Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

La ciudad alemana impulsó una estrategia ambiental sólida en los últimos años gracias al esfuerzo mancomunado de los dirigentes y la comunidad en general, y recibió premios como ciudad verde. Los ejes fueron impulsar un ecosistema de movilidad y transporte sostenible, techos verdes en edificios y prácticas cotidianas ambientales. Aquí te contamos detalles

Hablar de futuro es indirectamente pensar en la necesidad de políticas ambientales que sostengan el crecimiento de las ciudades y enseñen a sus ciudadanos a convivir con su entorno natural. La ciudad alemana de Hamburgo es quizás una de los ejemplos latentes de cómo avanzar en ese sentido. 

Ya por el año 2011 recibió el prestigioso premio otorgado por la Comisión Europea que busca destacar los esfuerzos y objetivos logrados por las ciudades del Viejo Continente en relación a la protección del medioambiente. 

Para ese entonces, el galardón de Capital Verde Europea se lo llevó Hamburgo por sus esfuerzos referidos al transporte público en base a una estructura sistemática de zonas verdes. Además, desde la CE destacaron “los altos estándares ambientales y el óptimo nivel de aire”. Con el pasar de los años, ese reconocimiento también lo han recibido ciudades como Oslo (Noruega), Copenhague (Dinamarca), Lahti (Finlandia) y Lisboa (Portugal), entre otras.

Diez años después siguió por la misma senda hasta obtener el reconocimiento del gobierno norteamericano al ser catalogada como la Ciudad Verde del 2021

Para alcanzar este premio en la ciudad han sabido articular una serie de políticas públicas ambientales como la utilización de sensores climáticos en la zona céntrica para así descomprimir el tráfico por medio de mapas de calor, como también el impulso de la electromovilidad

Por otra parte han implementado un interesante sistema de ciclovías y espacios públicos destinados exclusivamente al tránsito de bicicletas y monopatines eléctricos, como así también la incorporación de buses sin motores a combustión. 

Sin embargo, el reconocimiento a nivel global lo ha sabido obtener gracias a la gran cantidad de espacios verdes y disfrutables para las personas como pueden ser las plazas centrales, la costa portuaria donde se encuentra el HafenCity, denominado el proyecto urbanístico más importante de toda Europa. 

Allí, el río Elba es disfrutado por sus casi dos millones de habitantes donde pueden conocer la historia viva de la ciudad por medio de museos, bares y áreas exclusivas para conciertos como el caso de la Elbphilharmonie, una magnífica sala de conciertos diseñada de forma experta para que el sonido resuene exactamente igual sin importar de donde estés mirando. 

Además, han hecho un gran esfuerzo por construir edificios sostenibles, desde los públicos hasta los privados, como suelen ser casos de hoteles e instituciones académicas. Algunas de ellas por ejemplo organizan escapadas para conocer los puntos ecológicos más importantes de la ciudad, destacándose como una experiencia turística y educativa al mismo tiempo. 

Dentro de estas opciones, la alternativa de comprar regalos sostenibles basados en el reciclaje y la Economía Circular, como así también alimentarse de manera consciente y saludable como pueden ser opciones veganas o vegetarianas.  

SOSTENIBILIDAD EN LA ALTURA

Como si fuera poco que desde la ciudad ya han empezado a poner dentro de los objetivos comunes la sostenibilidad, brindando comes y alternativas no vistas en otros país, también han sumado una oportunidad más que innovadora. 

Se trata de los techos verdes, una estrategia por la cual el gobierno busca impulsar un total de 100 hectáreas de la superficie de edificios cubiertas de vegetación para generar un impacto positivo en el medio ambiente y la vida en las ciudades. Esto incluye empresas, fábricas, instituciones educativas y deportivas pero también hogares particulares. 

Para ello han abierto la inscripción a una lista que cierra en el 2024 donde quienes salgan seleccionados podrán acceder a un subsidio de hasta 3 millones de euros. De esta manera pueden cubrir hasta el 60% de los costos de instalación, gracias a lo cual, además de reducir la contaminación e incrementar la captura de carbono de la ciudad, también pueden acceder a otros beneficios. 

Se espera poder reducir los niveles de utilización de la energía ya que se mejora el aislamiento de los edificios, como así también de hasta un 50% de las tarifas de agua ya que estos techos están preparados para incorporar el agua de lluvia a los baños y canillas del hogar. ¿Qué opinás de la estrategia ambiental de Hamburgo? 

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