Giró: Moda circular, conciencia ambiental y producción ética desde La Plata

En un mundo saturado por el consumo rápido y la producción masiva, el emprendimiento Giró propone una forma distinta de habitar la moda: desde la conciencia, el respeto por el ambiente y el compromiso social. Fundado en el año 2019 por Melisa Di Nardo, este emprendimiento de la ciudad argentina de La Plata no solo ofrece prendas con estilo y personalidad, sino que también revaloriza los residuos textiles a través del upcycling y la producción de prendas atemporales con impacto positivo.

Una historia que empezó con una tienda rodante

La semilla de Giró germinó en un contexto inesperado. “En 2019 compré un tráiler, lo refaccioné y lo convertí en una tienda rodante. Lo usé poco y justo arrancó la pandemia. Como no podía circular, lo vendí y empecé a trabajar de manera online”, cuenta Melisa. Lo que comenzó como un proyecto nómade pronto encontró su verdadera esencia: el respeto por el ambiente a través de la moda sustentable. Desde un inicio, el corazón de Giró fue lo vintage, y con el tiempo fue incorporando nuevos productos, sin perder de vista su misión ecológica.

En 2024, la marca dio un paso más: empezó a producir prendas nuevas bajo un concepto ético y responsable. Hoy en día, Giró confecciona ropa en colaboración con modistas independientes, con producción a pequeña escala, sin generar residuos, o bien haciéndose cargo de los que se producen. “Queremos llegar al concepto de residuo cero. Producimos prendas atemporales y versátiles, que se puedan usar en distintas ocasiones y épocas del año”, afirma su fundadora.

Upcycling: transformar residuos en piezas únicas

Una de las banderas de Giró es el upcycling, una técnica que consiste en reutilizar materiales descartados para darles una nueva vida. Más que una tendencia, se trata de una respuesta necesaria ante una industria textil que es la segunda más contaminante del planeta. “No hay realmente una conciencia sobre la contaminación textil. Hay mucha desinformación. En Argentina, los residuos textiles terminan en un basurero cualquiera. Si tienen poliéster, pueden tardar hasta 20 años en degradarse”, alerta Melisa.

Además del descarte, la producción textil implica un enorme gasto de recursos naturales. “Una remera puede necesitar hasta 3.000 litros de agua para ser fabricada. Eso equivale a lo que toma una persona durante tres años. Y muchas veces esa remera ni siquiera tiene buena calidad ni una vida útil larga”, explica. Por eso, desde Giró no solo se cuestiona la cantidad de prendas que compramos, sino también cómo, dónde y quién las produce.

Producción ética y comercio justo

Otro diferencial clave de Giró es su compromiso con el trabajo digno. “Muchas veces, cuando una prenda es muy barata, es porque alguien no está cobrando lo suficiente. Donde se suele ahorrar es en la mano de obra. Por eso en Giró no trabajamos con talleres, sino con modistas independientes que valoramos y respetamos”, sostiene Melisa Di Nardo.

Este enfoque permite mantener un lazo humano directo con quienes producen las prendas, asegurando condiciones de trabajo justas y una cadena productiva transparente. Cada prenda tiene detrás una historia, una identidad y un recorrido consciente.

¿Hay conciencia sobre la moda sostenible en la región?

La respuesta es compleja. Melisa Di Nardo reconoce que si bien hay una mayor sensibilidad ambiental, especialmente entre las nuevas generaciones, todavía falta información y compromiso a nivel estructural. “Siento que hay muchas marcas pequeñas y muchos emprendedores, sobre todo en La Plata, que están generando un cambio. Pero en general, lo artesanal o lo hecho con más dedicación suele ser más caro, y cuesta que se valore el trabajo detrás de cada prenda”.

En ese sentido, remarca la ausencia de políticas públicas y mecanismos institucionales para gestionar el residuo textil: “En el país no hay un sistema ni privado ni estatal que realmente se haga cargo. Algunas cooperativas hacen lo que pueden, pero el problema es mucho más grande”.

Giró: un giro necesario

Con una mirada crítica, pero también propositiva, Giró construye su camino a fuerza de convicción y coherencia. Es una marca que no busca subirse a modas pasajeras, sino todo lo contrario: propone prendas duraderas, sustentables y responsables. En un tiempo donde todo parece ir demasiado rápido, Giró nos invita a detenernos, pensar y vestir con sentido.

Porque la moda también puede ser una herramienta de transformación.