En los últimos años, los avances en tecnología de vehículos autónomos han captado la atención mundial, y uno de los desarrollos más notables en este campo es el robotaxi, una forma de taxi autónomo que está transformando la movilidad urbana. Los robotaxis representan un gran avance tecnológico al eliminar la necesidad de un conductor humano, utilizando en su lugar una combinación de sensores avanzados, inteligencia artificial y algoritmos de aprendizaje automático para navegar por las calles.
Este enfoque no solo hace que el transporte sea más accesible y eficiente, sino que también tiene el potencial de reducir los accidentes de tráfico y las emisiones de gases contaminantes al optimizar el flujo del tráfico y fomentar el uso de vehículos eléctricos.
Sin embargo, los robotaxis también presentan desafíos significativos. Entre los pros se incluyen una mayor precisión en la navegación, la reducción de errores humanos y la posibilidad de operar en condiciones de tráfico intensas sin cansancio o distracciones. No obstante, los contras incluyen problemas potenciales con la seguridad, la privacidad y la aceptación pública. Además, el alto costo de la tecnología necesaria para estos vehículos, así como las complejidades legales y regulatorias asociadas con su implementación, representan barreras importantes que deben ser superadas.
EL CASO DE WAYMO
Waymo, la empresa derivada de Google y parte del conglomerado Alphabet, ha sido un líder en el desarrollo de robotaxis desde sus inicios. El servicio de Waymo comenzó en 2018 con una flota de vehículos autónomos integrados en modelos híbridos Chrysler Pacifica y SUVs Jaguar I-PACE. Desde entonces, Waymo ha introducido su sexta generación de robotaxis, basada en el Geely Zeekr, un coche eléctrico más cómodo y espacioso. Esta nueva generación ha sido diseñada para reducir costos y sensores, utilizando solo 13 cámaras en lugar de 29 y cuatro sensores LiDAR en lugar de cinco, lo que refleja un esfuerzo por optimizar la eficiencia sin comprometer la seguridad.
Actualmente, Waymo ofrece alrededor de 100.000 viajes semanales en ciudades como San Francisco y Phoenix, con planes de expansión en curso a Austin (Texas) y varias localidades en Los Ángeles. La empresa ha acumulado más de dos millones de trayectos, lo que le ha permitido mejorar significativamente su tecnología y la experiencia del usuario. Desde 2020, Waymo ha operado sin conductores de seguridad a bordo, un gran paso hacia la autonomía completa, y ha comenzado a comercializar su servicio de transporte, Waymo One, ampliando su alcance a más áreas y usuarios.
Además, Waymo está invirtiendo US$ 5.000 millones en el desarrollo y expansión de su tecnología, un reflejo del compromiso de Alphabet con el futuro de la movilidad autónoma. A pesar de los avances, la compañía todavía enfrenta desafíos en términos de costos operativos y la necesidad de garantizar una seguridad robusta a medida que aumenta el número de viajes y expande su cobertura a nuevas regiones.
Vale aclarar que la compañía aún no da beneficios, pero se estima que a futuro podría revertir esta situación. Desde el punto de vista de sus costos, Waymo no emplea conductores, pero sí entre sus personal cuenta con técnicos para rastrear de forma remota los viajes y ayudar si los autos se atascan en el tránsito, así como también tiene costos operativos por el funcionamiento de la flota como mantenimiento, almacenamiento y recarga de los vehículos. Según The New York Times, el equipo de conducción autónoma, incluyendo toda su tecnología asociada, cuesta hasta US$ 100 mil por automóvil.
En términos de seguridad, Waymo está mejor que su competidor Cruise, la empresa de movilidad con vehículos autónomos de General Motors, que en octubre de 2023 tuvo atropelló a un peatón, lo cual le ocasionó una prohibición para seguir operando en California. En el caso de Waymo no ha tenido accidentes de esa magnitud, aunque si sus vehículos han estado involucrados en incidentes menores como bloquear el tráfico. Un ejemplo de situaciones “raras” se da cuando un agente de tránsito obliga a pasar en luz roja para salir de un embotellamiento, pero los vehículos tienden a quedarse parados.
FUTURO DE LOS ROBOTAXIS
Los robotaxis representan un avance significativo en la tecnología de transporte, ofreciendo una visión emocionante del futuro de la movilidad urbana. Waymo, con su enfoque innovador y su continua inversión en el desarrollo de vehículos autónomos, está a la vanguardia de esta transformación. Sin embargo, el camino hacia la plena implementación y aceptación de los taxi autónomos está lleno de desafíos, desde la reducción de costos y la mejora de la seguridad hasta la superación de barreras legales y regulatorias.
El éxito de Waymo y otros desarrollos similares no solo dependerá de la capacidad para perfeccionar la tecnología, sino también de la habilidad para gestionar el equilibrio entre expansión y seguridad. A medida que la industria de los robotaxis continúa evolucionando, será fundamental para los consumidores y las ciudades adaptarse a estas nuevas formas de transporte, aprovechando los beneficios mientras se abordan los desafíos inherentes. Esta historia no queda acá, recientemente Tesla anunció que lanzará sus propios taxis autónomos hacia el año 2027, pero ya te contaremos eso en detalle en Utopía Urbana.
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