Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el mundo una de cada tres personas no tiene acceso a agua potable salubre, mientras que dos de cada cinco personas no disponen de una instalación básica destinada a lavarse las manos con agua y jabón. Esta es la realidad del recurso más importante para la vida humana junto al aire. Es por ello que entre los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), el objetivo 6 promueve Agua limpia y Saneamiento con metas bien claras a nivel de acceso universal y equitativo, de mejora de calidad y protección de ecosistemas relacionados al agua, entre otras cuestiones determinantes.
Argentina no escapa a esta realidad. Según la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento del Gobierno Nacional, el acceso a agua potable alcanza a poco más del 80% de la población argentina con metas de llegar próximamente al 88%. Pero al segregar, la situación en muy diversa y crítica en algunos casos. Un dato alarmante es que en los barrios populares el acceso formal a servicios de agua alcanza a menos del 12% de los habitantes.
Está claro que los desafíos que afronta el servicio de agua, especialmente a nivel urbano durante los últimos años no están exentos de las problemáticas de las ciudades y su crecimiento. Frente a grandes necesidades por contar con este recurso, también hay que tener en cuenta como se transforman las condiciones de provisión de agua, la innovación necesaria para administrarla garantizando calidad y lógicamente el propio servicio a los usuarios, al cual también debe incorporarse la tecnología centrada en el usuario. En esta nota repasamos los principales desafíos del agua y te contamos el caso de 2 organizaciones argentinas, con las que hemos dialogado recientemente, que dan un apoyo para enfrentarlos desde diferentes ámbitos como la Fundación Aguas y la empresa Julasoft.
DESAFÍOS DIVERSOS EN LA GESTION DEL AGUA
Lógicamente uno de los principales desafíos para el servicio de agua a nivel urbano son las condiciones de provisión y aquí priman las cuestiones técnicas. Aunque lo primero a advertir como factor crítico es la escasez de recursos hídricos, dado que el cambio climático y el crecimiento poblacional están aumentando la presión sobre los recursos hídricos, lo que puede llevar a la falta de agua potable en algunas regiones.
A partir de allí se suman temas comunes. Uno de ellos es enfrentar una infraestructura envejecida, dado que en muchas ciudades la infraestructura de agua potable y cloacas es antigua y requiere renovación y mantenimiento constante para evitar fugas y pérdida de agua. Otros aspectos importantes son mantener los estándares de calidad del agua, especialmente en áreas afectadas por la contaminación industrial o agrícola; y garantizar la gestión efectiva de las aguas pluviales para evitar inundaciones y la contaminación de fuentes de agua.
Pero aún así, los desafíos a nivel del servicio son múltiples y van más allá. Desde promover un acceso universal de agua potable a todas las comunidades, especialmente en áreas rurales o desfavorecidas; hasta las condiciones de costos con tarifas equitativas y la necesidad de promover una administración eficiente del recurso, que evite el desperdicio.
Y en el mundo actual, un factor adicional ineludible es la incorporación de tecnologías innovadoras en el proceso, cuestión que involucra hasta la digitalización de la relación con el consumidor y la gestión de datos del servicio. Aquí entran aspectos como tecnologías de tratamiento avanzadas, por ejemplo para la desalinización o purificación o bien la sensorización para monitorear la calidad del agua, la presión y el flujo en tiempo real; la gestión de datos para ayudar a identificar problemas y optimizar la gestión de recursos hídricos y la infraestructura; y la eficiencia energética, para reducir los costos operativos y la huella de carbono.
Por último, pero no por ello menos importante, está lo relacionado a la relación fluida entre el proveedor del servicio y el usuario, que tiende a ser en tiempo real, utilizando aplicaciones móviles y portales en línea para que los usuarios informen problemas y accedan a información sobre el servicio puede mejorar la comunicación y la transparencia.
ACTORES COMPROMETIDOS
Más allá de las mejoras lógicas que deberían tender a internalizar los proveedores del servicio, también es necesario el apoyo de otras entidades que brinden apoyo en el proceso para mejorar la situación del agua. Acá te contamos sobre 2 casos de organizaciones argentinas muy diferentes pero que cada una con su orientación asistir para mejorar las condiciones del agua y su servicio. Ambas fueron entrevistadas por Utopía Urbana en su momento.
Fundación Aguas es una organización sin fines de lucro que busca capacitar y ayudar a las personas que no tienen acceso al agua potable en toda Argentina, como así también mejorar la calidad de la misma y evitar los venenos en cada ingesta.
Esta organización da apoyo con 4 líneas de acción: educación; investigación y calidad del agua; sistema de recolección de agua de lluvia; y desarrollo comunitario. Al respecto, Yenith Bonilla, ingeniera ambiental con una maestría en gestión del agua y referente de la ONG nos agrega que la Fundación Aguas que “busca el acceso a agua potable a comunidades de todo el país, trabajando junto con ellas y empoderándolas a través de educación y herramientas que les permitan sostener la metodología enseñada a lo largo del tiempo”, y que también hay diversos planes de acción que buscan solucionarlo todo.
Desde la fundación han intervenido en varias provincias como Chaco, Salta, Santiago del Estero, Buenos Aires. Y desde dan recomendaciones para garantizar la potabilidad del agua y como aprovechar el agua de lluvia, entre otras cuestiones.
El rol de Fundación Aguas es muy importante, especialmente en el interior del país, donde encontraron elevada contaminación del agua en sus mediciones. Según Bonilla, en algunas áreas en las que actuaron, “más del 80% de la población tenía contaminación microbiológica, lo que quiere decir que el agua no era apta para consumo previo a realizar un tratamiento. Encontramos en el agua subterránea que el 50% de las muestras tenían arsénico en el agua y encontramos plaguicidas en el 95% de las muestras. Para determinar esto nos remitimos a una normativa de la Comunidad Económica Europea, porque en Argentina no hay una normativa que sea específica para los plaguicidas. El resto del estudio lo hicimos bajo las normativas establecidas en el país que es a través del código Alimentario Argentino”.
Por su parte, Julasoft, empresa de software conocida por su enfoque en proyectos sostenibles que generen impactos positivos en la sociedad y el medio ambiente, ha logrado nuevamente destacarse en este caso en relación a la última etapa del proceso del agua. La empresa se ha centrado en mejorar la colaboración entre el sector público y privado a través de la aplicación de tecnologías y la optimización de procesos. Puntualmente desarrolló la Oficina Virtual desarrollada para ABSA (Aguas Bonaerenses S.A.), la operadora de agua y saneamiento de mayor extensión en Argentina. Este proyecto es un testimonio de cómo la tecnología puede impulsar el cambio positivo en la gestión de recursos vitales.
Miguel Catucci, presidente de Julasoft, explica el rol de la empresa: “tenemos como objetivo co-crear con nuestros clientes proyectos que generen un impacto positivo en la sociedad, utilizando la tecnología como herramienta para transformar la realidad de las personas. Nos involucramos en proyectos ambiciosos y diversos para solidificar nuestra visión de ser referentes en calidad, tecnología y prestación de servicios de software a medida, en Argentina y otras partes del mundo”.
La Oficina Virtual busca revolucionar la forma en que los usuarios interactúan con sus servicios de agua, brindando una plataforma amigable y eficiente que simplifica tanto la gestión comercial como la técnica de sus unidades de facturación.
La pandemia de COVID-19 ha impuesto desafíos significativos en diversos sectores, incluido el suministro y gestión del agua. Con este desarrollo de Julasoft se presenta como una solución estratégica en respuesta a estas dificultades. Permitiendo a los usuarios realizar seguimientos comerciales y técnicos de sus unidades de facturación de manera virtual, la plataforma se convierte en una herramienta vital en tiempos en que la interacción presencial se ha vuelto complicada.
La necesidad de contar con un espacio centralizado en el que los usuarios puedan gestionar todos los aspectos de sus servicios de agua es primordial. Brinda a los usuarios la capacidad de visualizar sus facturas pendientes, realizar pagos, verificar los pagos ya realizados, gestionar trámites y presentar reclamos comerciales, todo ello de manera eficiente y sencilla a través de una interfaz intuitiva.
En síntesis, conscientes de la situación en un mundo en crisis ambiental y climática, la seguridad de los recursos naturales empieza a tambalear y quienes se encargan de disponer de los mismos ya empiezan a analizar diversas alternativas para sostener la soberanía de este servicio vital. En el caso de Argentina, a pesar de los avances logrados en el acceso al agua potable y saneamiento, las estadísticas muestran que todavía existen retos considerables, especialmente en las comunidades de bajos recursos. Pero más allá de ello es necesario seguir trabajando en diversos aspectos del servicio, enfrentando problemas urgentes, pero tendiendo a garantizar la calidad, provisión eficiente de agua e incorporando nuevos pilares como la innovación y la digitalización para la transformación.
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