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El Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea han alcanzado un acuerdo provisional crucial que busca poner fin a la publicidad engañosa en lo que se conoce como «lavado verde» o greenwashing. 

El término greenwashing proviene del inglés y conjuga dos palabras: green (verde) y washing (lavado) y consiste en una estrategia para presentar productos y servicios como respetuosos con el medio ambiente sin pruebas claras de su autenticidad en términos de sostenibilidad. En general, por medio del diseño o la elección de los colores de los envases u otros recursos, se busca dar la sensación de que se está comprando es un producto que entra dentro de los parámetros ecológicos y sustentables aunque no sea así. 

Para enfrentar este problema, el acuerdo en el que está trabajando la Unión Europea tiene como objetivo proporcionar a los consumidores una información más precisa sobre los productos y protegerlos de prácticas comerciales engañosas.

Las nuevas normas actualizan la lista comunitaria vigente de prácticas comerciales prohibidas, centrándose en hábitos de comercialización problemáticos relacionados con el greenwashing y la obsolescencia prematura de los productos.

Algunas de las prácticas que se prohíben incluyen:

  • Declaraciones genéricas sobre el medio ambiente: Se prohíben términos como «respetuoso con el medio ambiente», «natural», «biodegradable», «neutro para el clima» o «eco» sin pruebas de un comportamiento medioambiental excepcional respaldado.
  • Comunicaciones comerciales sobre productos con características que limitan su durabilidad: Específicamente, si se dispone de información sobre la característica y sus efectos sobre la durabilidad.
  • Afirmaciones basadas en sistemas de compensación de emisiones: Prohibición de afirmar que un producto tiene un impacto neutro, reducido o positivo en el medio ambiente a través de sistemas de compensación de emisiones sin pruebas adecuadas.
  • Etiquetas de sostenibilidad no basadas en sistemas de certificación aprobados: Se prohíben etiquetas de sostenibilidad no respaldadas por sistemas de certificación aprobados o establecidos por autoridades públicas.
  • Afirmaciones de durabilidad sin pruebas: Específicamente, afirmaciones sobre la durabilidad en términos de tiempo o intensidad de uso en condiciones normales sin pruebas demostradas.
  • Incitación al reemplazo anticipado de consumibles: Se prohíbe incentivar a los consumidores a reemplazar productos consumibles, como cartuchos de tinta de impresora, antes de lo necesario.
  • Presentación engañosa de actualizaciones de software y reparabilidad: Se prohíbe presentar actualizaciones de software como necesarias si solo mejoran características de funcionalidad y también presentar productos como reparables cuando no lo son.

UNA POLÍTICA ESTRATÉGICA

Además, se establece una nueva etiqueta para resaltar la garantía ampliada de los productos, para ayudar a los consumidores a tomar decisiones más informadas. Según la europarlamentaria croata Biljana Borzan, «el 60% de los consumidores europeos ni siquiera saben que todos los productos incluyen una garantía legal. Eso cambia hoy, con un recordatorio que estará presente en todas las tiendas de la UE y también, en algunos casos, en los envases. Además, una nueva etiqueta de garantía ampliada mostrará claramente qué productos duran más, por lo que será más fácil comprar productos más duraderos».

El ministro español de Consumo en funciones, Alberto Garzón, resalta que con este nuevo compromiso, «los consumidores tendrán la información necesaria para tomar las decisiones ecológicas correctas y estarán mejor protegidos contra el lavado ecológico, el lavado social y otras prácticas comerciales desleales».

Para que este acuerdo provisional se convierta en ley, necesitará la aprobación definitiva tanto del Parlamento como del Consejo. Se espera que la votación de los eurodiputados tenga lugar en noviembre. Una vez que la directiva entre en vigor, los Estados miembros tendrán 24 meses para incorporar las nuevas normas a su legislación. Esta iniciativa representa un paso importante hacia la protección de los consumidores y la promoción de prácticas comerciales transparentes y sostenibles en la Unión Europea.

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