La tecnología sin dudas es un gran motor para impulsar acciones de cambio de cara a la descarbonización de las ciudades. En esta oportunidad veremos la apuesta de la compañía FluxJet, mejor conocido como el “tren del cielo”, un ferrocarril que funciona a 10 metros del suelo.
Esta iniciativa ambiciosa que se ha dado en Canadá busca impulsar trenes que se desplazan a través de rieles de levitación magnética, que no emplean energía fósil. Es decir, utilizan la gravedad de los imanes para su funcionamiento.
Su capacidad de trasladarse por medio de elevaciones que permiten descomprimir las vías tradicionales de transporte y movilidad. Este tipo de trenes casi surrealistas invitan a pensar en series y películas de ciencia ficción de la década de los ochenta, donde sus directores se animaron a imaginar coches voladores como puede ser el caso de Los Supersónicos.
Hoy, en el año 2023 y con un gran terreno por recorrer en la materia, parece ser una opción más real que ficcionada y si bien la intención es avanzar en el desarrollo tecnológico, se trata también de una iniciativa que busca mejorar la calidad de vida de las personas y descarbonizar el transporte.
Por ejemplo, se ha comprobado por parte de la empresa, que el Flux Jet será un 44% más barato que viajar en avión y además podrá hacer traslados de casi 300 kms en solo 45 minutos con una capacidad de 54 pasajeros y 10 toneladas de carga.
Esta velocidad la han logrado de hacer y lograr un “híbrido entre un avión y un tren” alcanzando los 1.000 km/h (621 millas) por hora lo que lo pone por encima de los aviones comerciales y de los demás trenes supersónicos del mercado que no superan los 350 km/h.
Para ello aprovechan el diseño aerodinámico del tren, que a diferencia de las alas de los aviones, permite alcanzar altos rangos de velocidad por medio de la “transmisión de energía sin contacto”, donde el tren obtendría energía de la red eléctrica existente a través de campos magnéticos.
“Basado en innovaciones revolucionarias en propulsión y sistemas de energía limpia libres de combustibles fósiles, FluxJet es un vehículo completamente eléctrico que es efectivamente un híbrido entre un avión y un tren. Con avances tecnológicos en la transmisión de energía sin contacto y un nuevo campo de la física llamado ‘flujo de vigilancia’, FluxJet viaja en una vía protegida a más de 1000 km/h, más rápido que un jet y tres veces más rápido que un tren de alta velocidad”, explicaron desde la empresa.
Este impactante tren avión estará disponible en las ciudades más importantes de Canadá y esperan que se pueda extender por el resto de los estados del norte. Vale aclarar que, si bien se trata de una iniciativa descarbonizante y de gran impacto positivo para el medioambiente y la salud de las personas, no se refiere a desarrollos baratos por lo que su acceso mundial es limitado.
Sin embargo, estiman que generará un impacto positivo en la economía de las personas, principalmente por la reducción del coste de los pasajes, pero también por la capacidad de generar nuevos empleos por parte de la empresa: “Se han iniciado los trabajos preliminares de construcción, incluida la evaluación de impacto ambiental. Este proyecto crítico creará hasta 140.000 empleos y agregará US$ 19.200 millones al PIB de la región a lo largo de la construcción. Una vez que la Línea TransPod esté en funcionamiento, costará a los pasajeros aproximadamente un 44% menos que un billete de avión para viajar por el corredor y reducirá las emisiones de CO2 en 636.000 toneladas al año”, explicó la empresa en un comunicado.
Sin dudas se trata de una iniciativa lejana para la realidad actual de la gran mayoría de las ciudades, pero estiman que podrán llevar este plan a Europa y Asia antes de que termine la década, avanzando de manera considerable hacia la reducción de las emisiones globales y así avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
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