Aquí en Utopía Urbana venimos siguiendo de cerca los cambios de la moda en su transición a una lógica sustentable, promoviendo aspectos como el triple impacto, la economía circular y el upcycling. Pero ahora te traemos otra novedad, que se relaciona a la regulación de las cadenas de ropa de bajo costo, por sus impactos.
Es que el Parlamento francés ha puesto sobre la mesa un proyecto de ley destinado a regular la proliferación de la llamada ‘ultrafast fashion’ y proteger así su legado en la moda. La propuesta, impulsada por el Ministro de Transición Ecológica y Desarrollo Sostenible de Francia, Christophe Béchu, busca penalizar a las cadenas de moda low cost cuya producción tiene un alto coste medioambiental y, al mismo tiempo, reactivar la industria textil nacional.
El proyecto de ley, aprobado por unanimidad, contempla medidas drásticas como el aumento progresivo de los precios para las empresas que ofrezcan más de mil productos diarios, con el objetivo de disuadir al consumidor y limitar la presencia de estas marcas en el país. Esta iniciativa no solo busca combatir el impacto ambiental negativo de la ‘ultrafast fashion’, sino también reconstruir la industria textil francesa, según declaraciones del ministro.
Francia se sitúa a la vanguardia en la lucha contra los estragos provocados por la moda rápida en el entorno. Desde la creación de un fondo de 154 millones de euros para fomentar la reparación de prendas hasta la aplicación de cláusulas de la ley europea de responsabilidad ampliada del productor, el país está implementando medidas para abordar los desafíos asociados con esta industria.
Sin embargo, las reacciones ante esta propuesta de ley han sido diversas. Mientras algunos la reciben con entusiasmo como un paso necesario para proteger el medio ambiente y reactivar la industria textil local, otros la critican por considerarla una medida restrictiva que afectará a la competitividad de las marcas francesas. Además, la definición de qué constituye ‘ultrafast fashion’ y cómo se aplicarán las sanciones aún genera incertidumbre entre los sectores afectados.
A pesar de las críticas y las dudas, la proposición de ley ha sido respaldada por todos los partidos políticos en la Asamblea y ahora está en proceso de ser examinada por el Senado. Si se aprueba, Francia se convertirá en el primer país en legislar para limitar los excesos de la moda ultrarrápida, estableciendo un nuevo estándar en la industria global de la moda.
En última instancia, esta iniciativa no solo se trata de proteger el medio ambiente, sino también de preservar la identidad y la calidad de la moda francesa. En un momento en que las marcas nacionales enfrentan una competencia feroz y el empleo en el sector ha disminuido significativamente, la regulación de la ‘ultrafast fashion’ podría ser un paso crucial hacia un futuro más sostenible y equitativo para la industria textil en Francia.
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