En el afán de lograr reducir la cantidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para mitigar las emisiones de carbono en la atmósfera y por lo tanto reducir el impacto del calentamiento global, diversos investigadores analizan la posibilidad “enterrar” el CO2 bajo las piedras.
Es una iniciativa impulsada por los expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España quienes analizan esta opción como una de las más reales de cara a la crisis climática y avisaron que este componente puede estar durante millones de años bajo las rocas almacenandose.
“El hallazgo indica que esta tecnología, denominada almacenamiento geológico de CO2, puede llevarse a cabo de manera segura”, explicaron los mismos en la revista internacional Geophysical Research Letters y se realizó con la colaboración del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley y la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.
Durante los estudios preliminares necesitaron desarrollar una metodología propia para calcular el riesgo de fuga del carbono tras su almacenamiento y de esta manera conocer la cantidad de fuga que se puede dar con esta medida luego de inyectar a más de 1500 metros de profundidad.
Cabe destacar que el suelo es capaz de almacenar casi el 30% del carbono mundial y junto a los bosques y océanos es la opción natural de mayor importancia de cara a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y al cumplimiento de la Agenda 2030.
Es tanta la relevancia y la capacidad de retención de los suelos que desde el gobierno francés han presentado la iniciativa 4 por 1000 que propone a todos los países agrícolas del mundo a aumentar la capacidad de retención del mismo en un 0,4% anual, lo que equivale a la totalidad de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) provocadas en el mundo.
Tras analizar las predicciones, Iman Rahimzadeh Kivi, investigador del CSIC e impulsor de esta medida dio a conocer: “Según las simulaciones, el CO2 permanece en las profundidades del subsuelo durante millones de años, incluso si las rocas suprayacentes de baja permeabilidad se fracturaran”.
Por esta misma razón es que analizan la posibilidad de quitar el CO2 de la atmósfera y enviarlo a las profundidades: “El objetivo del almacenamiento del CO2 es tomar este gas de efecto invernadero de industrias con dificultades para reducir emisiones e inyectar a gran profundidad bajo tierra. Para que el gas permanezca en la profundidad debe inyectarse en rocas con alta permeabilidad y porosidad, como el gres”.
Sin embargo, la comunidad en general no se ha mostrado del todo entusiasmada por esta iniciativa, ya que es de público conocimiento que el carbono tiene la capacidad de almacenar la energía calórica del sol y por eso mismo es que se genera el calentamiento global. Algunos temen que esta posibilidad siga latente en las profundidades y de esta manera generar algún tipo de desbalance ecológico en el centro de la tierra.
Los miedos van desde rupturas terrestres hasta actividad en volcanes, aunque lo cierto es que no hay ciencia cierta de que esta iniciativa deba generar problemas aunque tampoco nadie es capaz de asegurar que sea la solución al calentamiento global. ¿Vos qué pensás al respecto?
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