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París se embarca en un audaz plan para mejorar la calidad del aire y la seguridad vial al retirar los vehículos SUV de sus calles. Con un referéndum programado para el 4 de febrero de 2024, la alcaldesa Anne Hidalgo propone tarifas de estacionamiento significativamente más altas para estos vehículos, buscando concienciar sobre la importancia de la movilidad sostenible.

La necesidad de avanzar hacia la descarbonización en la movilidad ha levantado varias controversias en los países que se debaten cómo transicionar a la electrificación. En este contexto, la capital francesa, París, lo hace en el marco de  una ciudad que viene dando pasos importantes en su enfoque sostenible, impulsando el concepto de ciudad de los 15 minutos, alentando el uso de bicicletas y brindando alternativas de transporte ecológicas, entre otras acciones. Ahora se embarca en un ambicioso plan para mejorar la seguridad vial y la calidad del aire que podría retirar los vehículos SUV (Sport Utility Vehicles) de sus calles

Tal como había sucedido en su momento con la quita de los monopatines eléctricos de alquiler, la alcaldesa Anne Hidalgo ha propuesto una medida innovadora que será sometida a referéndum el 4 de febrero de 2024, buscando crear conciencia y acción sobre la movilidad sostenible en la ciudad.

El 4 de febrero de 2024, los ciudadanos parisinos tendrán la oportunidad de decidir el destino de los SUV en las calles de la ciudad. La propuesta se plantea en términos de crear una tarifa específica sustancialmente elevada para el estacionamiento de vehículos pesados, voluminosos y contaminantes. Este referéndum marcará un hito en los esfuerzos de París por fomentar la movilidad sostenible.

El Ayuntamiento de París planea triplicar las tarifas de estacionamiento para abordar la presencia de vehículos pesados y contaminantes. Esta medida no solo impactará a los SUV, sino también a otros modelos térmicos e híbridos que superen los 1.600 kilos de peso. La suba en las tarifas afectará a híbridos enchufables con emisiones de CO2 superiores a 60 g/km y a vehículos eléctricos de más de 2 toneladas.

Frente a esto, los ciudadanos de París se enfrentan a una decisión crucial por la que deberán votar: ¿expulsar o no a los SUV de las calles? La alcaldesa Hidalgo, a través de sus redes sociales, ha confirmado que esta medida busca mejorar la movilidad sostenible y permitir un mejor reparto del espacio público en beneficio de peatones y ciclistas.

Este no es un modelo nuevo, ya que por la misma vía del referendum, este año el 90% de los parisinos que votaron determinaron  la prohibición de los scooters eléctricos de alquiler en las veredas de la ciudad por los problemas que ocasionaron en la vía pública. De esta manera no solo decide y ejecuta, sino también integra a la ciudadanía a esta situación. 

La propuesta actual se suma a las medidas anteriores de Hidalgo para reducir el volumen de automóviles, calmar el tráfico y reorganizar el espacio público. Al igual que en consultas anteriores sobre temas de movilidad, la decisión de encarecer el estacionamiento de SUV se deja en manos de los ciudadanos, buscando involucrar a la comunidad en la creación de políticas urbanas. Asimismo, con este mecanismo se fortalece la estrategia de participación ciudadana y gobierno abierto que viene tomando fuerza en la gestión local.

Aunque se busca reducir la presencia de SUV en las ciudades debido a su impacto ambiental y riesgos para la seguridad vial, surge la incertidumbre sobre cómo se aplicará la medida a los vehículos eléctricos, especialmente a los SUV eléctricos. La propuesta plantea desafíos y preguntas sobre posibles excepciones para fomentar la adopción de vehículos más limpios. También se abre un interrogante sobre el grado de impacto que puede generar en el nivel de ventas de este tipo de vehículos en el mercado, así como en el flujo diario de tránsito, con una merma esperada. 

En resumen, París se encuentra en una nueva encrucijada crucial para continuar transformando el futuro de la movilidad en sus calles. El referéndum del 4 de febrero de 2024 marcará un precedente en la lucha contra los vehículos más contaminantes y voluminosos, reforzando el compromiso de la ciudad con la movilidad sostenible y la mejora del espacio público.

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