No caben dudas que las probabilidades de defender al planeta del colapso ambiental está en la reducción de la huella de carbono tanto en las ciudades, como en los hábitos cotidianos de las personas. Eso parecen haber entendido a la perfección Utrecht, la ciudad de los Países Bajos que ofrece un amplio abanico de posibilidades sostenibles.
Se trata de una localidad con casi 500 mil habitantes, ubicada al centro del país y que supo ser sede del Imperio Romano de Occidente. Se trata de una ciudad situada a las orillas del río Rin que se encuentra a tan solo 27 minutos de la capital Amsterdam y tiene la particularidad de estar cortada por cuatro canales de agua que son toda una atracción turística y cultural, al mejor estilo veneciano.
En la ciudad, destacada por la cantidad de universitarios que se encuentran en la zona, el principal medio de transporte utilizado es la bicicleta, y es reconocida por mantener el tercer puesto como mejor ciudad del mundo para los ciclistas según el ranking realizado por Copenhagenize Design. Se estima que el 68% de la población lo utiliza como principal medio de transporte.
Tanta es la utilización de las bicicletas que se diseñan estacionamientos para las mismas y hay paseos exclusivos para ciclistas. De hecho esta ciudad tiene el aparcamiento más grande del mundo con unas 12.500 plazas para almacenar los rodados.
Sin embargo no es la única innovación en materia de movilidad, ya que han construido una estación de ferrocarril con tres contenedores marítimos, dos horizontales y el tercero horizontal con una torre del reloj estilo Big Ben. Se trata de la estación de ferrocarril de Barneveld Noord se construyó en un tiempo récord y posee también wifi y cuartos de baño.
Además, desde el 2016, el municipio se encuentra desarrollando modelos de vecindario sustentable para replicar por toda la ciudad y extenderlo por Europa. Cada uno de ellos contará con unas 6 mil viviendas distribuidas en 200 edificios.
Se trata de un proyecto urbano que se desarrollará en territorios privados, aunque no se descarte que esto termine convirtiendose, en menor medida, en una política de estado.
La intención es poder conseguir la gestión de los primeros barrios sustentables del mundo, donde por las facilidades y las cercanías, la necesidad de trasladarse en vehículos a motor pueda ser reemplazada por la bicicleta.
De esta manera, la pequeña ciudad sueña con reducir al máximo las huellas de carbono. Partiendo de la base de que todas las ciudades contaminan, la intención de los habitantes de Utrecht es poder vivir en un mundo libre de la contaminación cotidiana.
No caben dudas que las probabilidades de defender al planeta del colapso ambiental está en la reducción de la huella de carbono tanto en las ciudades, como en los hábitos cotidianos de las personas. Eso parecen haber entendido a la perfección Utrecht, la ciudad de los Países Bajos que ofrece un amplio abanico de posibilidades sostenibles.
Se trata de una localidad con casi 500 mil habitantes, ubicada al centro del país y que supo ser sede del Imperio Romano de Occidente. Se trata de una ciudad situada a las orillas del río Rin que se encuentra a tan solo 27 minutos de la capital Amsterdam y tiene la particularidad de estar cortada por cuatro canales de agua que son toda una atracción turística y cultural, al mejor estilo veneciano.
En la ciudad, destacada por la cantidad de universitarios que se encuentran en la zona, el principal medio de transporte utilizado es la bicicleta, y es reconocida por mantener el tercer puesto como mejor ciudad del mundo para los ciclistas según el ranking realizado por Copenhagenize Design. Se estima que el 68% de la población lo utiliza como principal medio de transporte.
Tanta es la utilización de las bicicletas que se diseñan estacionamientos para las mismas y hay paseos exclusivos para ciclistas. De hecho esta ciudad tiene el aparcamiento más grande del mundo con unas 12.500 plazas para almacenar los rodados.
Sin embargo no es la única innovación en materia de movilidad, ya que han construido una estación de ferrocarril con tres contenedores marítimos, dos horizontales y el tercero horizontal con una torre del reloj estilo Big Ben. Se trata de la estación de ferrocarril de Barneveld Noord se construyó en un tiempo récord y posee también wifi y cuartos de baño.
Además, desde el 2016, el municipio se encuentra desarrollando modelos de vecindario sustentable para replicar por toda la ciudad y extenderlo por Europa. Cada uno de ellos contará con unas 6 mil viviendas distribuidas en 200 edificios.
Se trata de un proyecto urbano que se desarrollará en territorios privados, aunque no se descarte que esto termine convirtiendose, en menor medida, en una política de estado.
La intención es poder conseguir la gestión de los primeros barrios sustentables del mundo, donde por las facilidades y las cercanías, la necesidad de trasladarse en vehículos a motor pueda ser reemplazada por la bicicleta.
De esta manera, la pequeña ciudad sueña con reducir al máximo las huellas de carbono. Partiendo de la base de que todas las ciudades contaminan, la intención de los habitantes de Utrecht es poder vivir en un mundo libre de la contaminación cotidiana.