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Por medio de un acuerdo de la Unión Europea con sus 26 estados miembros, se prohíbe a partir del 1 de enero de 2023 la venta de todas aquellas actividades que deforestan los bosques del mundo. Carne, soja, carbon, chocolate, leche y aceite entre los más destacados.

Mucho se ha hablado durante los últimos años de la necesidad de reducir la deforestación de los bosques del mundo. Para ello no solo han avanzado en políticas y acciones destinadas a la siembra de árboles y la prohibición de la tala de maderas innecesarias, sino que Europa ha logrado avanzar un poco más en ese sentido y aprobó la Ley Contra la Deforestación Mundial

Ya hemos visto desde Utopía Urbana como los bosques son responsables del 28% del oxígeno del planeta y se pierden 15 millones de hectáreas de bosques anuales en el mundo. Por otra parte, las grandes sequías producidas en algunas regiones europeas como España, pero también en la Patagonia argentina han producido grandes olas de calor que desembocaron en violentos incendios de grandes magnitudes que resultan difíciles de apagar. 

Esta medida se planteó por primera vez hace tiempo en la COP 15 pero por los intereses del mercado que evitan la transición de un día para el otro se fue postergando hasta la actualidad. Ahora, puntualmente desde una región en particular se da un avance importante:  el parlamento de la Unión Europea sancionó un acuerdo que busca prohibir a los países miembros que importen aquellos productos que generan deforestación

“La nueva ley garantiza a los consumidores europeos que los productos que compran no contribuyen a la destrucción y degradación de los bosques, incluidos los bosques primarios insustituibles, y por lo tanto reduciría la contribución de la UE al cambio climático y la pérdida de biodiversidad a nivel mundial”, explicaron fuentes oficiales de un continente que es responsable del 16% de la deforestación mundial a través de sus importaciones.

Cabe destacar que algo que nunca antes había ocurrido a nivel mundial y que incluye a todos aquellos productos derivados de la deforestación salvaje. El cuerpo de la ley propone la prohibición al aceite, el cacao, café, caucho, ganadería, madera, soja, carne, cuero, papeles, muebles, cosméticos y hasta el chocolate

Por otra parte, no será una lista única, sino que buscarán ir actualizando la misma con el paso de los años para así poder tener una mejor adaptación, pero también agrandando la lista según las necesidades presentadas por el mercado. 

Esto sin dudas es un gran golpe para aquellas industrias que se basan en la deforestación y esperan que sea un golpe directo para esta actividad, al mismo tiempo que permite darle un empujón al trabajo de aquellas empresas verdes y certificadas que usan como materias primas aquellos materiales regenerables.

Estos productos podrán ser identificados en los hipermercados con un sticker de “Diligencia Debida” que verifica que los productos no fueron extraídos de la actividad deforestadora desde el 31 de diciembre del 2022. 

Otro de los ejes centrales de la ley es que obliga a los productores a brindar la geografía específica de la producción de esos materiales que le permita a los clientes, pero también a los controladores tener hechos factibles y verificables sobre las normas de cumplimiento de estas nuevas reglas. 

Si bien la lista definitiva ya ha sido elevada por la Eurocámara, no descartan que se hagan nuevas modificaciones, algo que ha ocurrido reiteradamente durante los últimos meses y que tranquilamente podrían transformarse en nuevos anexos a esta norma. 

Por ejemplo, el caucho, el carbón vegetal o los derivados del papel tradicional fueron agregados durante los últimos meses para evitar que las zonas boscosas sufran la discontinuidad de las especies y se conviertan en zonas desérticas y deforestadas.  Para la biodiversidad o de importancia para el almacenamiento de carbono.

El propio Pascal Canfin, quien preside la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo saltó por los cielos y expresó: ¡Se trata de una primicia mundial! Es el café del desayuno, el chocolate que comemos, el carbón de los asados, el papel de nuestros libros. Es radical», en referencia a este nuevo acuerdo. 

Si bien ya hay algunos organismos internacionales que se quejan de esta norma por su corto margen de prohibición, el organismo europeo se encargó de asegurar que se trata de una iniciativa pionera en la cuestión y que de esta manera buscan reducir considerablemente el ingreso de algunos de los seis productos más comprados por los ciudadanos. ¿Qué te parece esta iniciativa?

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