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Proyecto del ingeniero Edmundo Ramos, el Auto a Basura logró convertir residuos en combustible alternativo con un objetivo claro: un auto que funciona gracias a la basura. En exclusiva con Utopía Urbana, el creador explicó: “El Auto a Basura puede no consumir gasolina, no contamina, limpia el planeta de la basura y aporta 20% de oxígeno mientras funciona”. 

Para este modelo, el especialista adaptó una Ford Falcon Ranchero desarrollando un concepto sobre el que es preciso profundizar para entender la intención. Hablamos de la “gasura”. En palabras de Ramos se trata de “un combustible alternativo al petróleo, ecológico y renovable, basado en residuos orgánicos secos combustibles”. Desde entonces no solo ha logrado innovar en esta doble temática buscando darle una nueva vida a la basura, convertiendo los orgánicos en combustible renovable y así reduciendo la utilización de fósiles y gestionar de manera eficiente los recursos. Se estima que consume alrededor de 15 kilos de residuos por cada 100 km a una velocidad de 80 km/h. Aquí nos cuenta cómo fue su innovación ecológica y que impacto ambiental positivo genera al no usar combustible fósil, limpiar al planeta de basura e incluso aportar oxígeno mientras funciona 

Descarbonizar el planeta es una de las urgencias a la que se enfrenta la sociedad en la búsqueda de mitigar el calentamiento global. Con un gran impacto en las ciudades, el uso de combustibles fósiles y la gestión de los residuos son dos de los grandes ejes de la lucha ambiental. Ambos ejes se combinan a la perfección en el proyecto “Auto A Basura”

Este coche diseñado por el ingeniero argentino Edmundo Ramos ha dado un paso revolucionario en el ámbito de la movilidad sostenible. A primera vista, la autonomía de los combustibles fósiles que le permitió viajar a lo largo y ancho del país. 

Esta iniciativa no solo ofrece una solución innovadora para reducir la disposición final de basura, sino que también promueve la movilidad en sitios rurales y hace posible viajes de larga distancia sin utilizar combustibles fósiles. Al respecto Edgardo comenta: “viajamos de la Quiaca a Río Gallegos utilizando solamente los residuos del camino. Fueron en total 4.800 kilómetros con una velocidad máxima de 115 km/h”.

El funcionamiento del “Auto a Basura” es ingenioso y efectivo. Consiste en un tambor metálico que actúa como contenedor para los residuos combustibles. Este tambor tiene una tapa por donde se llena con los residuos orgánicos secos. Una vez que se llena, se cierra la tapa y se encienden los residuos a través de un agujero en la base del tambor. Este proceso genera humo, conocido como “Gasura” (Gas de Basura), que es un combustible altamente eficiente.

El Gasura producido se canaliza hacia arriba a través de un agujero en la parte superior del tambor. Antes de llegar al motor, este gas pasa por filtros diseñados para eliminar el polvo y las cenizas, asegurando que llegue limpio y libre de impurezas. Una vez que el Gasura está limpio, se introduce directamente en el motor del vehículo para su combustión.

En términos de consumo y autonomía, el “Auto a Basura” ofrece resultados impresionantes. Se estima que consume alrededor de 15 kilos de residuos por cada 100 km a una velocidad de 80 km/h. Para un vehículo con un motor de 3.6 litros de cilindrada y un peso de 1200 kg, un gasificador de 60 litros proporciona una autonomía de 50 km de viaje a 80 km/h. Con un remolque gasificador, esta autonomía se amplía significativamente a 520 km a la misma velocidad.

Un aspecto destacado es que, considerando el avance tecnológico de los vehículos actuales, con motores más eficientes y livianos, el consumo de Gasura sería aún menor y la autonomía mucho mayor. Esto, a su vez,  demuestra el potencial de este proyecto para adaptarse a los estándares modernos de movilidad y ofrecer soluciones sostenibles para el futuro.

El impacto positivo de este proyecto es innegable. Al utilizar residuos orgánicos secos como combustible, el Auto a Basura no solo reduce la contaminación ambiental, sino que también contribuye a limpiar el planeta de basura. Además, durante su funcionamiento, aporta un 20% de oxígeno al ambiente, lo que lo convierte en una opción aún más atractiva desde el punto de vista ambiental.

Pensar alternativas a los combustibles que ya conocemos tiene un doble valor en la actualidad, no solo por la necesidad de innovar en la temática, sino también por la posibilidad de aumentar la oferta de soluciones prácticas y sencillas que pueden cambiar la vida en pequeñas y grandes comunidades. 

“Y es aquí donde ideas prácticas y probadas pueden dar soluciones al exceso de gases tóxicos que día a día nuestros automóviles emiten para contaminar lentamente la atmósfera. Creemos que es posible si conocemos la manera de hacerlo”, explicaron en su sitio web. Allí, además de contar su historia, ofrecen una guía detallada con ayudas de diversos profesionales para aquellas personas interesadas en adaptar algún vehículo a este importante proyecto. 

Predecir el futuro y saber si la utilización de gasura como combustible será replicable a escala global de acá a algunos años es tan improbable como lo era hace algunos años pensar en basura como combustible para el motor de un auto. 

Sin embargo, en la actualidad, este modelo ofrece desde la sencillez de su diseño una alternativa más que viable para las zonas rurales o países con escasez de gasolina. Al solo utilizar un tambor metálico para almacenar y quemar los residuos combustibles, se trata de un modelo más que accesible y fácil de implementar en diferentes contextos.

En resumen, el proyecto “Auto a Basura” representa una oportunidad única para promover la movilidad sostenible, reducir la contaminación ambiental y aprovechar de manera eficiente los recursos disponibles. Con su enfoque ecológico innovador y su impacto positivo, este proyecto tiene el potencial de transformar la forma en que nos movemos y cuidamos nuestro planeta.

Ficha de Emprendimiento: Auto a Basura

Auto a Basura

Descripción del Proyecto:

El proyecto “Auto a Basura” se presenta como una innovadora alternativa ecológica y renovable para la movilidad, utilizando residuos orgánicos secos como combustible. El sistema, denominado “Gasura” (Gas de Basura), permite a cualquier motor a gasolina funcionar con residuos combustibles, reduciendo significativamente la dependencia de combustibles fósiles y la contaminación ambiental.

Objetivos:

  1. Movilidad Sostenible: Proveer una solución de transporte ecológica y sostenible.
  2. Reducción de Residuos: Disminuir la cantidad de residuos sólidos al convertirlos en combustible.
  3. Autonomía Energética: Facilitar la movilidad en zonas rurales y regiones con escasez de combustibles tradicionales.
  4. Impacto Ambiental Positivo: Aumentar la calidad del aire aportando un 20% de oxígeno mientras se conduce.

Funcionamiento:

  • Proceso de Combustión: Un tambor metálico se llena con residuos combustibles y se encienden. El humo resultante (Gasura) se filtra para eliminar polvo y cenizas antes de ser utilizado como combustible en el motor.
  • Consumo y Autonomía: Consume 15 kg de residuos cada 100 km a una velocidad de 80 km/h. El gasificador chico proporciona una autonomía de 50 km, mientras que el remolque gasificador extiende esta a 520 km.

Impacto Social y Ambiental:

  • Cero Emisiones: No contamina y limpia el planeta de basura.
  • Accesibilidad: Ideal para regiones rurales o países con problemas de suministro de gasolina.
  • Recursos Renovables: Utiliza residuos orgánicos y plásticos, promoviendo la economía circular.

Potencial de Adaptación:

  • Aplicaciones Diversas: Puede adaptarse a diferentes motores y equipos como generadores eléctricos, máquinas agrícolas y bombas de agua.
  • Escalabilidad: Modelo viable para ser adoptado a nivel nacional e internacional, contribuyendo a políticas de energía renovable y gestión de residuos.

Estado Actual:

  • Prototipo: La Ford Falcón Ranchero es el primer y único modelo hasta la fecha.
  • Recursos Educativos: Información disponible y asesoramiento gratuito ofrecido por el fundador a través de su canal de YouTube y otros medios.
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