progreso y la preparación de los países para abordar estos desafíos.

A lo largo de la última década, ha habido avances notables hacia sistemas de energía más sostenibles, aunque no al ritmo requerido para lograr emisiones netas cero para 2050. Se observa una falta de progreso equilibrado en muchos países, resaltando la complejidad de la transición energética.

La seguridad energética se ha destacado como un pilar crucial en este marco, ya que los países buscan asegurar un suministro estable y seguro para respaldar el crecimiento económico, la seguridad nacional y el bienestar de sus poblaciones. Sin embargo, este enfoque ha llevado a mejoras desequilibradas, priorizando la seguridad a expensas de la equidad y la sostenibilidad.

De este informe se desprenden 5 grandes hechos remarcables:

  • MEJORA ETI PERO CON DESACELERACIÓN: Los puntajes promedio globales de ETI aumentaron un 10% desde 2014, pero mostraron solo un crecimiento marginal en los últimos tres años.
  • POCOS PAÍSES HACIA EL EQUILIBRIO: Sólo el 18% de los países en 2023 habrán equilibrado los imperativos del triángulo energético. * Equilibrado se define como cuando la diferencia entre las puntuaciones equitativa, segura y sostenible es inferior a 8,5 puntos.
  • EQUIDAD COMPROMETIDA: La equidad se vio comprometida a medida que la transición se centraba en políticas seguras y sostenibles.
  • ACOTADO IMPACTO AÚN: Los 10 principales países representan sólo el 2% de las emisiones globales de CO2 procedentes de la quema de combustibles y el 4% del suministro total de energía.
  • NECESIDAD DE MÁS CONTINUIDAD: Sólo 41 países han logrado avances constantes en la última década.

¿CÓMO SEGUIR?

Es evidente que se necesitan acciones más rápidas y coordinadas, especialmente en naciones altamente pobladas y en desarrollo, para garantizar una transición equitativa, sostenible y segura hacia fuentes de energía más limpias. La inversión en tecnologías limpias, capacitación de habilidades, investigación e innovación, así como políticas efectivas, son cruciales para lograr estos objetivos.

La próxima Cumbre COP28 y la Evaluación Mundial serán momentos clave para evaluar el progreso hacia los objetivos climáticos globales. Es fundamental que los países actúen de manera decisiva y aceleren sus esfuerzos para transformar sus sistemas energéticos. 

La ventana de oportunidad para una transición exitosa se está cerrando rápidamente, y la resiliencia en la transición energética es vital para abordar futuras interrupciones y volatilidades en los sistemas energéticos, a nivel doméstico e internacional.

Link al documento: click

Otras notas sobre transición energética:

tienes que ser suscriptor para comentar