Ya lo escribieron los grandes pensadores del milenio pasado:la guerra del futuro será por el agua. Cuidar este elemento clave y central para la conformación de la vida por venir es el eje central del cuidado ambiental actual. La premisa es clara: sin agua no hay vida. Por esta razón, desde la Unión Europea, que suele ser uno de las regiones más avanzadas en la protección ambiental, han empezado a trabajar en medidas de gestión y protección de este recurso.
Dentro de dos décadas, casi el 60 % de la población mundial serán habitantes urbanos, por lo que se vuelve clave que las ciudades definan estrategias y acciones para gestionar mejor sus recursos hídricos. La protección de la salud pública, la modernización de las infraestructuras hídricas y la implicación de los usuarios en la gestión del agua exigen un enfoque innovador.
En la era de la transformación digital, la gestión del agua urbana emerge como un protagonista clave para construir una Europa verde y digital. Ciudades como Milán (Italia), París (Francia), Sofía (Bulgaria), Berlín (Alemania) y Copenhague (Dinamarca) lideran la revolución, participando en el proyecto Digital-water.city (DWC) financiado por la Unión Europea. Este proyecto, iniciado en 2019, ha desarrollado más de 15 soluciones digitales innovadoras para abordar los desafíos que enfrentan las empresas de servicios públicos de agua y alcantarillado. Desde soft sensing hasta realidad aumentada, estas ciudades están liderando el camino hacia una gestión moderna del agua.
Las soluciones digitales propuestas por DWC incluyen el uso de realidad aumentada, software de código abierto, computación en la nube, sensores en tiempo real, inteligencia artificial y análisis predictivo. Este enfoque integral busca cubrir brechas en gobernanza, interoperabilidad, ontología y ciberseguridad de las TIC, proporcionando un flujo libre e interoperable de información entre las partes interesadas y a lo largo de la cadena de valor del agua.
La digitalización surge como una solución viable. El proyecto DWC, financiado con fondos europeos, tiene como objetivo promover la gestión integrada del agua en zonas urbanas y periurbanas de cinco grandes ciudades de la UE con el apoyo de datos y soluciones digitales inteligentes.
IMPORTANCIA DE LA DIGITALIZACIÓN DEL AGUA
Antes de adentrarnos en las soluciones, es vital comprender por qué la digitalización del sector del agua urbana en Europa es una oportunidad esencial. En sintonía con los objetivos de construir una Europa verde y digital, la Comisión Europea respalda la digitalización, reconociendo sus beneficios para la sociedad, la economía y el medio ambiente. La digitalización ofrece una oportunidad única para mejorar la gestión actual, modernizar las infraestructuras del agua y enfrentar el cambio climático.
SOFT SENSING COMO CLAVE DEL PROYECTO
Uno de los puntos destacados del proyecto DWC es el concepto de “soft sensing”, una tecnología que utiliza sensores simples pero robustos para medir la temperatura del agua y otras funciones. En ciudades como Berlín, Sofía y Milán, estos sensores se han implementado para monitorear el desbordamiento del alcantarillado durante lluvias intensas. La combinación de medición de temperatura, algoritmos de inteligencia artificial y visualización en tiempo real ofrece una solución eficaz para prever y controlar eventos de desbordamiento, mejorando la gestión del agua de manera proactiva.
GESTIÓN INTEGRADA EN LAS CINCO CIUDADES
La mitad de la población mundial ahora vive en ciudades, y la digitalización se presenta como la clave para gestionar eficientemente los recursos hídricos. El proyecto DWC busca promover la gestión integrada del agua en cinco grandes ciudades europeas: Berlín, Milán, Copenhague, París y Sofía. A través de 18 soluciones digitales avanzadas, se abordan desafíos como la protección de la salud pública, el rendimiento de las infraestructuras hídricas y la participación ciudadana en la gestión del agua.
La revolución digital del agua está en marcha en ciudades europeas, marcando el camino hacia un futuro sostenible. Proyectos como Digital-water.city demuestran que la digitalización del sector del agua es crucial para abordar desafíos como el cambio climático, la biodiversidad y la sostenibilidad. La implementación de tecnologías como el soft sensing no solo mejora la eficiencia de la gestión de este recurso vital, sino que también sienta las bases para un cambio transformador en la forma en que las ciudades abordan los desafíos del suministro de agua en el siglo XXI. En resumen, la digitalización del agua es una inversión en un futuro más sostenible y resiliente.
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