Lograr articular el desarrollo tecnológico con la gestión de los distintos gobierno municipales es una de las principales ambiciones de esta década. Internalizar en la administración pública local los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es una acción determinantes para reducir el impacto ambiental de las ciudades.
A diferencia de lo que se pueda pensar a priori, lograr un desarrollo tecnológico no es necesariamente un sinónimo de ciudades inteligentes y organizadas. Lo necesario, hoy en día, es que los municipios puedan impulsar estrategias ambientales y de participación ciudadana, pero para ello deberán conocer sus problemas y falencias y sus puntos fuertes.
De esta manera, las tecnologías e innovaciones que aparecen en el ámbito son utilizadas como herramientas para transicionar hacia la sustentabilidad. Si hay alguien que sabe de eso sin dudas es Patricia Alessandroni, Directora de Servicios de Consultoría y Capacitación del IC Latinoamérica y una de las organizadoras del evento para municipios Ciudades para Vivir Bien.
El objetivo de esta organización es acercar a los gobiernos municipales y demás organismos públicos la información sobre las nuevas tecnologías, productos y servicios disponibles en el mercado para tener opción a la hora comprar. Además, buscan informar sobre nuevas modalidades, maneras de hacer y entender la prestación de servicios públicos municipales.
La especialista, quien lleva varios años en el apoyo a la administración pública, la adaptación e integración de ciudades inteligentes por medio de los ODS y la puesta en marcha de estrategias innovadoras, dialogó con Utopía Urbana y reflexiona al respecto de la situación de los municipios argentinos.
-¿Qué tan necesario es articular gobiernos con las empresas y la sociedad civil para avanzar hacia políticas sustentables?
Las empresas siempre tienen mucho desarrollo orientado al sector público por lo que los diferentes temas que abordan los gobiernos municipales están cubiertos por la oferta. Productos y servicios para el espacio urbano, para la higiene, para el tránsito y hasta lo que tiene que ver con la seguridad ciudadana.
No necesariamente las empresas tienen la visión de los objetivos que puede perseguir la gestión pública o de gobierno. Las empresas desarrollan tecnología, desarrollan productos, innovan. Pero un dispositivo que te manda información sobre un contenedor de residuos y te avisa cuando está lleno, eso es muy importante como desarrollo de producto y es necesario vincular los esquemas municipales.
“No solo es comprar tecnología, es definir el objetivo u objeto de las políticas o servicios y utilizar la tecnología más adecuada para cumplir con el fin que el servicio o la política pública quiere conseguir”
Pero no solo hay que vincular eso, la gestión pública tiene que articular para sí nuevos procesos que respondan a esa nueva tecnología, sino sería muy fácil tener gobiernos eficaces. No solo es comprar tecnología, es definir el objetivo u objeto de las políticas o servicios y utilizar la tecnología más adecuada para cumplir con el fin que el servicio o la política pública quiere conseguir.
Está claro que una buena conjunción o buen entendimiento entre objetivos o resultados de la política pública y la adecuación de esos productos que desarrolla el mercado es lo mejor. Sino se trataría solo de un tema de recursos que se compran y listo, pero hay que adecuar la política pública para que ese recurso que adquirimos se adecue al resultado que queremos llegar.
Para mi, si un dispositivo inteligente no hace que las personas perciban que viven mejor, no se si es adonde quiero ir. Para tener ciudades inteligentes tengo que tener gobiernos inteligentes y los gobiernos inteligentes necesitan estar anclados en la tecnología porque te permite rapidez, te permite simplicidad en los accesos, te permite información y trabajar en tiempo real.
Tener gobiernos inteligentes es que esos sistemas me devuelvan la información que necesito que me devuelvan para tomar las decisiones que tengo que tomar. Para luego con eso poder concluir la toma de decisiones para mejorar la calidad de los servicios, que el ciudadano sienta que se resuelven las cosas más rápido y mejor, de manera más simple que las ciudades son más libres, más transitables. Siempre el foco tiene que estar en las personas.
-En este contexto es de vital importancia entonces que los municipios conozcan cuales son las problemáticas que tienen porque imagino que no tiene sentido aplicar una tecnología que no resuelve los problemas reales…
Para que un gobierno sea inteligente e incorpore los productos o servicios de innovación que sean más adecuados o que vayan en el sentido de las expectativas ciudadanas básicamente lo que los gobiernos necesitan es planificar, decidir cuales van a ser sus principales políticas, sus servicios y luego como los van a poner en marcha o mejorar o implementar.
Es así como entran la innovación, los productos, la tecnología y los servicios que más se adecuen a los fines que querés lograr con ese servicio o política pública. El actor central es el gobierno que necesita fundamentalmente el desarrollo de la industria. Necesitamos una industria nacional pyme con mucho desarrollo de producto tratando de innovar todo lo posible y eso es lo que vamos a ver en el evento de Ciudades para Vivir Bien.
Son muchas las empresas que le proveen a los municipios, a los prestadores de servicios públicos y territoriales y tienen un interesante desarrollo. Son empresas Pyme y con los esfuerzos y altibajos que implica ser empresa pyme y desarrollarse tecnológicamente en este país.
-Imagino que a lo largo de los años han ido identificando cuál es la relevancia de este evento que llega a su quinceava edición. ¿Cómo evalúan el impacto de Ciudades para Vivir Bien?
Este evento fue consecuencia de una publicación que se llamaba Mercado y Empresas que empezó en el año 1994. La editamos impresa hasta la pandemia, y básicamente lo que ocurría a mediados de la década de los noventa es que a la ahora de comprar, un municipio no tenía la información conjunta de quienes le podían proveer servicios o productos.
Las primeras ediciones responden bastante a esta necesidad, que el sector público encuentre en un evento la oferta necesaria para este sector. Siendo que esta oferta no es la de un producto como el calzado o los autos. Es una feria para un sector de los gobiernos municipales o territoriales que buscan la prestación de los servicios públicos.
Está la empresa que provee software para hacer gestión presupuestaria municipal o la empresa que provee cámaras de seguridad en la ciudad o la que provee mobiliario urbano. Los perfiles de servicio que responden las empresas son muy diversos.
Aquí los dirigentes tienen la oportunidad de encontrar cosas que habitualmente no ven en otro lugar y ese objetivo es ese. Poder ofrecer innovación de lo que sucede a nivel empresa.
El desarrollo tecnológico de los últimos años ha sido sin dudas un gran incentivo a la hora de desarrollar nuevas políticas públicas. Sin embargo, la pandemia ha logrado acelerar este proceso de manera irreversible. Cientos de municipios del país han quedado en evidencia durante el proceso de cuarentena y la tecnología aplicada ha sido un gran envión para el desarrollo de nuevos proyectos.
-¿La pandemia impulsó la creación de estas pymes que buscan ofrecer innovación al sector público?
Lo que la pandemia permitió es más desarrollo y que los municipios aceleren el proceso de tecnologías donde no hace falta que las personas estén físicamente resolviendo las cosas. Entonces se resuelve desde un acceso a trámites o pedidos de turno online. Esas cosas si las ayudó y las empujó claramente e hizo que los municipios adquirieran los productos y servicios vinculados a esta cuestión.
“La gestión pública en general es bastante desordenada en algunos aspectos. Sigue el modelo de ejecución de la obra pública dura y poco del pensar una estrategia general como territorio y comunidad”
Esto no hace que los municipios sean más inteligentes. Yo tengo una mirada no tan optimista. Se ha perdido bastante el proceso de saber qué cosas concretas queremos lograr como territorios y gobiernos como comunidad. Saber cuales son las políticas y conocer con qué recursos o tecnologías les va a tocar.
La gestión pública en general es bastante desordenada en algunos aspectos. Sigue el modelo de ejecución de la obra pública dura y poco del pensar una estrategia general como territorio y comunidad. Claro que se hacen cosas, el tema es adonde se quiere llegar. Cuales son los servicios puestos en marcha. No hay un diseño de metas para ver dónde quiero llegar. Se hacen cosas por superposición pero cuesta mucho planificar para ver adonde vamos a llegar. Desde ese punto de vista hubo un retroceso.
-¿Crees que los gobiernos están obligados a tomar medidas en cuanto a la gestión ambiental o transicionar hacia la sustentabilidad?
Claro que sí. Lo que pasa es que desde el punto de vista ambiental, ¿qué cosas están al alcance de los gobiernos municipales? Los residuos y su gestión, y la disposición final de los mismos. Nuestro país tiene más de 2.300 municipios, pero sólo 300 tienen procesos serios de disposición final de los residuos. No llegan al 20 %. Es decir, hay mucho para hacer y en ese sentido es vital la vinculación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Desde mi perspectiva creo que los municipios deben encarar profundos procesos de modernización pero no es cualquier modernización. Modernización no es sinónimo de tecnología. La tecnología es un instrumento para alcanzar resultados y ambientalmente hay que ver qué necesitamos y que queremos que pase. También podemos hablar de energías alternativas, pero los números indican que menos del 20% de los municipios tiene una buena disposición final de los residuos.
“Hay que buscar ciudades mejor conectadas, con movilidad más saludable, bien iluminadas, que sean seguras y eso no es sinónimo de más cámaras. La tecnología ayuda, claro, pero también hacen falta más procesos de convivencia ciudadana”
Hay muchísimo para hacer, este es un país federal, entonces hay mucha diferencia entre provincias. Además está la parte de la autonomía municipal, los gobiernos son autónomos para marcar sus propias metas, aunque a veces pienso que deberían haber planes federales o centrales que ayuden más a saltar escalones a los municipios. Creo que la cosa está muy despareja y está claro que hay que trabajar para simplificar las cosas, resolverlas en tiempo real y con más transparencia de gobierno.
También hay que buscar ciudades mejor conectadas, con movilidad más saludable, bien iluminadas, que sean seguras y eso no es sinónimo de más cámaras. La tecnología ayuda, claro, pero también hacen falta más procesos de convivencia ciudadana. Trabajos sobre educación y capacidad, porque es una confluencia de políticas, hay mucho por hacer y en ese sentido los ODS son claros.
Yo soy una convencida que a nivel mundial no se toman en serio por parte de los municipios del mundo no van a hacer posible y en realidad los ODS han entrado tarde a los gobiernos municipales. Si los gobiernos locales no toman partido firme los ODS no se van a cumplir porque no se van a alcanzar.
