Desarrollar ciudades inteligentes y proyectos de urbanización sostenible requiere sin dudas de un proceso de investigación teórica que permita poner en práctica ciertos conceptos como así también comparar su evolución en el paso del tiempo. Desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lo saben por eso presentaron el “Superlibro de acciones ciudadanas para transformar las ciudades”.
Con la participación de diversos investigadores de la institución buscaron consolidar el concepto de Urbanismo Ciudadano, que propone modelos alternativos de construcción y urbanización por parte de personas sin recursos o poco poder adquisitivo. Esto se estudia en el marco de los países latinoamericanos, donde la necesidad de construir de manera inteligente choca con la realidad económica.
Por esta razón, Lucía Nogales, una de las especialistas que trabaja en la iniciativa expresó: “El Urbanismo Ciudadano es un concepto que estamos promoviendo y definiendo junto con más organizaciones de la región para tratar de englobar el movimiento de personas, proyectos e iniciativas que reivindican un modelo urbano alternativo, forjado desde el conocimiento de las dinámicas sociales”.
El fuerte de este modelo está en poner en práctica algunas herramientas de innovación, participación ciudadana, diseño sustentable que permita establecer un modelo de urbanismo alternativo que pueda utilizarse en diversas regiones del continente. De esta manera buscan poder construir con la ayuda de la ciudadanía ciudades más equitativas; pensadas desde, para y con las personas, incluyendo a estas últimas en todos los niveles de toma de decisión.
“La idea de promover este concepto es que sentimos que hay un uso indiscriminado de términos internacionales, como el Urbanismo Táctico o el Placemaking para hablar de intervenciones urbanas de pequeña escala, temporales y participativas, no responden necesariamente al contexto regional, ni abarcan todas las acciones que están emergiendo”, completó la especialista.
¿A qué apunta esta la publicación?
Este libro de más de 500 páginas busca ser una alternativa interesante para fomentar toda teoría que permita mejorar la calidad de vida y el impacto ambiental de las ciudades. Sin embargo, son conscientes de que no es lo mismo “teorizar a poner en práctica”.
Por eso mismo, desde el BID saben que este libro es un camino para conseguir ciudades más saludables y mejor construidas, sin la necesidad de que quienes vivan en condiciones precarias lo hagan corriendo riesgo de vida.
“Es una publicación que nos invita a viajar desde la teoría y conceptos que fundamentan las razones de ser del urbanismo ciudadano, hasta las mismas experiencias prácticas que contribuyen a su formación y consolidación como movimiento regional”, explicaron en el libro.
Esta experiencia dependerá en gran medida de la labor de los Laboratorios Urbanos que vienen recopilando información desde hace varios años atrás, siendo un gran inventario de las experiencias latinoamericanas. Pero también de las políticas públicas promovidas en la región.
“Buscamos que este libro sea una gran compilación de una fabulosa aventura colectiva protagonizada por miles de personas, cuyo hilo conductor es la creatividad y la voluntad de pensar y hacer las cosas de manera diferente. Esperamos que sirva como inspiración a sus lectores para que se conviertan, a su vez, en nuevos protagonistas”, explicaron dejando en evidencia la necesidad de articular esta iniciativa con la sociedad civil.
En el documento se repasa en un primer capítulo el concepto de Urbanismo Ciudadano y el contexto urbano latinoamericano. En un segundo capítulo se da lugar al análisis de la acción cívica, exponiendo mapas de casos de estudio y análisis con ejemplos de casos puntuales de ciudad cultural, ciudad inclusiva, ciudad informal, ciudad móvil, ciudad resiliente y ciudad verde. Luego, en un tercer capítulo se ahonda en la gobernanza colaborativa, analizando la gobernanza urbana colaboradora y casos de política urbana innovadora. Por último, se exponen reflexiones finales, anexos e información complementaria.
Implementación y conclusiones del sistema
De esta manera, desde el BID buscan inspirar a funcionarios públicos, investigadores, ciudadanos, emprendedores, empresarios para articular su labor y gestionar y/o crear nuevos y mejores espacios públicos que atiendan las necesidades sociales, económicas y ambientales de quienes viven en las ciudades.
En dicho libro explicaron que este valor que agrega el Urbanismo Ciudadano busca consolidar y fortalecer los barrios más pobres del continente, para lo cual cuentan con activistas y promotores de este movimiento para facilitar la transformación urbana.
Para ello esperan que los primeros embajadores de este movimiento sean los ciudadanos, habitantes de sus barrios que ya conocen sus necesidades y tienen un interés determinado en conseguir mejorar ciertas alternativas. Por otro lado, esperan que los técnicos y activistas del BID sean el nexo necesario entre la teorización y la puesta en práctica de este movimiento.
Desde el BID concluyen que es necesario que los funcionarios tomen cartas en el asunto para poder pensar en estrategias futuras, y aunque saben que “no será una tarea fácil” creen que será una salida para las próximas generaciones. “Que esta imperiosa y latente necesidad de cambiar la realidad como la conocemos nos lleve a luchar, trabajar y crecer mejorando las ciudades que habitamos”, concluyeron.