En la búsqueda por reducir los niveles de residuosgenerados en la fase productiva y como consecuencia del consumo en el mundo, pero también poder cambiar los hábitos y costumbres de la industria y otras actividades, la Economía Circular se ha posicionado con fuerza en todo tipo de países, tanto desarrollados como en desarrollo, como en ciudades diversas.
Oslo, la capital de Noruega, se ha destacado como una de las ciudades líderes en la adopción de políticas y medidas para impulsar la economía circular y aquí revisaremos algunas considerando el enfoque integral que ha adoptado la ciudad para abordar los desafíos ambientales que ha sido clave para su éxito en este ámbito.
Vale aclarar que esta ciudad nórdica de casi 650 mil habitantes, está a la vanguardia mundial en materia ambiental y de condiciones de bienestar para la población. Tal es así que lidera el ranking de ciudades más sustentables (según Arcadis) y el ranking de ciudades con mejor calidad de vida-trabajo (según Kisi). Pero además de eso, también ocupa el tercer puesto como ciudad inteligente (según el IMD – Instituto para el Desarrollo de la Gestión) y el puesto 9 entre las ciudades con mejor sostenibilidad y calidad de vida (según IESE Cities in motion).
Gran parte de estos reconocimientos se deben a una estrategia continua a través de los años de impulso de acciones ambientales y orientadas al bienestar de la población que fueron dando sus frutos. Aquí en Utopía Urbana hemos repasado su estrategia general para reducir contaminantes, así como también todos los esfuerzos que la catapultaron como la ciudad que más ha hecho para descarbonizar la movilidad en Europa. En esta oportunidad repasemos sus avances específicos en materia de economía circular, algo que sin dudas está relacionado con todo lo anteriormente citado.
¿Cómo se ubica Oslo en diferentes rankings de ciudades a nivel internacional?
Fuente: Utopía Urbana en base a rankings de ciudades a nivel mundial
OSLO Y ECONOMÍA CIRCULAR
Uno de los objetivos más ambiciosos de Oslo es reducir la cantidad de residuos que se generan en la ciudad. Para lograr esto, desde su gobierno han implementado una serie de políticas y medidas que incentivan la reducción, reutilización y reciclaje de materiales.
Por ejemplo, se han establecido metas de reducción de residuos para la industria y el sector de la construcción, y se han implementado programas de reciclaje y compostaje para los hogares y las empresas.
Otra medida importante ha sido el establecimiento de una tasa de residuos que se cobra por la cantidad de residuos que generan los hogares y las empresas. Esta tasa ha incentivado a las personas a reducir la cantidad de residuos que generan y ha fomentado la adopción de prácticas de economía circular, como el reciclaje y la reutilización.
La administración local también ha trabajado en la implementación de prácticas circulares en la construcción, con el objetivo de reducir la cantidad de materiales de construcción que se envían a los vertederos. Para lograr esto, establecieron requisitos de construcción sostenible y ha incentivado el uso de materiales reciclados y reutilizados en la construcción.
De esta manera, estas políticas no solo le han permitido ser tomada como un ejemplo de la economía circular, sino también de las políticas verdes, algo que le bastó para hacerse con el premio de Capital Verde Europea en el año 2019. Además, cabe destacar sus intentos por incorporar practicas sostenibles en todos sus sectores.
Otro de los ejes centrales de la política ambiental de Oslo radica en que ha desarrollado un programa de apoyo para empresas que adoptan prácticas circulares. Este programa proporciona asesoramiento y financiamiento a las empresas que desean implementar prácticas de economía circular, lo que ha fomentado la adopción de estas prácticas en el sector empresarial de la ciudad.
Otro aspecto importante del enfoque de Oslo es la promoción de la economía compartida. La ciudad ha incentivado el uso de bicicletas compartidas y ha desarrollado un sistema de intercambio de objetos en línea para fomentar la reutilización de bienes.
La reducción de residuos, la implementación de prácticas circulares en la construcción y el fomento de la economía compartida son solo algunas de las medidas que han llevado a Oslo a ser un líder en la adopción de prácticas de economía circular. Sin dudas estamos ante una ciudad clave en el mundo por su experiencia y su recorrido en buscar la EC.
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