Hace más de 11 años que Belén Gómez trabaja en el CERX (Centro de Economía Regional y Experimental), involucrada en el estudio de diferentes comportamientos sociales de habitantes y familias de un determinado lugar geográfico.
La joven economista, que además es profesora universitaria y Presidenta Ejecutiva en Rio Uruguay Seguros, se desempeña como Directora Regional para el NEA en esta institución que realiza relevamientos de comportamientos ciudadanos que sirven como insumo a diferentes gobiernos y organizaciones.
“Hemos estudiado las deudas de las familias en el inicio de la pandemia, evaluamos qué comportamiento tienen sobre el consumo, si consumen productos orgánicos, por ejemplo, pero siempre recurriendo al abordaje de los comportamientos en un sentido económico”, comenta Belén, que ya tiene basta experiencia en el diseño de encuestas e indicadores.
En este marco, el último indicador que realizaron desde el CERX tuvo buena repercusión debido a su rigurosidad y a tratar un tema que está presente en el debate público y que implica a la sociedad argentina en su conjunto. Se trata del Indicador de Comportamiento Sustentable, donde Argentina obtuvo 70,7 puntos sobre una escala de 0 a 100.
“En este caso, lo que hicimos fue relevar de manera regional y teniendo en cuenta las edades de la población, cuánto sabían en torno a la sustentabilidad y que hábitos sustentables en su actuar diario han incluido”, describe Belén, que por “hábitos sustentables” se refiere a diferentes acciones cotidianas que los ciudadanos llevan a cabo para, por ejemplo, ahorrar energía y agua o cuidar su salud personal.
-¿Cuáles son las principales conclusiones del relevamiento?
El eje temático que tiene la nota más alta está vinculado al consumo responsable del agua.
El segundo eje de mayor puntaje es el respeto por la diversidad, en donde las personas respondieron sí toman decisiones sesgadas por el género, es decir, si ésto es una variable a la hora de tomar decisiones respecto a terceras personas.
Y después de estos ejes tenemos el consumo energético responsable, como no dejar un cargador de celular conectado, por ejemplo.
Estos fueron los puntajes más altos y no encontramos diferencias por regiones ni por edades. Se puede decir que hay un comportamiento generalizado en Argentina respecto a estos temas.
En principio estamos relevando también estos datos en Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Colombia para poder hacer comparativas y seguir realizándolo año tras año.
-¿Cuáles fueron los puntajes más bajos en el comportamiento argentino y qué diferencias hay respecto a los países desarrollados?
La nota más baja en Argentina fue respecto al cuidado del bienestar personal. En otros países desarrollados hay mayor propensión a esto y en Argentina hay una desatención a nuestra propia protección y prevención.
En segundo lugar, a diferencia de países del continente europeo, por ejemplo, muchas familias aquí sienten que sus acciones sustentables y esfuerzos no valen la pena.
“En Argentina hay una desatención a nuestra propia protección y prevención”
Por ejemplo, muchas veces, luego del reciclado de la basura en el hogar, no hay políticas municipales que sostengan ese proceso y termina juntándose nuevamente el residuo separado. En esos casos las familias nos manifestaron que se sienten defraudadas por la falta de una política pública articulada con los esfuerzos privados.
Por otra parte, para contrarrestar esta situación, advertimos un crecimiento incipiente del uso de biodigestores o la hidroponía para huertas. Es decir. la introducción de ciertos dispositivos y comportamientos al interior del hogar que soslayan esta falta de políticas públicas articuladas.
-¿Qué cambios generó la pandemia en los comportamientos sustentables?
A partir de la pandemia se vé un crecimiento de conductas que hacen a una responsabilidad social colectiva pero todavía falta un trabajo profundo con aquellas conductas que impactan en la salud propia y el bienestar personal, se da esta paradoja.
Lo que resaltamos en CERX, es que no se puede pensar que los impactos de nuestras acciones tienen un alcance local sino que su alcance es global. De allí surge la importancia de poder acompañar estos hábitos y que no solo partan de la voluntad.
Además deben ser accesibles para las familias porque a veces tienen voluntad pero no tienen los conocimientos ni instrumentos para adquirirlos y llevarlos a cabo.
-¿Qué articulación tienen con los municipios y cómo contribuye este relevamiento al diseño de sus políticas?
Este indicador lo profundizamos en algunas ciudades en particular y la información se facilitó abiertamente a los municipios para una toma de decisiones más precisa y para que hagan un diagnóstico sobre qué comportamientos abordar. Con el estudio pueden identificar cuáles deberían ser sostenibles en el tiempo y cuáles tienen que mejorar.
Además estos estudios sirven para el bienestar de la comunidad en general y nosotros los ponemos a disposición de las personas o gobiernos que lo necesiten.
“Hay puntajes elevados en las generaciones más jóvenes y eso da garantías de futuro”
La idea era tratar de saber cuáles son los hábitos sustentables que en la vida cotidiana las personas o familias han incorporado. Ya que a veces nos preguntamos si falta mucho o poco y no tenemos respuestas.
Fue muy importante para CERX advertir que hay puntajes elevados en las generaciones más jóvenes porque eso da garantías de futuro. Es un dato a destacar.
–¿Qué rol y qué conductas debe tener la ciudadanía mundial para avanzar hacia la sostenibilidad?
Creo que hay un mayor compromiso ambiental que antes. Cuando conocimos los ODS al inicio de este proceso, realmente pensábamos que eran diseñados para gobiernos, para empresas y para algunas organizaciones de la sociedad civil.
Pero creo que el gran desafío, que ya se está transitando, es pensar que los 17 ODS son parte de la agenda de cada persona desde que se levanta hasta que se va a dormir.
“Los 17 ODS son parte de la agenda de cada persona”
No son algo lejano a nosotros porque cada acción que desarrollamos tiene algún impacto, directo o indirecto. Entonces ya no son únicamente para un Estado o una empresa que tiene un actuar responsable o que firma determinado acuerdo.
Porque, por ejemplo, una empresa puede firmar los principios para el empoderamiento de las mujeres, pero solo con la voluntad de hacerlo no alcanza. Si sus empleados y empleadas no están vivenciando una equidad de género real, ese disfraz se cae en pocas horas.
El trabajo de relevamiento de información social de CERX, junto al de muchas instituciones abocadas a esta tarea, constituye un gran valor para los diferentes estados a la hora de diseñar sus políticas públicas.
Con el aporte de datos precisos y detallados, las iniciativas dirigidas a los ciudadanos tienen muchas más chances de ser efectivas y generar el impacto buscado por los gobiernos, que tienen el deber de promover la participación de las personas e instituciones y de abrirse a su comunidad para crecer en legitimidad.