Avanzar hacia una movilidad sostenible sin dudas es un camino de aprendizajes y pruebas que pueden funcionar, como también resultar nocivas paras las ciudades. Sin dudas se trata de un proceso donde es el error el que marca el destino y algo de eso comenzó a suceder en París, capital de Francia, donde prohibieron los monopatines eléctricos de alquiler.
En sus inicios, este tipo de micromovilidad era una de las ideas más innovadoras para los traslados urbanos por su capacidad de realizar pequeñas distancias de manera individual sin emitir combustiones y sin generar embotellamientos en las calles principales. Fue tal el impacto positivo que las principales capitales del mundo las adoptaron y las empresas internacionales realizaron una importante inversión en las ciudades para brindar ese servicio de alquiler.
Sin embargo fue cuestión de tiempo que la ciudadanía se exprese en contra de la utilización de los mismos en París, donde el 90% de ellos votó en contra en una encuesta realizada por el ayuntamiento local. En una importante decisión de participación ciudadana y gobierno abierto, desde el gobierno decidieron hacer caso a la población y eliminar su utilización.
De esta manera, la alcaldesa Anne Hidalgo se ha comprometido a respetar los resultados de la encuesta donde la pregunta era sencilla y directa: “¿A favor o en contra de los patinetes de alquiler?” De esta manera se deberá interrumpir los contratos con las tres empresas que operan en la ciudad. Se trata de la estadounidense Lime, la francesa Dott y la alemana Tier, que en conjunto suman una flota total de 15.000 dispositivos.
Pese a que desde el ayuntamiento se han comprometido verbalmente a respetar los resultados de la encuesta, hay funcionarios que se mostraron contra esta iniciativa, ya que creen que los resultados no representan la realidad de la ciudad, dado que menos del 8% de los posibles electores acudieron a votar. De 1,38 millones de personas inscritas en el padrón electoral de la ciudad para votar, solo lo hicieron poco más de 103 mil y se cree que los jóvenes, los principales usuarios, no habrían ido en masa a dar su voto.Mientras algunos creen que es una fabulosa oportunidad para simplificar los traslados, hay quienes sostienen que desde su aparición por el año 2018 han habido cientos de roces con peatones, automovilistas y ciclistas que incentivan los accidentes de tránsito, incluso con víctimas fatales. Según se afirma allí, sólo en al año 2022 se produjeron 408 siniestros relacionados a los monopatines, en los que murieron unas 3 personas y otras 459 resultaron heridas.
De esta manera, son los peatones principalmente quienes se han mostrado en contra de su utilización ya que se ven “invadidos” por quienes utilizan monopatines en el espacio público.
Sin embargo, desde la otra cara creen que el problema es la falta de infraestructura adecuada para que los monopatines puedan circular sin estorbar el tránsito. Por ejemplo, algunos de estos principales problemas se dan en calles de adoquines, donde estos usuarios no pueden transitar y deben ir por la vereda.
De todas formas, Hidalgo ya dio su rúbrica y avisó que en la búsqueda de incentivar la participación ciudadana respetará los resultados de la encuesta. Veremos si hay una nueva edición o si finalmente los monopatines eléctricos de alquiler dejan de existir en París.
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