El nombre no se presta a confusiones. Net Zero Energy Buildings (NZEB) o, como le llamaremos nosotros, Edificios de Energía Cero, es toda aquella infraestructura que requiere baja o nula energía para su funcionamiento. Principalmente gracias a algún tipo de sistema de generación energética.
Este tipo de construcciones sin duda entran en el imaginario colectivo sobre lo que se espera de los hogares de aquí a unos 50 años, pero lo cierto es que aún son una situación lejana a la realidad de la mayoría de los países del mundo.
Este prototipo de vivienda surge de la iniciativa de dos expertos daneses Torben Esbensen y Vagn Korsgaard, que ya en el año 1977 trazaron los primeros planos sobre este tipo de vivienda. Uno de los edificios situados en el campus de la Universidad Técnica de Dinamarca, a las afueras de Copenhague.
Con unos 42m2 disponibles para la generación de energía por medio de paneles solares, permitieron acuñar por primera vez el término de NZEB. No es casualidad que hoy en día el país nórdico sea uno de los pioneros en sostenibilidad, capaz de plantear por primera vez la necesidad de hogares autónomos de sus propios consumos.
Es tal la necesidad de avanzar sobre esto, que ya la propia Unión Europea se ha expedido sobre la importancia de disminuir el consumo energético de las nuevas construcciones, por lo que decretó que uno de los requisitos para habilitar nuevos edificios después del 2030 sea tener un consumo de energía casi nulo. Algo también obligatorio en las instalaciones públicas.
En el propio sitio oficial de la UE definieron que un ZBEN tiene “un rendimiento energético muy alto, con la muy baja cantidad de energía necesaria aún cubierta por energía de fuentes renovables y sin emisiones de carbono in situ de combustibles fósiles”.
¿Cómo se avanza hacia los NZEB?
Pero…¿en qué se basan este tipo de construcciones? La intención es clara, controlar el uso de energía de los edificios para disminuir el consumo, como así también que cada habitante de las ciudades sea responsable y consciente de la huella de carbono que deja al planeta tierra en su día a día.
Sin embargo, pese a los intentos individuales, por medio de estrategias de eficiencia energética en el diseño, construcción y operación en nuevos edificios; así como en la aplicación de la tecnología para mejorar la eficiencia de los edificios existentes, el sector de la construcción puede hacer increíbles aportes a la reducción de energía.
De esta manera se ayudaría a los países a extender la fecha de su Deuda Ambiental, o Overshoot Day, ese día en que el territorio ha gastado todos los recursos disponibles para ese año. De esta manera, las ciudades podrían almacenar su energía para casos extremos.
Hoy por hoy, los Edificios de Energía Cero que se encuentran en el mundo están conectados a la red eléctrica para poder abastecer sus necesidades cuando la generación de energías renovables no alcanza a satisfacer la demanda energética. Y en caso contrario, cuando la demanda sea considerablemente menor a la producción, la red eléctrica se abastecerá de ella.
Reducir al mínimo el uso de energía a través del diseño eficiente del edificio que considere de la mejor forma el aprovechamiento de los recursos y del espacio debe ser un criterio fundamental y la prioridad en todos los proyectos NZEB.
Para ello no solamente implementarán distintos tipos de paneles solares y grandes ventanas para aprovechar al máximo la disponibilidad de luz, sino que también se incluirán funciones digitales sobre el consumo en tiempo real, opciones nocturnas en electrodomésticos y aplicaciones basadas en la Inteligencia Artificial (IA) para conocer la huella de carbono de los individuos.
Al implementar este tipo de obras, los distintos gobiernos del mundo se aseguran un problema menos a futuro y a su vez una solución inmediata a la necesidad de reducir los consumos. De momento está claro que este tipo de construcciones aún no tiene prioridad en edificios residenciales, pero sí es un objetivo a lograr. La primera intención es poder reducir las emisiones de edificios comerciales, cines, edificios administrativos o gubernamentales. ¿Has visto alguna vez uno de estos?