La agrivoltaica es la combinación de un campo de luz solar con una granja agroecológica, aprovechando la luz del sol tanto para hacer crecer los alimentos como para nutrir de energía el lugar y zonas aledañas.
Aunque es verdad que en sus inicios este proceso se orientaba al autoabastecimiento, ha sido tan bien tomada esta iniciativa que empresas y gobiernos lo han empezado a estimular para poder almacenar y luego vender la energía a la red pública.
De esta manera, en lo más referido posible al cultivo, no solo se cosechan cereales, frutas, verduras y legumbres, también grandes cantidades de energía alternativa que comienza a ser una gran opción para descarbonizar la actividad.
Cabe aclarar que esto está relacionado a un método de cultivo sin pesticidas y realizado de manera orgánica, permitiendo una perfecta interacción entre animales, insectos y otras especies de microorganismos que permiten regenerar el suelo para facilitar la obtención de los nutrientes por parte de las plantas.
Además, al cubrir el territorio de verde también se está colaborando con la captura de carbono del mundo, mitigando el cambio climático y el calentamiento global.
En resumen, se trata de nuevas oportunidades de colaboración que ponen de manifiesto cómo el mundo energético y el sector de la agricultura no son opuestos, es más, caminan juntos por un camino común y sostenible.
GRAN DESARROLLO DE LA AGRIVOLTAICA EN EUROPA
A partir de la agrivoltaica, las empresas buscan agregar valor a sus terrenos, aprovechando al máximo el territorio disponible. Además, la alimentación por parte de estos animales ayuda al mantenimiento de las zonas aledañas a los paneles, disminuyendo el trabajo necesario. O sea, que se potencia el desarrollo rural con un enfoque sustentable.
Algunos de los ejemplos más importantes a nivel mundial se concentran en Europa, donde varias compañias lo vienen impulsando hace años como Endesa en Grecia, Enel en España, Groen Leven en Alemania y BayWa en los Países Bajos. Allí, estas empresas buscan poder explotar la actividad agrícola ganadera relacionándola directamente con la producción de energía.
En el caso de BayWa, la empresa ha diseñado unos paneles exclusivos que tienen ciertas transparencias que permiten que bajo ella se cultiven algunas especies que conviven sin pleno sol, como es el caso de las frambuesas. De esta manera, todo el territorio cultivado también es explotado para la generación de la energía eléctrica, optimizando al máximo los recursos.
Por otra parte, la experiencia española ha sido explotada por medio de un diseño donde los terrenos que se encuentran debajo de los paneles solares son utilizados por algunos de los campos como asentamientos de vacas, caballos y ovejas, ya que la sombra les permite descansar y alimentarse de los pastizales.
Sin dudas de esta manera aquellos países con una pequeña porción de tierra disponible pueden aprovechar al máximo su territorio y así explotar todos los recursos naturales de una manera correcta y articulada. ¿Qué te parecen estas granjas solares?
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