Durante los últimos diez años, a nivel mundial el presupuesto del sector público se ha incrementado de manera considerable para impulsar áreas destinadas a la gestión ambiental. Sin embargo, la aguja no se ha movido de manera considerable como para asegurar que el cambio está en buenas manos.
Sin embargo, hay algunos distritos que se animaron a innovar y emplear estrategias transversales que incluyan de manera articulada a todos los estratos del gobierno, priorizando una mirada ambiental a una gestión con ese nombre. Marcos Juárez, un municipio de más de 30 mil habitantes de perfil agropecuario y de agroindustria ubicado en la provincia de Córdoba (Argentina), es uno de ellos.
Bajo la gestión de Noelia Forgione, encargada del programa de reciclaje de la ciudad, los distintos organismos del estado logran dialogar entre sí y, aglutinados en la Secretaria de Servicios Urbanísticos, han realizado diversas estrategias ambientales para mejorar el funcionamiento de la ciudad.
“No hace falta una secretaria de ambiente con una superestructura. Solo falta el entendimiento y la voluntad política para que los que pueden hacer cosas a favor del ambiente lo hagan y coordinen los esfuerzos para aportar a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad”, explicó Forgione.
En la misma sintonía, una orientación similar ya lo había anticipado Albina Ruíz Ríos, ex viceministra de Gestión Ambiental de Perú en diálogo con Utopía Urbana En ese momento, la experta afirmó “Creo que ahí hay una serie de aspectos que tenemos que mirar y no puede ser solo de un sector. No es solo responsabilidad del ministerio de ambiente, sino tiene que verse de manera transversal. El cambio climático debería verse en condiciones de alto nivel donde todos los ministerios participen”.
Bajo esa órbita y con esa estrategia, Marcos Juárez se ha consolidado como un municipio avanzado en gestión ambiental, para lo que han articulado con la Red Argentina de Municipios contra el Cambio Climático (RAMCC). Reciclaje, gestión energética y de transporte son los pilares municipales, que ya incluye economía circular e integración en todos los barrios.
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-¿Cómo se gestiona la política ambiental en un municipio que no tiene Secretaría de Ambiente?
Marcos Juárez si bien es una región mediana no tenemos una gestión de ambiente pero si varios elementos relacionados a la gestión ambiental en distintas secretarias. Soy responsable del programa Separemos, es el programa de gestión integral de residuos con foco en residuos domiciliarios.
A partir de allí se fueron generando otras acciones enmarcadas en el Plan Local de Acción Climático (PLAC) desarrollado en conjunto con la Red Argentina de Municipios contra el Cambio Climático (RAMCC). La mayoría proviene de la Secretaria de Servicios Urbanísticos y yo fui ejerciendo una coordinación de las partes.

No hace falta una secretaria de ambiente con una super estructura. Solo falta el entendimiento y la voluntad política para que los que pueden hacer cosas a favor del ambiente lo hagan y coordinen los esfuerzos para aportar a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. El aprendizaje en Marcos Juárez es que tenemos que trabajar en equipo y en la muni hay un equipo y una decisión política de que el rumbo ambiental es este.
En lo que es residuos propiamente dicho el programa separa en húmedos, secos y peligrosos. Lo húmedo va a compostaje centralizado, tenemos una planta de compostaje municipal que recolecta 3 días por semana, después otros 3 días se recolecta lo seco y lo peligroso, lo seco va a la planta de clasificación y lo peligroso se pide en bolsa a parte y va a enterramiento. Cuando hablamos de peligroso son maquinitas de afeitar, pañales, toallitas femeninas.
En cuanto a residuos secos hablamos de plásticos, y papeles, cartones, latas y vidrios, ese universo de residuos reciclables. Este programa tiene una gran aceptación y a su vez tenemos una red armada de grandes generadores que nos entregan fundamentalmente húmedos y secos. Dentro de los grandes generadores de húmedos están bares, restaurantes y rotiserías. Los secos son los residuos de embalajes de la mercadería, ya sean a nylon o cartón y empresas grandes de la ciudad que tienen piezas de maquinaria agrícola que vienen embaladas en nylon a ese grupo le hacemos una recolección especial como un residuos dirigencial.
Todo eso conforma un universo de casi el 40% de los residuos de la ciudad en reciclaje y a eso le sumamos residuos inertes como NFU o escombros que también se están clasificando y dando un nuevo destino.
Estamos haciendo una remodelación de la plaza central de la ciudad y vamos a poner unos pisos de goma que lo hace la empresa que le compra parte del caucho a una empresa a la que le vendemos NFU. Fue una casualidad porque fue una licitación pública y justo dio la casualidad de que su proveedor es nuestro comprador de NFU.
-¿Cómo es la articulación con la Red Argentina de Municipios Contra el Cambio Climático (RAMCC)?
Ingresamos a la RAMCC en el 2019, ahí hicimos con muchas dificultades el primer inventario. Las dificultades eran el acceso a la información con los organismos de energía y transporte. Para el inventario del 2021 conseguimos datos más finos y certeros pudiendo acceder a los organismos estos que no es un estudio de moda sino que es realmente importante para el desarrollo de la ciudad y ahí tuvimos una comunicación enorme con las empresas de gas, energía y transporte. Todo lo que son los núcleos comerciales, industriales y de agroservicios. Fue un trabajo interdisciplinario e institucional sin precedentes.
“El transporte es lo más difícil de controlar y el componente más grave porque no tenemos otra manera de transportar hacia los puertos en camiones y el consumo de combustibles es enorme”

Tenemos datos realmente muy acertados y valiosos y sobre eso podemos decir cuales son las emisiones del sector ganadero, cuales las del transporte, con datos provistos desde lo local con mucha seriedad. Sobre eso desarrollamos el Plan de Acción Climática que encasilló muchas de las acciones que ya se estaban generando.
“Queremos incorporar un molino triturador de plástico para procesar el PET y venderlo a la industria con más valor. Seguimos avanzando en tecnologizar un poco la planta de residuos ”
Tenemos 3 componentes importantes que son energía, transporte y residuos como grandes emisores de carbono. El transporte es lo más difícil de controlar y el componente más grave porque no tenemos otra manera de transportar hacia los puertos en camiones y el consumo de combustibles es enorme. Si podemos trabajar la cuestión energética por medio de termotanques solares, utilización de energía limpias en los hogares, luminaria LED en las calles. Para octubre tenemos el 100% de la ciudad con luz LED.
Ahora vamos a entrar junto a la RAMCC en un proyecto de prefactibilidad para hacer un parque solar con vistas de autoabastecer los edificios públicos y si sobra volcarlo a la red. Estamos seleccionados dentro del país y estamos esperando a los técnicos. Con un estudio de prefactibilidad salimos ya podemos salir a buscar inversores. Pensamos una figura mixta público privada y lo vemos totalmente viable en el futuro.
Queremos incorporar un molino triturador de plástico para procesar el PET y venderlo a la industria con más valor. Seguimos avanzando en tecnologizar un poco la planta de residuos que tiene muchas cosas manuales. Tenemos poca tecnología y mucha tracción humana.
Lo que es transporte queremos trabajar en la concientización sobre el sector que más consume que es el agroindustrial para migrar los vehículos hacia energías más limpias y ayudarlos a optimizar los recursos. Es el desafío mayor y el que un poco nos excede porque no está en nuestras manos manejar un sector así. Si alentamos mucho en lo urbano el uso y el orden de las bicicletas. Se usa mucho la bici pero ha crecido el parque automotor. Estamos generando ciclovías, espacios seguros con iluminación y arbolados para que usen más bicicletas y se bajen de los autos.
“La cuestión de ambiente y climática debe ser una cuestión transversal desde el gabinete político hasta el gabinete técnico. Los políticos tienen que entender que no es una moda, que es necesario”
Estamos ya trabajando en esto desde los últimos tiempos para poder comprender que tenemos que ir moviéndonos hasta otros conceptos. Tenemos que entender que hay cuestiones ambientales que son transversales para las ciudades y hay que migrar un poco de que es solo una cuestión a la que se tiene que dedicar solo una dirección en específica, hoy todos están bajo esta bendita situación del cambio climático. Hoy por ejemplo nosotros estamos haciendo dos inventarios de GEI certificado en el Pacto Global de Alcaldes.
Dentro de nuestro PLAC, dentro de las estrategias de mitigación y adaptación tenemos lo que es el plan maestro de desagües de la ciudad con el foco puesto en las tormentas del último año, que nos han dejado saldos en inundaciones producidas por un clima que el hombre no puede controlar.

Si solo hago desagües pero no contextualizo con la limpieza, la prevención en la gestión de residuos, sino tengo buenos drenajes o buenas lagunas de recolección o cortinas forestales para las tormentas, los eventos climáticos extremos van a seguir ocurriendo. No podemos manejarnos en los municipios con los compartimentos estancos.
Esta tiene que ser una estrategia y una política de acción climática transversal a los gobiernos y todas nuestras acciones tienen que tener directrices en todas las áreas apuntadas a eso. Tenemos eventos extremos de lluvia y ahora tenemos 5 meses de sequía. Si no nos preparamos ahora para cuando venga la lluvia no entenderemos nada. Tenemos que estar preparados para vientos, caída de agua en pocas horas y tormentas eléctricas.Por más que no tengas los desagües de última generación hechos, si no están limpios no sirve de nada.
La cuestión de ambiente y climática debe ser una cuestión transversal desde el gabinete político hasta el gabinete técnico. Los políticos tienen que entender que no es una moda, que es necesario. Hay una realidad ya inevitable y si no tomamos ciertas medidas antes del 2030 las generaciones posteriores son las que lo van a terminar pagando.
-¿Cuál es la situación de la Economía Circular en el municipio?
Estamos avanzando desde el año pasado firmes con la gestión de los Neumáticos Fuera de Uso (NFU) y telgopor. Lo molemos, sobre todo el de electrodomésticos y se pone como relleno junto con el cemento en la construcción. En principio lo estamos haciendo en obras asistidas por la municipalidad como Escuelas y Edificios Públicos y la idea es llegar a un volumen para comercializar en la construcción.
Juárez tiene hace 10 años un movimiento ininterrumpido en la construcción por lo que se vende fácilmente. Hacemos un ahorro del gasto público porque no compramos el telgopor sino que usamos el reciclado.
“No hace falta una secretaria de ambiente con una super estructura. Solo falta el entendimiento y la voluntad política para que los que pueden hacer cosas a favor del ambiente lo hagan y coordinen los esfuerzos para aportar a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad”.
Parte del plástico se utiliza para vender a las empresas que hacen madera plástica, por licitación ganó una de las que nos compra el plástico y hará bancos y accesorios para plazas que van a estar hechos con nuestra propia materia prima.
Lo que es escombros de las construcción lo usamos como relleno. Tenemos los inertes bastante sectorizados porque le encontramos la vuelta a usarlo en otros espacios.
Los RAEE también se desarman y lo que es reciclable dentro de metales y plásticos se comercializa y tenemos otras 15 o 16 fracciones entre vidrios plásticos metales, papel, cartón y aluminio de distintos gramajes.
Marco Juarez sin dudas ha podido establecer un objetivo municipal que incentive la gestión ambiental, algo que no se ha logrado en muchos de los municipios que han destinado un considerable presupuesto a la creación de Ministerios especializados, que tomen un rol de Gobernanza integral de la temática. Tal como lo explicó Forgione, el foco ambiental es transversal y debe ser atendido por todas las áreas del Estado por igual. Un claro ejemplo de que la intención es tan importante como la acción.