El comienzo del año 2023 fue recibido por los distintos gobiernos del mundo como un año menos para lograr el objetivo de descarbonizar las economías y transicionar hacia ciudades más sustentables. Así como Europa prohibió la venta de productos derivados de la deforestación, ahora Reino Unido dejó de permitir la venta de platos, cubiertos y utensilios plásticos.
Para eso, desde el Ministerio de Medioambiente, Alimentación y Asuntos Rurales británico han elaborado un plan de articulación que propone dejar de utilizar plásticos de un solo uso a partir de octubre de este año.
Durante este tiempo brindarán un plazo a las empresas e industrias para poder girar hacia alternativas biodegradables como pueden ser las algas, los hongos o las filminas de microorganismos hechas a base de kombucha.
De esta manera buscan reducir la contaminación en mares, ríos y en tierra. Las estadísticas oficiales del país arrojan la utilización de 2.700 millones de cubiertos de un solo uso, la mayoría de ellos de plástico, y 721 millones de platos, de los que solo el 10 % se recicla. Desde el ministerio han mostrado preocupación ante el inminente aumento de este material y por eso están decididos a tomar dar sanciones a quienes no cumplan.
La medida incluye a comercios, restaurantes, delivery, bares, despachos cerveceros y supermercados. “Todos conocemos los efectos absolutamente devastadores que el plástico puede ocasionar en el medioambiente y la vida salvaje. Hemos escuchado a los ciudadanos y este nuevo veto a los plásticos de un solo uso será la continuación de nuestro trabajo vital para proteger el entorno de cara a futuras generaciones”, expresó al respecto, Thérèse Coffey, ministra de Medioambiente.
Por otra parte, esta medida cuenta con el aval de los usuarios e incluso de los comerciantes, ya que un 95% de los encuestados para tomar esta medida se mostraron a favor de esta medida.
CRÍTICAS A LA MEDIDA
Si bien es cierto que es un avance hacia la sustentabilidad, algunas organizaciones apuntan que esta medida solo ataca a los medianos y pequeños empresarios pero no avanza directamente sobre los grandes contaminantes: los supermercados.
Greenpeace, reconocida por su labor ambiental, emitió un comunicado al respecto: “Ir prohibiendo artículos uno por uno genera buenos titulares para el Gobierno, pero no eliminará la asombrosa cantidad de plástico que el Reino Unido produce cada año”.
Para ello son necesarias medidas que impliquen la venta a granel para permitir así la reutilización de los envases reutilizables, pero esto no es ambición de los comercios que ven en esta cuestión una mala estrategia de venta.
Sin embargo, pese a las críticas, los pequeños pasos empiezan a sumar nuevos adeptos y de esta manera las políticas ambientales se han expandido por el Viejo Continente. ¿Qué opinas de esta medida?
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