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El país escandinavo, líder en sustentabilidad ha demostrado que es posible hacer crecer a gran escala la energía alternativa aprovechando recursos renovables como el agua y el viento.La visión a nivel país también es acompañada por acciones urbanas concretas hacia la transición energética. Conoce acá más detalles de su avanzada matriz productiva 

Noruega, un país escarpado y lleno de majestuosos fiordos, no solo es reconocido por su impresionante paisaje, sino también por su innovación en el ámbito energético. Poseyendo un vasto recurso hídrico, Noruega se ha posicionado como un líder en la generación de energía alternativa, desplazando paulatinamente el uso de hidrocarburos y apostando firmemente por un futuro más sustentable.

El agua, cubriendo aproximadamente un 5,05% de la superficie total del país, adquiere una importancia relevante en la matriz energética noruega. Con más de 1.000 fiordos que surcan su territorio, Noruega ostenta el título de ser el país con mayor cantidad de fiordos en el mundo. Esta abundante fuente hídrica ha impulsado al país a convertirse en la nación europea con mayor capacidad hidroeléctrica.

En los últimos años, más del 60% de las necesidades energéticas de Noruega fueron satisfechas gracias a sus eficientes centrales hidroeléctricas. Este hito representa un avance sustancial hacia la independencia de los combustibles fósiles y la apuesta por energías limpias y renovables.

Lo que resulta aún más destacado es la trayectoria de crecimiento de las energías renovables en este país escandinavo a lo largo de las décadas. A diferencia de otras naciones, Noruega ha demostrado una notable linealidad en el crecimiento de su producción de energías limpias, manteniendo una constancia con matices anuales de diferencia.

La energía hidroeléctrica se erige como la principal fuente de generación eléctrica, seguida de cerca por la energía eólica y solar. Este equilibrio en la diversificación de fuentes alternativas ha fortalecido la resiliencia energética del país y lo ha posicionado como un referente en la adopción de energías renovables a nivel global.

Fuente: https://ourworldindata.org/energy/country/norway

El compromiso de Noruega con la sustentabilidad es respaldado por su estrecha vinculación con la Unión Europea y su ambiciosa meta de aumentar la cuota de energía renovable del 16% al 27% para el año 2030. La energía solar y eólica jugarán un papel fundamental en la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y en la mitigación de los impactos ambientales.

En el año 2021, Noruega alcanzó una generación de energía renovable de 154 TWh, marcando un hito significativo en su camino hacia la sustentabilidad energética. Se vislumbra un potencial de crecimiento sustancial en la generación de energía renovable en los próximos años, respaldado por un enfoque continuo en las energías eólica y solar.

La energía eólica representa un enorme potencial de explotación en Noruega, destacándose por sus inversiones significativas y su capacidad instalada de 4.650 MW en 2021. Además, la energía solar está en pleno desarrollo, con una capacidad instalada que alcanzó los 225 MW en el mismo año. Factores como el almacenamiento de energía más accesible, menores costos y avances tecnológicos están impulsando la producción de energía solar en el país.

Noruega, con su vasto potencial en energías renovables y su compromiso con la sustentabilidad, se proyecta como un referente en el escenario global. Se espera que el continuo descenso de los costos de las tecnologías de energía renovable y los proyectos futuros impulsen aún más este mercado, allanando el camino hacia un futuro energético más limpio y sostenible para todos.

ACCIONES A NIVEL URBANO QUE APUNTALAN LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA 

Pero más allá de esta tendencia marcada en la transición energética, con una  progresiva caída en el tiempo de las fuentes fósiles dentro de la matriz energética noruega, vale aclarar también los esfuerzos que se están haciendo desde el plano de sus principales ciudades, especialmente desde su capital, Oslo. 

En ese sentido se destacan las acciones del gobierno local hacia una urbe más orientada a energías renovables a partir de una política sustentable en el transporte y la construcción sin emisiones, entre otras. 

Además se destaca por ser la ciudad que más ha hecho para descarbonizar la movilidad en Europa según la consultora internacional Clean Cities Campaign. En palabras del Comisario Europeo de Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella, “Oslo se enfoca en mejorar el transporte público, promover vehículos eléctricos, mejorar la circulación de los ciclistas y, entre otras muchas cosas, ha mejorado la gestión de residuos. Las acciones de Oslo no solo beneficiarán a Oslo, sino que tendrán un efecto global“.

De esta manera Noruega muestra el camino a seguir, con una fuerte convicción y acción hacia un futuro sustentable y más alineado con lo que exige el planeta. Sus pasos en la transición energética tanto en el plano nacional como a nivel urbano dejan una clara enseñanza que amerita tener en cuenta como referencia.

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