Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Se trata de algas en un sistema de peceras que, gracias a la tecnología diseñada, capturan carbono de manera sustancial para las grandes ciudades. Han recibido su nombre por cumplir la misma función que los bosques, pero en menos tiempo. Se pueden ver en París, Nueva Delhi y Bogotá. Conocé más sobre los árboles líquidos

Mientras que por un lado se suele asociar a  la tecnología con la  innovación y el progreso en temas como la  programación y la vida digital como ejemplos, diversos emprendedores del mundo se han animado a ir un poco más allá para encontrar en el desarrollo tecnológico una solución ambiental y sustentable. 

Sumado a eso, el momento de crisis ambiental global que tiene impacto en una importantepreocupaciòn por la contaminación del aire en las grandes ciudades hizo que se traten de desarrollar alternativas no convencionales y disruptivas para mejorar esta situación. Un ejemplo es el que citabamos en una nota previa sobre la primera torre aspiradora que limpia el aire de las ciudades. En esta oportunidad contaremos sobre otro desarrollo, con el que se busca emular condiciones naturales para la captura de carbono: fue así que surgió la idea de los árboles líquidos

Esta tecnología ofrece una solución innovadora para mejorar la calidad del aire en las ciudades y reducir las emisiones de carbono. También llamados bioesculturas, son estructuras diseñadas con una mezcla de algas y tecnología que les permite purificar el aire al absorber el CO2 y emitir oxígeno

Si bien está claro que su forma es más similar a la de una pecera que a la de un árbol, han tomado su nombre por tratarse de clorofila y materia vegetal absorbiendo carbono. Claro que como en las ciudades no suelen haber algas en las calles, el vox populi decidió darle el rango de árbol. 

Los mismos disponen de una gran ventaja para la mitigación de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) y es su capacidad para absorber grandes cantidades de dióxido de carbono. Los árboles líquidos utilizan la fotosíntesis para absorber el CO2 del aire y lo convierten en materia orgánica que puede ser almacenada o utilizada como alimento para otros organismos.

Además, los árboles líquidos tienen una larga vida útil y pueden funcionar durante años sin necesidad de mantenimiento. Esta durabilidad es una ventaja importante en comparación con los árboles naturales, que pueden ser afectados por enfermedades y plagas.

Aunque los árboles líquidos son relativamente nuevos, ya se han implementado en ciudades de todo el mundo, incluyendo París, Nueva Delhi y Bogotá. Estas estructuras se han utilizado en plazas públicas, parques y otros espacios urbanos para mejorar la calidad del aire y embellecer el paisaje urbano.

Sin dudas, esta solución innovadora permite también acceder de manera rápida a la captura de carbono similar a la de los árboles en las zonas más desérticas. Además de que no es necesario esperar que crezca un árbol durante los años suficientes como para capturar el carbono, que suele ser casi llegando a la década dependiendo de la especie. 

Aunque aún hay que investigar más sobre su eficacia a largo plazo, estos árboles ofrecen una alternativa atractiva y sostenible a los métodos tradicionales de purificación del aire. Es importante que se sigan explorando nuevas tecnologías y soluciones para abordar la contaminación del aire y proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.

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