Merwede, un pequeño barrio ubicado en los Países Bajos, más específicamente en la ciudad de Utrecht, en la cual desde hace varios años llevan adelante un plan de movilidad sostenible a escala internacional ha sido uno de los primeros del mundo en declararse totalmente una zona residencial sin vehículos y por ende sin contaminación.
Esto se da en medio de una estrategia integral que maneja la ciudad, donde casi el 70% de los habitantes se mueven por medio de la utilización de bicicletas o herramientas alternativas. Se trata de una localidad con alrededor de 500 mil habitantes, ubicada al centro del país y que supo ser sede del Imperio Romano de Occidente. Situada a las orillas del río Rin se encuentra a tan solo 27 minutos de la capital Amsterdam y tiene la particularidad de estar cortada por cuatro canales de agua que son toda una atracción turística y cultural, al mejor estilo veneciano.
En la ciudad, destacada por la cantidad de universitarios que se encuentran en la zona, el principal medio de transporte utilizado es la bicicleta, y es reconocida por mantener el tercer puesto como mejor ciudad del mundo para los ciclistas según el ranking realizado por Copenhagenize Design. Se estima que el 68% de la población lo utiliza como principal medio de transporte.
MERWEDE, EL BARRIO VEHÍCULOS AUTOMOTORES
Dentro de los límites de la zona universitaria de Utrecht se encuentra Merwede, donde han reconvertido una región antiguamente industrial en un barrio altamente comprometido con el medio ambiente y la gestión sostenible.
En este pequeño sitio se está aplicando el concepto de ciudad de los 15 minutos para facilitar el acceso de todos sus ciudadanos al trabajo, centros de salud, centros comerciales y educativos a pie o en bicicleta.
“El caso del Canal Merwede es un ejemplo de cómo pueden construirse zonas residenciales que incorporen tiendas, colegios, zonas verdes y libres de tráfico. Será un barrio sin coches y cubrirá las necesidades escolares, de restauración, tiendas, sanitarias y de ocio de sus vecinos a la vuelta de la esquina”, explicaron en el informe oficial del proyecto.
Para ello contarán con la construcción de 10 mil viviendas a lo largo del canal, de los cuales el 30% cumpliran un reto importantísimo para la inclusión de los miles de estudiantes que vivirán allí: serán viviendas sociales. Esto significa que tendrán un precio estipulado de alquiler que será considerablemente más bajo.
Además contará con 2 colegios primarios, un centro de salud y todo estará relativamente cerca para que los traslados de los pequeños y enfermos sean acordes a sus necesidades.
Por otra parte, los techos de los edificios serán techos verdes, con el objetivo de capturar carbono pero también regular la cantidad de sol que reciben las residencias y así controlar la temperatura del lugar.
Estos edificios estarán ubicados en manzanas con distintas alturas para aprovechar la luz solar y reducir el consumo energético de cada zona.
Al no tener tránsito de coches, las calles serán pensadas exclusivamente para peatones y bicicletas de manera de descomprimir el tráfico y poder obtener una movilidad descarbonizada.
Cabe destacar que esta prueba piloto se da en un país que ha sido configurado bajo estándares de movilidad urbana sostenible, ya que desde la década de 1970 ha comenzado a impulsar una serie de medidas que favorecen su utilización, siendo uno de los países a nivel mundial que mejor ha trabajado en esta temática y ahora, claro, buscan poder impulsar esta medida aún más allá de los límites establecidos.
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