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Enfrentando una crisis de calidad del aire, Lahore, la segunda ciudad más grande de Pakistán, lucha contra el asedio del smog, que ha llevado al gobierno de Punjab a imponer medidas drásticas para proteger la salud de sus más de 13 millones de habitantes

En medio de una crisis ambiental que promete profundizarse cada vez más, hay algunas ciudades más afectadas que otras. Las vías de impacto son muchas y la calidad del aire es una de ellas. Si bien desde los organismos internacionales han asegurado que son los países con menos poder adquisitivo los que sufrirán la embestida de las catástrofes ambientales, hay una urbe paquistaní que se encuentra en el foco de la contaminación del aire: Lahore

El Gobierno de la provincia de Punjab, en Pakistán, ha declarado una emergencia medioambiental en respuesta a la creciente amenaza del smog, una neblina tóxica de contaminación que ha sumido a Lahore, la segunda ciudad más grande del país, en una crisis de calidad del aire. La medida más reciente impone la obligatoriedad de portar mascarillas durante una semana en los distritos más afectados, incluyendo la capital provincial.

El smog en Lahore ha alcanzado niveles alarmantes, posicionándola en los últimos años en diferentes puestos del top 5 de ciudades más contaminadas del planeta según el índice de la compañía suiza IQAir. La presencia de partículas PM 2,5, altamente perjudiciales para la salud, ha llegado a alcanzar los 406 microgramos por metro cúbico de aire, muy por encima de los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

El impacto directo en la salud de los residentes es evidente, y la situación se ha vuelto insostenible. La ciudad, con más de 13 millones de habitantes, ha cerrado temporariamente escuelas, parques, centros comerciales y oficinas en un esfuerzo por proteger a la población de los efectos perjudiciales del aire contaminado.

Ameer Hamza, un vendedor afectado por la exposición continua al smog, relata los efectos negativos en su salud, como ojos rojos e irritados y problemas respiratorios. Otros, como Sarah Zeeshan, comparten las dificultades que enfrentan sus hijos, incluyendo la formación de ampollas alrededor de la boca debido a la contaminación del aire.

La situación en Lahore refleja un problema regional, ya que otras ciudades en Pakistán e India enfrentan desafíos similares. La quema de residuos de cultivos, una práctica común para preparar la siembra de invierno, ha sido identificada como una fuente significativa de contaminación del aire en la región.

El gobierno de Punjab ha tomado medidas, incluyendo la imposición de restricciones y la declaración de una “emergencia medioambiental y sanitaria” en varias ciudades afectadas, pero la gravedad del problema requiere un enfoque más integral. Expertos ambientalistas, como Rafi Alam, subrayan la importancia de abordar las causas fundamentales del smog y la necesidad de políticas proactivas a largo plazo.

La comunidad internacional también tiene un papel crucial. Mientras el gobierno de Punjab busca abordar el problema con las autoridades indias, es esencial reconocer que la solución debe ser local y global. La colaboración entre gobiernos, expertos y partes interesadas es fundamental para diseñar e implementar soluciones sostenibles que mitiguen el smog y protejan la salud y el bienestar de la población.

Podemos asegurar, entonces, que Lahore se encuentra en una encrucijada ambiental crítica. El smog ha llevado a medidas drásticas por parte del gobierno, pero la complejidad del problema exige una estrategia a largo plazo que aborde las causas fundamentales de la contaminación del aire. La urgencia de la situación demanda la colaboración y la acción decidida de todas las partes involucradas para garantizar un futuro más saludable para la población de Lahore y más allá.

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